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La batalla política tras el control de la FEUC

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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Están en la recta final. El 8 y 9 de noviembre la lista del gremialismo se enfrentará a la Nueva Acción Universitaria, en una segunda vuelta. Aunque hay quienes piensan que sólo es una elección más que La Moneda ni mira; hay otros que creen que –en caso de ganar el gremialismo de Juan José Silva– será como tener a un vocero del Mineduc en medio del movimiento universitario. ¿Cuánto y a quiénes le importa?


Se llama María Gloria Herrera y estudia Ciencia Política. Está en primer año y aunque su nombre sólo suene en su familia, tendida en los pastos del Campus San Joaquín de la Universidad Católica, piensa lo mismo que muchos de los alumnos: “El gremialismo va a tratar de volver. La batalla está durísima”. En primera vuelta votó por el NAU (Nueva Acción Universitaria), pero reconoce que también hay cierta molestia con el grupo de su preferencia. “Hay mucha gente que estuvo disconforme con el manejo del movimiento, hay un rechazo a los paros y a las tomas y hay una gran cantidad que no está ni ahí con el movimiento en sí”, cuenta.

Así está la cosa en la UC: el 8 y 9 de noviembre se realizará la segunda vuelta para renovar a la directiva de la federación de estudiantes. De las cinco listas iniciales, la decisión final será entre las dos con más votos: el gremialismo (1A) que obtuvo 26,36% de las preferencias y el NAU, con 34,27%.

Quienes han participado del proceso dicen que la campaña ha sido más potente que en otras ocasiones; sobre todo de parte del gremialismo. El grupo nació en 1967 en la PUC, de la mano del entonces estudiante de Derecho, Jaime Guzmán, quien lideró la resistencia a la reforma universitaria de la época. El año 2009, con Felipe Bettancourt –último presidente gremialista y quien hoy trabaja en el área juvenil de la Fundación Jaime Guzmán– fue la última vez que vieron la dirigencia y fueron sacados de carrera por el NAU, el grupo al que pertenece Giorgio Jackson.

Las críticas del representante de 1A, Juan José Silva, a la conducción de Giorgio Jackson, se resumen en esta entrevista que dio a La Segunda: “Ha fracasado como presidente de la FEUC, en el sentido de que dentro de nuestra universidad, medidas como la gratuidad no tienen adhesión. Y eso hoy en día es uno de los ejes que lleva el movimiento estudiantil”. En la misma conversación y en referencia a la primera vuelta y los votos que compartían con el movimiento Solidaridad –también de derecha– Silva sumaba datos: “Lo que nos distingue es que nosotros centramos el eje en la persona. La universidad es el foco, y desde ahí vamos al país”.

Sin embargo, hay quienes piensan que el discurso del gremialismo también es un empujón para La Moneda en medio de un conflicto que ha dado la vuelta al mundo y en el cual el Gobierno no ha salido bien parado. ¿Por qué le podría importar a La Moneda que gane el NAU o el gremialismo?

El peso gremial

Para el cientista político de la Universidad Central, Marco Moreno, está no es una elección más en la FEUC: “Para el gobierno sería importante al menos tener una federación tan importante como ésta, que plantee una voz crítica de lo que han sido el estilo de las movilizaciones y varias de las demandas”, y desliza los mismos argumentos a nivel político. “Creo que la UDI está fuertemente involucrada en la lista gremialista… este es también un espacio donde los partidos demuestran que pueden estar vigentes. Pero no hay que ser ingenuos, esto pasa con todos los partidos”, dice Moreno.

[cita]“Yo no tengo ni una prueba, pero ni una duda de que el Mineduc maneja la pauta de los gremialistas. Juan José Silva dice las mismas cosas que Bulnes y más parece un vocero del gobierno que un vocero estudiantil”, dice Miguel Crispi.[/cita]

Pese a que al interior del movimiento estudiantil no importa mucho quién reemplace a Jackson –porque las votaciones se rigen mediante la fórmula “una federación, un voto”– sí hay quienes plantean que sin duda sería como tener la voz de La Moneda en los campus de la UC y al interior de la Confech.

“Yo no tengo ni una prueba, pero ni una duda de que el Mineduc maneja la pauta de los gremialistas. Juan José Silva dice las mismas cosas que Bulnes y más parece un vocero del gobierno que un vocero estudiantil”, dice Miguel Crispi, primer presidente que tuvo el NAU, militante PS y quien hoy trabaja en al área juvenil de la Fundación Dialoga de Michelle Bachelet. Para él, hoy el gremialismo no tiene mucho que ofrecer: “Mientras sigan teniendo en su velador los principios de Jaime Guzmán van a ser incapaces de hacer cosas nuevas… Nadie pone en duda el liderazgo del gremialismo en la FEUC, lo que está en cuestionamiento es con qué objetivo se usaría en relación con el movimiento: sería anti reforma; el mismo gremialismo que nació como respuesta a la reforma del 67. Yo siento que estamos en el mismo momento histórico”, dice Crispi.

Álvaro Pillado, presidente nacional de la Juventud UDI, niega cualquier tipo de vínculo entre el partido y las elecciones de la FEUC. “El movimiento gremial es muy independiente. Es parte de los principios de la UDI no intervenir en las federaciones porque creemos que una de las cosas que más mal ha hecho a los cuerpos intermedios, como las federaciones de estudiantes, es la politización, en el sentido de la instrumentalización de los partidos”, dice Pillado. Sin embargo, otro miembro de la UDI dice que si bien no hay una directa vinculación de la tienda con la UC, sí hay “varios alumnos que estudian en la Católica, pertenecen al partido y están ayudando en la elección de Silva”.

En las puertas de la capilla del Campus San Joaquín destaca una de las gigantografías que ha instalado la lista del gremialismo.

En las puertas de la capilla del Campus San Joaquín destaca una de las gigantografías que ha instalado la lista del gremialismo.

La FEUC ha criado a grandes personajes que después crecieron al interior de la UDI y que han tenido gran influencia en el país. Tanto el ministro vocero de Gobierno, Andrés Chadwick; el ex ministro de Educación, Joaquín Lavín, como el asesor de esa cartera Alejandro San Francisco, han pasado por las filas del gremialismo de la UC. “El gremialismo ha sido muy importante; ya ve que hay dos ministros actuales fueron presidentes de la FEUC”, señala Carlos Huneeus –director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea– en referencia a Chadwick y Larroulet; a pesar que apunta que si bien esta es una elección importante “tampoco la UDI ni el gobierno se juegan la imagen en ella”.

Noam Titelman, candidato del NAU, dice que la lista del gremialismo “ha tenido una campaña particularmente agresiva, con carteles, con letras gigantes. Han tenido muchas palomas, me parece que incluso con más que el año pasado”. De hecho, una maqueta gigante de 1A está puesta justo a la entrada de la capilla del Campus San Joaquín.

Titelman agrega que el rol de la FEUC y Giorgio Jackson ha sido importante porque ha sabido empatizar con el movimiento y al mismo tiempo traer un “aporte más técnico y levantar la voz de la UC que se manifestó en este movimiento. Esto no había pasado y le da firmeza porque eso significa que hay gente a la que le hace muchos sentido”, dice, al mismo tiempo que recalca que el mensaje de la mano del NAU fue mucho más colectivo y no tan enfocado en la universidad solamente: “Con el gremialismo la gente estaba acostumbrada a pelear por más espacios de recreación o mejorar los estacionamientos, por ejemplo. Hoy es impensado que una lista no tenga una posición clara con respecto a la educación superior”, dice Titelman.

El candidato del gremialismo, Juan José Silva, niega que tengan alguna relación con la UDI o con el gobierno. “Somos el oficialismo de los estudiantes de mi universidad y no estamos por ningún gobierno de turno. Si el día de mañana tenemos que chocar con el gobierno, no vamos a tener ningún problema con discrepar con ellos, tal como ha sido hasta ahora”, explica Silva, quien también señala que aunque no pelean por una reforma tributaria, porque “no es un fin en sí mismo, sino un instrumento”, están de acuerdo con dar gratuidad a los tres primeros quintiles, no así con una gratuidad universal porque eso incluye, incluso, a quienes pueden pagar.

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