«¿Es moralmente aceptable que la principal autoridad gubernamental del deporte reconozca vínculos ‘positivos’ con barras bravas?», se preguntó el ex presidente de la ANFP en su cuenta de Twitter.
El ex presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Harold Mayne-Nicholls, criticó al actual subsecretario de Deportes y quien fuera presidente del directorio de Blanco y Negro S.A., Gabriel Ruiz-Tagle, por admitir sus vínculos con la Garra Blanca, la cuestionada barra brava de Colo Colo.
En su etapa al frente del fútbol chileno, Harold Mayne-Nicholls logró eliminar los bombos y lienzos en los partidos de la selección, con la clara idea de terminar con las barras bravas. El programa Estadio Seguro actualmente trabaja en esa línea mientras los clubes decidieron aplicar graves sanciones a las instituciones que financien a barristas. Ayer Gabriel Ruiz -Tagle reconoció que cuando estuvo al frente de Colo Colo «apoyábamos traslados a regiones» de la temida barra y “ayudábamos» con las banderas y bombos que ellos utilizaban.
Este miércoles, respondiendo a las afirmaciones de Ruiz-Tagle, el funcionario FIFA publicó una breve opinión en su cuenta personal de Twitter para fustigar, desde el punto de vista moral, el hecho que el director del Instituto Nacional del Deporte (IND) haya justificado su relación con los barristas cuando fue presidente del club albo entre 2007 y 2010.
«Pregunto: ¿Es moralmente aceptable que la principal autoridad gubernamental del deporte reconozca vínculos ‘positivos’ con barras bravas?», expresó en su cuenta @MayneNicholls.
Estas declaraciones se dan en el contexto del revuelo causado por la denuncia de amenazas por parte del delantero colocolino Carlos Muñoz, quien responsabilizó al líder de la barra, Francisco Muñoz alias ‘Pancho Malo’, pero también dan cuenta de una larga historia de desencuentros entre Ruiz -Tagle y Mayne-Nicholls .
La disputa se remonta al año 2009, cuando las sociedades que manejan los tres equipos con más hinchas en el país, estimaban que este era un argumento suficiente para adjudicarse una porción más grande de los US$35 millones que ese año generó como excedentes CDF, mientras, Mayne-Nicholls exigía un reparto igualitario para todos los clubes.
Entonces los equipos grandes demandaron a la ANFP ante el Tribunal de Asuntos Patrimoniales del organismo por «incumplimiento de contrato». La directiva de Mayne-Nicholls había solicitado un plazo, lo que llevó al entonces presidente del fútbol chileno a manifestar que le llamaba “profundamente la atención” la rapidez de la demanda y “que el subsecretario de Deportes haya estado involucrado en esa presentación”. Al final se llegó a acuerdo: 25% de las utilidades para los tres grandes, 18% para los de segunda división y un 57% para los de primera, excluyendo a los tres grandes. La fórmula rige hasta 2015.
Otro hecho a considerar en esta trama ocurrió en noviembre de 2010, cuando el periodista Felipe Bianchi afirmó tener constancia de llamados de Gabriel Ruiz-Tagle, Sebastián Piñera y Joaquín Lavín, a dirigentes opositores a Mayne-Nicholls para articular una lista que le quitara la presidencia de la ANFP en las elecciones.
Antes de este episodio, en julio de ese año, una columna publicada por Ascanio Cavallo en La Tercera aseguraba que el subsecretario aprovechó el viaje al mundial de Sudáfrica para hacer lobby con dirigentes que apoyasen una candidatura contraria al hombre FIFA.
Así todo, la guerra por los millones del Canal del Fútbol continuó, Marcelo Bielsa, -quien en la mismísima Moneda se dio el lujo de ignorar a Gabriel Ruiz-Tagle-, terminó apartándose de la selección con la salida de Mayne-Nicholls de la ANFP, mientras el periodista continúa a la espera de su revancha. El vínculo del subsecretario con la Garra Blanca, le permitió darse un gusto en ese sentido.
