“Estas cosas se hacen en reserva”, dijo el diputado del PS y otrora jefe de “La Oficina”, Marcelo Schilling, quien considera también que el Ejecutivo ha hecho un “escándalo” que no contribuye a aminorar el clima de violencia. Indicó que “ha pasado demasiado tiempo” sin que la Agencia de Inteligencia haya obtenido resultados concretos sobre la violencia en la IX Región.
“Nosotros no salíamos a hacer estos escándalos”, dijo el diputado del PS, Marcelo Schilling, al cuestionar el despliegue del gobierno tras el atentado incendiario en Vilcún que la madrugada del viernes último costó la vida al empresario agrícola Werner Luchsinger y su mujer, Vivianne McKay.
En una entrevista publicada este martes por el vespertino La Segunda, el parlamentario que encabezó a comienzos de la década de 1990 las tareas de inteligencia durante el gobierno de Patricio Aylwin a través de “la Oficina”, consideró que ha “pasado demasiado tiempo” para que los organismos encargados de esta área, específicamente la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), Carabineros y la PDI, no hayan logrado mayores avances.
“Si esto es así parece que hay un problema con la capacidad de las policías”, dijo Schilling, crítica que también compartirían sus pares, ya que la Comisión de Inteligencia de la Cámara Baja convocó para la próxima semana al director de la ANI, el ex fiscal Gonzalo Yusseff, y también a representantes de las instituciones mencionadas, para que en una sesión especial de carácter reservada, proporcionen antecedentes sobre el clima de violencia que se vive en la región de la Araucanía y si existe información disponible de los grupos que operan en la zona y de sus eventuales redes de apoyo.
Pero Schilling fue más allá y consideró inadecuado que el Ejecutivo se haya dedicado a “exacerbar” la violencia con los constantes anuncios de un mayor refuerzo policial en la zona del denominado conflicto mapuche y la invocación de la Ley Antiterrorista.
“La exacerbación de las medidas puramente policiales y la represión empeora las cosas porque cada nueva víctima mapuche añade más leña a la hoguera, y es una nueva bandera de lucha para estos grupos”, dijo, al tiempo que criticó duramente que el Presidente Sebastián Piñera haya citado públicamente a una cumbre de inteligencia.
“A la gente hay que proporcionarle lo que está obligado el Estado, que es orden y seguridad como bien público esencial. ¿Pero por qué esto tiene que ser con escándalo? La ANI citó a una reunión extraordinaria y hoy día todo Chile sabe dónde está la ANI y quiénes son los generales de inteligencia. Una idiotez completa, porque estas cosas se hacen en reserva”, expresó, recordando la cita que encabezó Yuseff el lunes último en la sede de la Agencia en el piso 11 de Tenderini 115, en el centro de Santiago y a la cual asistieron, entre otros, el general de Carabineros Alejandro Muñoz y el prefecto inspector de la PDI, Héctor Espinosa.
Finalmente recordó que en la Oficina “nosotros también en su oportunidad nos desesperábamos con Mario Fernández y Jorge Burgos, porque a veces no avanzábamos en lo que teníamos que lograr, que era pacificar el país y terminar con estos grupos, pero no salimos a hacer estos escándalos”.
Pero los cuestionamientos a Yussef por su papel al frente de la ANI no son nuevos ni despertaron con el atentado en Vilcún. La débil gestión del abogado, reconocidamente cercano al ahora ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, ya aparecía bajo la lupa del gobierno con la salida de este último de la cartera de Interior en noviembre pasado y con la llegada de Andrés Chadwick a la jefatura del gabinete.
Ya en ese entonces, como en su momento lo detalló El Mostrador, su evaluación no habría sido positiva y donde algunas versiones sostenían que el funcionario no “daba el ancho” y que le jugaba en contra “su falta de experiencia” a la hora de hacer efectiva la coordinación de los organismos bajo su dependencia.
Entre las críticas se contaba la ausencia de la ANI en los casos de corrupción en Carabineros e Investigaciones, los yerros de la entidad en el “caso bombas”.
El diputado del PPD y ex subsecretario del Interior, Felipe Harboe, apunto en esa oportunidad a que el error lo había cometido el propio Ejecutivo. “El error fue poner a una persona sin experiencia, sin conocimiento de la historia del país, de los movimientos subversivos, de los derechos humanos, eso le impide poder hacer análisis más profundos y entregar al Presidente de la República toda la información que requiere, de manera completa”, dijo.