El compromiso fue adquirido por nuestro país en 2009, durante la cumbre de Copenhague, sin una base informativa adecuada para tomar dicha resolución. «Queremos tener información documentada para definir nuestro compromiso», señaló la ministra.
Durante su participación de este lunes en un foro sobre sustentabilidad en Madrid, la ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, reconoció que el compromiso de rebajar en un 20% sus emisiones contaminantes -adquirido en 2009 en la cumbre de Copenhague- se debió en realidad a «la emoción del momento».
Y es que, así como lo detalló la titular, en Chile esta medida fue aprobada a modo de declaración de intenciones y sin una base informativa adecuada. «Queremos tener información documentada para definir nuestro compromiso», señaló la ministra. En la actualidad, el ministerio de Medio Ambiente estaría desarrollando un modelo que establezca qué emisiones se pueden reducir en nuestro país y a qué costo respecto del desarrollo económico nacional y el consumo energético.
Además, Benítez aseguró que el problema del cambio climático «no está en el consciente colectivo» de los chilenos, aunque sí en la clase política, las ONG y el rubro académico. Sin embargo, con «el paisaje, los ríos, los vemos, se sienten, la gente se identifica y no quiere que los toquen. Pero cualquier desarrollo va a causar impacto y hay que saber equilibrarlo con sus mitigaciones», añadió.
