La abanderada del pacto de la Nueva Mayoría sostuvo que el 11 de septiembre de 1973 «fue un momento de estupor político (…) nos pareció que era impensable».
La candidata presidencial del pacto Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, aseguró que a 40 años del Golpe de Estado «aún existe una fractura entre quienes sostenemos que la democracia es algo que hay que cuidar siempre, y quienes sostienen que la dictadura fue algo legítimo».
En entrevista al programa “Visión 7 Internacional”, de la televisión pública argentina, la ex mandataria sostuvo que el 11 de septiembre de 1973 «fue un momento de estupor político. ¡Esto no puede estar pasando en Chile! Estábamos tan convencidos de que queríamos generar un país más justo, igualitario; hacerlo como Allende quería que fuera, por una vía pacífica y sin confrontación bélica. No podíamos creerlo».
La ex jefa de Estado recordó el contexto político y geopolítico de la época, «que estaba implementado en toda América Latina, donde el que pensaba distinto no era un adversario, sino un enemigo, lo que introduce el sentido de la guerra, donde al enemigo se le dispara».
«Cuando recuperamos la democracia, y antes de ellos, nos preocupamos de muchos de estos aspectos, como que la doctrina de seguridad nacional desapareciera, que los currículos de las fuerzas militares fueran basados en el Estado de Derecho y en conceptos modernos, y no en lo que no queremos repetir», acotó Bachelet.
«Más allá de que no nos pongamos de acuerdo de cómo evaluamos la historia, la gran mayoría considere que las violaciones a los derechos humanos son injustificables y absolutamente condenables. Que uno pueda discutir de que hay errores por parte de todas las fuerzas politicas, eso puede entenderse. Que hubo un fracaso de la política, en el sentido de la capacidad real de conseguir una manera democrática a un conflicto de interes en la sociedad, eso lo aceptamos, pero decir que el Golpe de Estado era válido, legítimo e inevitable, es algo que no compartimos», concluyó.
