Las trenzas de poder que amarró Bachelet con la nominación de subsecretarios

Ya están zanjadas las dos primeras filas del equipo con que asumirá la Presidenta electa Michelle Bachelet el 11 de marzo. Selección delicada y hecha –además de hermetismo– con ojo clínico para dejar establecidas las alianzas de poder necesarias para que la futura Mandataria logre sacar adelante, con el menor ripio posible, su programa de gobierno. Una estrategia con que apuntó especialmente al Senado, donde está el nudo central para que se aprueben los proyectos de ley más complejos.

No hay que olvidar que las designaciones a cargos gubernamentales implican mucho más que un simple nombre, porque cada uno representa en el gabinete una cuota de poder, grupos, tendencias, sensibilidades y padrinazgos políticos. El grueso de los ministros y subsecretarios pertenece a un partido y, dentro de estos, a alguna de sus corrientes internas y, en ese panorama, los subsecretarios de Bachelet –más allá de la repartición numérica para cada tienda de la Nueva Mayoría– reflejan una apuesta por ciertos nombres y grupos que dan más garantía de control interno en las colectividades y bancadas parlamentarias.

Claramente, la nominación de Mahmud Aleuy –un histórico socialista, con línea directa con Bachelet, redes y tonelaje político reconocido– en la subsecretaría del Ministerio del Interior, no se pensó para que se dedique a los temas de seguridad que corresponden a la cartera, ni a los aspectos administrativos. En el propio PS reconocían hoy que “Aleuy no estará ahí para hacerse cargo de la delincuencia, sino que está para asuntos políticos”.

El senador PS Camilo Escalona deja el Senado en marzo y no fue convocado al gabinete, pero sí se llamó a varios de sus “hombres” de confianza o cercanos: Aleuy –que también ha sido el negociador electoral por excelencia del partido–, el próximo subsecretario de Vivienda Jaime Romero –ex jefe de gabinete y operador del parlamentario contrario al opio–, y la futura subsecretaria de la Segpres, Patricia Silva.

[cita]El senador PS Camilo Escalona deja el Senado en marzo y no fue convocado al gabinete, pero sí se llamó a varios de sus “hombres” de confianza o cercanos: Aleuy –que también ha sido el negociador electoral por excelencia del partido–, el próximo subsecretario de Vivienda Jaime Romero –ex jefe de gabinete y operador del parlamentario contrario al opio–, y la futura subsecretaria de la Segpres, Patricia Silva. Es que la Nueva Izquierda es la corriente central del PS, a la que ha adscrito siempre Bachelet, que asimismo es la del timonel del partido, Osvaldo Andrade, y aunque Escalona esté en retirada –por ahora– de la primera fila política a partir de marzo, sigue siendo una de las figuras centrales del PS, con redes y control político.[/cita]

Es que la Nueva Izquierda es la corriente central del PS, a la que ha adscrito siempre Bachelet, que asimismo es la del timonel del partido, Osvaldo Andrade, y aunque Escalona esté en retirada –por ahora– de la primera fila política a partir de marzo, sigue siendo una de las figuras centrales del PS, con redes y control político.

También se hizo un guiño al futuro senador PS Carlos Montes, ya que su hija Javiera fue incluida en el gabinete como subsecretaria de Turismo.

Girardismo cercado

Ya desde el viernes en la tarde, cuando se conocieron los nombres de los ministros elegidos, en sectores del PPD hubo abierta molestia. Es que les quedó claro que la trenza de poder que estaba construyendo la Mandataria electa dejaba fuera de las primeras filas del gobierno a los nombres cercanos y vinculados con el senador por Santiago Poniente Guido Girardi.

“No hay ningún ministro ni subsecretario que sea afín a Girardi”, fue la nota al pie de página que se tomó esa tarde en el partido y que fue ratificada la noche del martes al conocerse los nombres de los personeros. Entre los nueve del PPD hay “laguistas”, “bitaristas”, cercanos al asesor clave de Bachelet y futuro ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, o a la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá.

Cinco son cercanos al futuro senador Felipe Harboe: Antonio Frey (Prevención del Delito), Sergio Galilea (Obras Públicas), Carolina Echeverría (FF.AA.), Kathya Trusich (Economía), quien es pareja del flamante senador electo. Una señal de empoderamiento a quien llegará en marzo a la Cámara Alta, que goza de línea directa con la Mandataria, de quien fuera su subsecretario del Interior en el primer gobierno.

Después de la primera vuelta, han sido sutiles pero no por eso menores las señales de un cierto aislamiento de Girardi. Su rival derrotado en el cupo por Santiago Poniente, hoy es designado ministro de Obras Públicas: Alberto Undurraga (DC).

Desde el PPD reconocen que, más allá de las declaraciones de buena crianza que se hacen en público, hay molestia por la marginación del girardismo, una que nadie considera casual, como lo admiten en el laguismo, y de la que varios señalan como responsable a Peñailillo. Dicen, en todo caso, que la apuesta del senador apunta a los niveles que vienen después en la administración pública: las gobernaciones, jefaturas de servicios, las direcciones, etc., pues ahí es donde pretende instalar a su gente, algo clave para resguardar su poder interno, a través de esas redes.

Pizarro en alza

Antes que la Mandataria electa regresara a Chile en marzo del 2013, ya al presidente del Senado, Jorge Pizarro, era señalado como uno de los principales bacheletistas de la DC.

Así lo demostró en la campaña, lo que fue reforzado con la llegada de su hijo, del mismo nombre, al equipo de asesores más estrechos en la sede de Tegualda y a quien se señala como candidato seguro al segundo piso de La Moneda.

En la nominación de subsecretarios, el senador Pizarro también puso su huella con algunos nombres clave. El principal fue en la más cotizada de todas las reparticiones por los partidos, la Subsecretaría de Desarrollo Regional (SUBDERE), en la que se nombró a Ricardo Cifuentes, que proviene de Coquimbo –la zona del presidente del Senado–, donde ejerció como Intendente entre el 2006 y el 2010.

Otro de sus cercanos, Hugo Lara, fue nombrado subsecretario de Agricultura; él fue previamente la carta de Pizarro para encabezar el Frente de Profesionales de la DC.

El senador DC ya no tendrá las riendas de la testera de la Cámara Alta, pero tiene ocho años por delante en el hemiciclo. No hay que olvidar que tiene el plus de haber logrado uno de los esquivos doblajes al binominal en esa circunscripción, junto a la PPD Adriana Muñoz, y que es uno de los parlamentarios de la falange que demuestra más sintonía con la agenda legislativa que impulsará Bachelet para cumplir su programa de gobierno.

Pizarro está conforme, pero no así otros en la DC. Sí, es cierto que el timonel Ignacio Walker dijo este miércoles que su partido había quedado bien representado en el gabinete: “Todos sabemos que la Democracia Cristiana es un tercio de la Nueva Mayoría, todos sabemos que tenemos seis ministros, incluyendo a Javiera Blanco, independiente muy cercana de toda la vida de nosotros, y tenemos nueve subsecretarios en el gabinete y, por lo tanto, esto, que no es una fórmula matemática exacta, refleja la diversidad de la Nueva Mayoría y representa adecuadamente al partido Demócrata Cristiano”.

Pero, tras esas palabras, en la DC igual había preocupación, principalmente porque no fue oída la petición de quedarse en los ministerios de mayor corte social y, en especial, porque se considera que a todos los ministros de la falange les pusieron subsecretarios que no son un complemento, sino que abiertamente “una sombra”, que tienen línea directa con la Presidenta electa, lo que temen pueda terminar complicando las gestiones de sus autoridades.