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Walker cuestiona el rol del Mineduc y dice que «nunca pensé que íbamos a transformarlo en un gestor inmobiliario» Timonel DC presenta dudas en algunos puntos de la reforma educacional

Walker cuestiona el rol del Mineduc y dice que «nunca pensé que íbamos a transformarlo en un gestor inmobiliario»

«Todos los estudios demuestran que la calidad dice relación, fundamentalmente, con los profesores y directores de las escuelas. Nosotros compartimos los objetivos de este proyecto: fin del lucro con fondos públicos en educación, aumenta la subvención hasta hacer irrelevante e innecesario el copago, e igualdad de oportunidades, lo que significa poner fin a la selección. Dicho eso, hay mucho paño que cortar», explica.


El presidente de la DC y miembro de la Comisión de Educación del Senado, Ignacio Walker, asegura que su partido apoya el proyecto que pone fin al lucro, al copago y la selección, pero muestra dudas en algunos puntos de la reforma educacional que impulsa el Gobierno de Michelle Bachelet, agregando que «nunca pensé que íbamos a transformar el Mineduc en un gestor inmobiliario».

En declaraciones a El Mercurio, el presidente de la falange señala que aspiran a perfeccionar el proyecto en el Senado, específicamente el punto que crea el administrador provisional para las universidades.

«Aspiramos por supuesto a perfeccionarlo en el Senado, asegurando que se trate de un administrador y no de un interventor. Y que sea para casos excepcionales y no pueda utilizarse en un sentido que haya más allá del espíritu de la ley», precisa.

Y añade que una resolución administrativa que tiene esa importancia debe poder ser revisada judicialmente a través de un recurso a disposición de la parte afectada.

En cuanto a lo expresado por diputados DC de que no se entendió el rol de los parlamentarios, Walker explica que «aquí había un amplio acuerdo, de gobierno y oposición, según dice el presidente de la Cámara, Aldo Cornejo. Por lo tanto, extraña la oposición del diputado Osvaldo Andrade (PS) y la indiferencia del ministro Eyzaguirre, según relata el diputado Cornejo. Afortunadamente, tenemos un sistema bicameral. El Gobierno no puede enamorarse de sus proyectos y debe estar abierto al aporte parlamentario».

Además, critica al titular del Mineduc afirmando que desde el punto de vista de la DC no ha estado presente en la línea de producción de la política pública educacional y «recién hemos entrado a participar de estos proyectos en el trámite legislativo. Lo digo derechamente porque soy miembro de la comisión de Educación y presidente del PDC, y no hemos tenido ningún conocimiento previo. Al contrario, ha ocurrido algo como esta situación absolutamente anómala de que senadores de oposición tengan acceso previo y privilegiado a un articulado que yo conocí, como cualquier chileno, una vez que ingresó a la Cámara de Diputados».

Walker también explica que no hay que perder de vista el foco de la reforma educacional, el cual recae en la calidad en condiciones de equidad y «todos los estudios demuestran que la calidad dice relación, fundamentalmente, con los profesores y directores de las escuelas. Nosotros compartimos los objetivos de este proyecto: fin del lucro con fondos públicos en educación, aumenta la subvención hasta hacer irrelevante e innecesario el copago, e igualdad de oportunidades, lo que significa poner fin a la selección. Dicho eso, hay mucho paño que cortar».

El timonel de la DC menciona que se debe terminar con el lucro con fondos públicos en educación, pero deja claro que se debe tener una garantía y es que el sostenedor privado va a poder recuperar su inversión, lo cual traerá tranquilidad al 55% de la matrícula en el país que está en colegios particulares y subvencionados.

Además, dice estar de acuerdo con el aumento de la subvención, tanto en la general como en la preferencial y la nueva subvención ampliada, la cual se extiende al 80% de los alumnos de menores recursos, por lo cual el sostenedor privado tendrá la garantía del Estado de que tendrá los recursos necesarios para su proyecto educactivo.

Sin embargo, advierte de la existencia de un «área gris», explicando que son «aquellos colegios particulares subvencionados que cobran un copago que va de 42.500 a 84.300 pesos. Eso no está resuelto en la ley. La doctrina del ministro Eyzaguirre, que comparto, que por cada peso que subo en subvención puedo bajar el financiamiento compartido, no se cumple en ese tramo, que son 274 colegios con una matrícula de 300 mil alumnos. Por lo tanto, ahí hay un vacío que tenemos que llenar».

En cuanto a la infraestructura planteada en el proyecto, Walker precisa que «yo nunca me imaginé, nunca pensé, que íbamos a transformar el Ministerio de Educación en un gestor inmobiliario. Es un tema que hay que aclarar y corregir. Cinco mil millones de dólares es lo que se podría destinar, en 12 años, a la compra de infraestructura por parte del Estado, lo que equivale al 60% de la recaudación tributaria de un año, que es de ocho mil 200 millones de dólares en régimen».

En ese sentido, el timonel de la DC sostiene que no se causará un detrimento a un sostenedor que ha jugado 20 años con las reglas que «nosotros mismos le hemos colocado. Dicho lo anterior, también hay que decir que en democracia se pueden cambiar las reglas. El desafío es dotarlas de legitimidad, apuntando a la gobernabilidad y estabilidad (…) En defensa del proyecto, nuestro problema no es que estemos levantando una amenaza contra la educación privada, el problema es que la que está amenazada es la educación pública».

Walker también sale a echar paños fríos a las declaraciones de Mariana Aylwin, quien dijo que desde los otros partidos de la coalición de Gobierno «salen rasgos totalitarios peligrosos».

«No creo que exista ningún tipo de rasgo autoritario en la Nueva Mayoría. Lo que sí vemos de repente son posturas intransigentes entre nuestros aliados y amigos de la Nueva Mayoría, y eso no puede ser», señala.

En ese mismo sentido, el presidente de la falange explica que como partido no aceptarán ninguneos y que harán respetar, ya que «es muy importante que la DC haga valer no solo su peso político electoral, sino esa impronta que refleja a la clase media, a la gente independiente, que procura representar votos moderados. Ese es el rol de la DC y hay amigos de la Nueva Mayoría que no lo entienden así. Que son minoría, pero que sienten que este es su momento».

 

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