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La derecha presenta propuesta para acuerdo de educación y ex líderes estudiantiles dicen que no hay que negociar con quienes se opusieron a la idea de legislar Alianza propone al gobierno documento consensuado con UDI, RN y Evópoli

La derecha presenta propuesta para acuerdo de educación y ex líderes estudiantiles dicen que no hay que negociar con quienes se opusieron a la idea de legislar

«Ahora estamos en el Congreso, pero nuestra presencia allí sería estéril si no empujamos los mismos cambios que impulsamos en ese entonces como dirigentes. Sin embargo, nada ni nadie puede garantizar que esas demandas que la mayoría apoya se transformen, finalmente, en leyes», expresan Camila Vallejo y Giorgio Jackson.


La derecha presentó al gobierno una propuesta para poder llegar a un acuerdo en uno de los ejes de la reforma educacional, el que hace referencia a terminar con el lucro, el copago y la selección. Sin embargo, los ex líderes estudiantiles y actuales diputados, Camila Vallejo y Giorgio Jackson, explican que la idea es alcanzar alianzas con quienes desean realizar cambios y no con quienes se opusieron a la idea de legislar.

De acuerdo a lo que señala La Tercera, el sábado se reunieron los diputados y miembros de la Comisión de Educación, Felipe Kast (Evópoli) y Romilio Gutiérrez (UDI), con el secretario ejecutivo de la reforma educacional, Andrés Palma.

La idea de este encuentro, bastante informal porque se reunieron en un café de Providencia, era la de explorar una fórmula que permita llegar a un acuerdo sobre uno de los ejes de la iniciativa que impulsa el gobierno y que busca eliminar el lucro, el copago y la selección.

De acuerdo al diario, los diputados de oposición le explicaron a Palma sobre la propuesta formal en torno a la reforma, la cual fue consensuada por primera vez con legisladores de la UDI y RN.

En el texto planteado por la derecha se pide «evitar el cierre de colegios particulares subvencionados», respecto a lo cual se señala que «para que esto sea posible, es necesario eliminar el requisito de que sostenedores sean dueños, permitiendo el arriendo del inmueble y permitiendo que las propiedades tengan gravámenes».

Además, la propuesta sugiere la idea de posibilitar un copago limitado, indicando que una fórmula para que los padres sigan aportando a la educación es que puedan «financiar actividades que promuevan una mejor educación para nuestros niños, sin que signifique una discriminación económica para nadie».

En el texto presentado a Palma también se alude a que los montos de la subvención se establezcan por niño, sin diferencias entre los tipos de establecimientos.

Además de los diputados Kast y Gutiérrez, también están Jaime Bellolio (UDI), Germán Becker, Nicolás Monckeberg y José Manuel Edwards (RN), además del centro de estudios Horizontal que encabeza Hernán Larraín Matte. Este estamento ha trabajado en la elaboración del documento y jugado un papel clave en la coordinación del sector.

En ese sentido, Bellolio explica que «este es un esfuerzo para ponernos de acuerdo al interior de la Alianza e intentar que el gobierno entre en razón», mientras que Kast menciona que «invitamos al gobierno a acoger estas propuestas para construir un acuerdo transversal».

En tanto, Monckeberg señala que con tales propuestas «le decimos al gobierno que nosotros queremos una reforma educacional, y que impulsaremos un acuerdo amplio».

Sin embargo, un tema que podría entorpecer un eventual acuerdo es la condición que se pide para que los colegios con buenos resultados académicos no tengan que cambiar su personalidad jurídica, es decir, que no se vean forzados a transformarse en una fundación.

Vallejo y Jackson rechazan negociar con la derecha

Por su parte, los ex dirigentes estudiantiles y actuales diputados, Camila Vallejo y Girogio Jackson, plantearon la necesidad de alcanzar acuerdos con quienes quieren realizar cambios y rechazan la idea de lograr alianzas con quienes ya expresaron, en un momento, su rechazo a la idea de legislar en el Congreso.

Ambos ex dirigentes universitarios, en una columna en el mismo periódico, analizan el escenario que enfrenta la reforma educacional del gobierno y adelantan los ejes de los perfeccionamientos que impulsarán durante la tramitación en el Congreso.

Los legisladores inician su texto recordando el encuentro sostenido en el gobierno de Sebastián Piñera en la propia sede de La Moneda, lo cual no llegó a buen puerto y explican que «la frustración e impotencia al chocar contra la pared ideológica del gobierno fueron gigantes».

Sin embargo, explican que actualmente ese escenario cambió, ya que las demandas por una mejor educación «tuvieron que ser incorporadas en la mayoría de los programas de los candidatos presidenciales, incluido el de la Presidenta Michelle Bachelet».

«Ahora estamos en el Congreso, pero nuestra presencia allí sería estéril si no empujamos los mismos cambios que impulsamos en ese entonces como dirigentes. Sin embargo, nada ni nadie puede garantizar que esas demandas que la mayoría apoya se transformen, finalmente, en leyes», acotan los ex dirigentes.

Además, anuncian que presentarán indicaciones al proyecto en las que se incluyen algunas manifestadas por los estudiantes.

Vallejo y Jackson expresan que «nos sigue preocupando que un proyecto presentado en la dirección correcta pueda deformarse en el trámite legislativo, al punto de convertir una reforma en la mantención de las cosas como están».

Y agregan que «lo que proponemos es tan simple como alcanzar acuerdos con los que quieran realizar los cambios y no sucumbir ante la presión mediática y política de quienes ya se opusieron a la idea de legislar».

Los cambios que proponen son, a su juicio, una «real agenda transformadora», como es la gradualidad en el fin del copado para financiar peso a peso, «sí, pero con una fecha de término definitiva; término de la selección efectiva, con un sistema que logre asegurar que las familias elijan los establecimientos, sin dejar espacio a un abuso casi imposible de fiscalizar; aumento de nuevas subvenciones, pero rediseñando el financiamiento para asumir los costos reales de brindar calidad de educación; fin al lucro, pero sin dejar con un poder desmedido de los actuales dueños de los inmuebles que les arriendan a los colegios, y asimismo sin ninguna posibilidad de arriendo entre personas relacionadas como sucede descaradamente en la educación superior, donde el lucro no está permitido y, sin embargo, ocurre».

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