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Lo que deben hacer las trabajadoras de casa particular durante las vacaciones de su empleador

Lo que deben hacer las trabajadoras de casa particular durante las vacaciones de su empleador

Con la entrada en vigencia de la nueva Ley de Trabajadora de Casa Particular, los empleadores no deben llevarse a sus trabajadoras al lugar vacacional, a menos que este estipulado en el contrato, de lo contrario será sancionado. A pesar de esta normativa, aún hay trabajadoras que son obligadas a ir en contra de su voluntad.


El pasado 1 de enero comenzó a regir la nueva ley de Trabajadoras de casa particular, que regula los horarios de trabajo y condiciones laborales. Los principales cambios que trae esta normativa son un contrato de trabajo obligatorio a todas las trabajadoras, en condición puertas adentro o afuera. Este contrato, en el caso de las trabajadoras puertas afuera, debe estipular el horario de trabajo, que no puede sobrepasar las 45 horas semanales.

En el caso de las trabajadoras puertas adentro, el empleador debe pagar la alimentación y el alojamiento, contar con días libres en la semana, y no sobrepasar las 12 horas de trabajo diario. Son nueve horas ininterrumpidas, y las otras tres horas son para comer u otras necesidades biológicas. Hasta ahora sólo tienen descanso los domingos, y a partir del 21 de noviembre tendrán derecho a incorporar un sábado, el cual podrá cambiarse por un día a la semana del mismo mes. En ambos casos, rige la prohibición de usar los uniformes y delantales en espacios públicos, que se establezca la dirección en la que trabajará la persona, las labores que desempeñará, los días libres y su horario de trabajo.

Esto significa que si un empleador desea llevar a la trabajadora al lugar donde se va de vacaciones con su familia, no puede hacerlo a menos que lo haya establecido en el contrato. De lo contrario, está incurriendo en ilegalidad. También se da el caso en que muchos empleadores asumen que, si llevan a la trabajadora con ellos, cuenta como vacaciones legales. Tampoco eso corresponde, porque tiene derecho a 15 días hábiles sin tener que trabajar y con goce de sueldo.

A pesar de que esta normativa viene a cambiar malas prácticas e incluso abusos que se han cometido en contra de las trabajadoras, existen tres problemas al momento de su implementación: que la trabajadora esté al tanto de esta nueva ley, que quiera y la haga valer.

[cita]Si un empleador desea llevar a la trabajadora al lugar donde se va de vacaciones con su familia, no puede hacerlo a menos que lo haya establecido en el contrato. De lo contrario, está incurriendo en ilegalidad. También se da el caso en que muchos empleadores asumen que, si llevan a la trabajadora con ellos, cuenta como vacaciones legales. Tampoco eso corresponde, porque tiene derecho a 15 días hábiles sin tener que trabajar y con goce de sueldo.[/cita]

Trabajadoras organizadas

Según cifras del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (SINTRACAP), en Chile son 360.000 trabajadoras a nivel nacional, de las cuales el 12% son puertas adentro y, generalmente, trabajadoras inmigrantes.

La presidenta del sindicado, Ruth Olate, cuenta que ha sido muy difícil informar a sus compañeras e incluso hay algunas que aún no están al tanto de la nueva normativa. Es por esto que han recurrido a distintos medios de comunicación para difundirlo y frenar lo que ella considera un abuso por parte del empleador.

“Las compañeras no están al tanto, nosotras mismas tenemos que fiscalizar que no se haga este abuso, de parte de la empleadora, de llevarlas a atenderlas a la playa. Por eso nosotras estamos en campaña para informar a nuestras compañeras que no acepten, porque el contrato esta en el lugar donde ella realiza su trabajo en todo el año, a no ser que la trabajadora quiera ir, y ese es otro cuento”, señaló.

Asegura que en la mayoría de los casos las trabajadoras ceden por temor a los despidos, pero cree que deben ser ellas mismas quienes eduquen a sus empleadores para que estos abusos no se repitan, “de lo contrario la situación jamás cambiará”.

Mientras trabajaron el proyecto de ley en Comisión del Trabajo del Congreso, aseguraron que estipular el domicilio donde se realizan las labores en el contrato era uno de los puntos centrales, ya que iba a ser muy difícil fiscalizar y hacer cumplir las horas extras y descansos si iban a trabajar con sus jefes en sus lugares de vacaciones.

Según Olate, si la trabajadora se va por voluntad propia, nada asegura que se le paguen horas extras. Ante esto recomienda que no lo hagan, porque casi siempre terminan trabajando el triple y la remuneración no es acorde a las labores que realizan.

Ella cree que el cumplimiento de la ley sólo está en manos de cada trabajadora, porque si se niega a denunciar no se puede hacer nada. Cree que hace falta una cláusula que proteja a la trabajadora luego de denunciar al empleador, porque si no existe seguirán cometiéndose abusos en contra de las trabajadoras.

Incumplimiento de la ley

A pesar de que la ley es clara, aún no se respeta en su totalidad, situación que ocurre con las trabajadoras que son obligadas a trasladarse junto con sus jefes en el período de vacaciones, bajo la amenaza de que si no lo hacen serán despedidas.

Este es el caso de Cecilia, de 57 años, trabajadora de casa particular puertas adentro por más de 40 años. Oriunda de la Región de Los Lagos, tiene un hijo de 41 años y un padre enfermo, motivo por el que se negó en primera instancia a ir a la playa con sus actuales empleadores, con quienes lleva tan sólo 4 meses.

Su trabajo consiste en cocinar, hacer aseo, lavar y planchar. La familia con la que trabaja es numerosa, a esto se suma que reciben muchos invitados durante vacaciones. En total son 12 empleadas en esa casa, y el uniforme es obligación, de lo contrario pierde el trabajo. Cree que su labor no es bien remunerada, pero se resigna.

“Es lo que me tocó, uno necesita su trabajo, y las condiciones las ponen ellos más que uno, a veces uno necesita y tiene que aceptar a la fuerza no más, por más que no se quiera”, expresó.

Si bien la trabajadora asegura que se sintió amedrentada, cuenta que la situación ha mejorado con los años, antes debía trabajar domingos y festivos, sin horarios de trabajo, y que ahora al menos respetan sus días de descanso.

Con la entrada en vigencia de la nueva ley, firmó un contrato donde se estipulaba el domicilio laboral, pero no figuraba que debía trasladarse en el período de vacaciones con sus jefes, por lo que la situación que está viviendo actualmente es ilegal.

“Realmente yo no quería venir porque tenía a mi papá enfermo y ando con poco ánimo, pero tuve que venir no más. Vine por obligación porque si no venía podía perder mi trabajo. Yo le dije al caballero que lo iba a denunciar a la Inspección del Trabajo, pero no le tomó mucha atención”, dijo Cecilia.

Sus compañeras del sindicato le han aconsejado denunciar esta situación, pero ella teme las represalias luego de la denuncia. Cuenta que a su edad es más difícil encontrar un trabajo, y que su empleador anterior la despidió de un día para otro. Aunque interpuso una demanda, aún le adeuda el último mes de sueldo, el finiquito, por eso no cree que la justicia pueda hacer algo por ella.

Cecilia desconoce la cantidad de días que estarán en la casa de vacaciones, no tendrá días libres mientras estén allá, tampoco son claros los horarios, el día termina cuando su empleador se acuesta. Se conforma con la promesa de su empleador de pagarle un bono a fin de mes, el cual asegura hará valer.

“Le dije que tenía que pagarme más, y me dijo que un bono me iba a dar, entonces a fin de mes cuando me paguen voy a ver si cumplió, me tiene que pagar lo que realmente me corresponde y un poco más. Si no, lo hace lo voy a denunciar no más”, dijo Cecilia.

Distinto es el caso de Viviana Canales, quien trabaja hace más de 25 años en el rubro, específicamente cuidando niños. Oriunda de Temuco, aunque siempre ha trabajado en Santiago, pertenece al Sindicato de Trabajadora de Casa Particular, ha sido parte de la directiva de este, y asegura que ninguno de sus tres empleadores anteriores le han puesto problemas al momento de darle permisos o tomarse los días de descanso.

Con la familia que está actualmente, lleva un año. Con respecto a la entrada en vigencia de la nueva ley, fue ella quien les informó y les dijo que debían hacerle un nuevo contrato. Asegura tener una excelente comunicación con su empleador y decidió por su voluntad irse a trabajar con ellos mientras se tomaban las vacaciones, pero antes de aceptar puso sus condiciones.

Su empleador debe pagarle los pasajes, el trabajo en la playa debe ser compartido, su trabajo consiste en cuidar a los niños y si invitan a más gente no deben sobrecargarla con trabajo.

[cita]“Le dije que tenía que pagarme más, y me dijo que un bono me iba a dar, entonces a fin de mes cuando me paguen voy a ver si cumplió, me tiene que pagar lo que realmente me corresponde y un poco más. Si no, lo hace lo voy a denunciar no más”, dijo Cecilia.[/cita]

“Yo he tenido buena comunicación y ha sido una muy buena experiencia porque el trabajo ha sido compartido, si voy con ellos les trabajo, pero me gusta que me cooperen. En la playa no es mucho lo que trabajo, a diferencia de lo que les pasa a mis compañeras, me levanto a las 10 de la mañana, y a las 8 ya los niños están súper agotados, y ya están durmiendo, y si es que invitan a alguien, traen comida preparada”, expresó Viviana.

Además ella hace respetar sus vacaciones legales y se las tomará más adelante. Cree que es fundamental la comunicación y, si hubiese decidido no ir, sus jefes lo abrían respetado. Próximamente sus empleadores se irán nuevamente de vacaciones y dice que en esa oportunidad no irá con ellos.

Ella cree que todo va en la actitud de la persona y es fundamental la entrevista de trabajo, porque debe dejarle en claro desde ese momento que es fundamental que el trato sea digno. Aconseja al resto de las trabajadoras conversar esto al momento de firmar el contrato y que sean claras en lo que quieren.

La ilegalidad de llevárselas de “vacaciones”

Carmen Espinoza, abogada laboralista, dice que todos los trabajadores tienen derecho a pedir sus vacaciones cuando lleven el período de un año trabajando, y el empleador lo otorgara según mutuo acuerdo. La ley dice que de preferencia primavera o verano, pero también puede haber una familia que por las condiciones laborales le tenga que negar las vacaciones en verano, por ejemplo, para otorgarle las vacaciones cuando ambos acuerden.

En general las familias prefieren darles las tres semanas juntas, porque ellos necesitan acomodar su propia vida. En términos legales, Carmen asegura que es un tema complicado que se las lleven de “vacaciones”.

“No son vacaciones si ella es la que tiene que servir a la familia como vacaciones, si se la llevan como invitada sería estupendo. Pero las vacaciones tienen que ser pagadas. En el caso de cambio de ley, debiera estipularse si va haber un mes en que se van a ir de vacaciones y si hay más pago, pero hasta el momento sólo se estipula un domicilio laboral. Es un tema que tenemos que ver desde la Dirección del Trabajo, y efectivamente hay vacíos que no se puedan cumplir”, señala Carmen Espinoza.

Con respecto al caso de las trabajadoras que han sido obligadas a acompañar a sus empleadores en el período de vacaciones, explica que “en ningún caso podrían obligarla a hacer algo que no está comprometido en su contrato. Hay un tema constitucional, nadie puede obligar a desplazarse a un lugar que uno no quiera, la Constitución establece la libre circulación”.

Si los contratos no están ingresados en la Dirección del Trabajo, la situación se complica aún más, porque se torna más difícil fiscalizar. Al ser el contrato de adhesión, es el empleador el que pone las partes, pero con esta ley se pretende que, una vez que se pongan las condiciones, no se cambien.

Si bien cree que va a ser complicado, dice que es un derecho del que tienen que ir tomando conciencia las trabajadoras.

“El tema de que las trabajadoras se sientan obligadas no es un tema que lo resuelva la ley, es un tema que se resuelve desde la formación, la capacitación, la toma de conciencia del tema de parte de toda la sociedad”, recalca.

Con respecto a la divulgación de esta nueva ley, asegura que a nivel general las normas laborales tienen dificultades para ser conocidas por todos los trabajadores, pero siempre existe la obligación de la Dirección del Trabajo de hacer los esfuerzos necesarios para capacitar a los trabajadores en cuanto a la ley, la resolución de conflictos y negociaciones que puedan darse.

En este sentido, asegura que el problema mayor que se puede dar es que las que están organizadas son muy pocas, tienen poco tiempo y capacidad de relacionarse con actividades de capacitación.

“La actividad de capacitación es siempre un esfuerzo, en el caso de ellas es un esfuerzo mayor, porque sus tiempos libres son mínimos, sobre todo si son puertas adentro”, expresó.

Soluciones al problema

Una de las soluciones que se propone desde el sindicato para terminar con este problema, es que el periodo de vacaciones del empleador sea el mismo de la trabajadora, o que se quede en el domicilio donde trabaja cuidándolo, porque en muchos casos les pagan a otras personas para que queden cuidando la casa.

En este sentido, Ruth Olate cree que en Chile aún falta mucho, pero que si la mujer trabajadora toma conciencia de sus derechos, las condiciones laborales mejorarán considerablemente.

“Nosotras vemos que muchas mujeres aún no han logrado entender cuáles son nuestros derechos y deberes. Mientras nosotras no nos empoderemos en estas reivindicaciones que hemos logrado, nunca se va a poder beneficiar y mejorar nuestras condiciones laborales. Ese es un llamado que hemos hecho. Con los medios de comunicación, las trabajadoras se han empoderado y esperamos que sigan siendo muchas más quienes tomen conciencia de sus derechos”, señaló.

* Este reportaje fue publicado por el sitio sindical.cl y es de la utoría de Bárbara Coloma.

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