«La reconstrucción no puede ser una bandera de lucha política, porque la experiencia nos ha demostrado que tareas como esta no son de un Gobierno u otro, sino que son una responsabilidad de Estado», dijo la mandataria.
Durante una sobria ceremonia en el Palacio de La Moneda, la Presidenta Michelle Bachelet conmemoró este viernes el quinto aniversario del terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero de 2010, desastre natural que marcó el término de su primer Gobierno.
La jefa de Estado, acompañada por la ministra de Vivienda, Paulina Saball, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, la delegada presidencial para la reconstrucción, Paula Forttes, y el director de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Ricardo Toro, hizo un balance de la marcha del proceso, poniendo énfasis en las tareas que hace un año dejó pendiente la administración del ex Presidente Sebastián Piñera, gran parte de las cuales –asegura– han logrado concretarse.
Y aunque no hizo mención alguna al ex Mandatario, quien esta mañana lanza el libro El desafío de la reconstrucción, lecciones aprendidas, sí recalcó que se trata de un asunto que no puede reducirse a cifras ni tampoco puede utilizarse como una bandera política.
«Sigue siendo duro para Chile que todavía haya quienes no pueden rehacer plenamente sus vidas como corresponde. Esta realidad de muchos compatriotas es también para actuar sin descanso, para mirar de frente esta tragedia, hacernos cargo de lo que queda, acompañar a quienes lo necesiten, pero también, algo muy importante, sacar una lección como país. Y una lección fundamental es que la reconstrucción no sólo es viviendas, sino que fundamentalmente es una reconstrucción integral, pensando en las personas y en sus vidas».
«Y otra lección es que la reconstrucción no puede ser una bandera de lucha política, porque la experiencia nos ha demostrado que tareas como esta no son de un Gobierno u otro, sino que son una responsabilidad de Estado. En casos como este, el deber de quienes gobernamos es continuar los esfuerzos ya iniciados y concluir definitivamente el proceso de reconstrucción», agregó.
Bachelet también hizo un recuento de los avances del proceso desde que asumió la Presidencia. «Sin intención de polemizar con las cifras, lo que corresponde es asumir responsable y seriamente la complejidad de la realidad que aún enfrentamos y es lo que hemos estado haciendo durante este primer año de Gobierno, en que nombramos a una delegada presidencial que, en terreno, recorriendo las comunas afectadas, realizó un diagnóstico riguroso para la implementación de un plan de acción integral en todos los lugares que aún no reciben una solución final».
Es así como aseguró que en febrero de 2014 el proceso de reconstrucción no estaba terminado, ya que, además de las obras todavía en curso, faltaba el inicio de 3.872 proyectos habitacionales «que aún no recibían una verdadera solución». Y afirmó que ya en enero último la mitad de esas soluciones en ejecución ya estaban concluidas y cerca de un tercio de los casos pendientes cuentan actualmente con «obras en marcha».
Bachelet destacó que se está trabajando en la creación de una nueva institucionalidad que sustituirá a la Onemi, que con mayores facultades se hará cargo de la prevención, de la gestión de riesgos y del manejo de una catástrofe.
Finalmente, en un mensaje a las víctimas y sus familiares, dijo que «la reparación y la paz que sus vidas necesitan, llegará de acuerdo a lo que la justicia determine y que todos esperamos que ocurra prontamente».
