Presidente de la Comisión de Salud
El diputado PS expresó la molestia que existe entre algunos legisladores oficialistas por el retraso en el trabajo de esta iniciativa que también genera una división al interior de la falange. El parlamentario hizo notar la «fragilidad» del Gobierno frente al «ultimátum de cualquier partido».
Para nadie pasó inadvertida la maniobra de la Democracia Cristiana, a través de declaraciones de prensa, incluyendo la del ministro del Interior Jorge Burgos (DC) y acciones políticas explícitas para retrasar la votación en la Comisión de Salud de la Cámara, del proyecto que despenaliza el aborto en tres causales. Una de las promesas durante la campaña de la Presidenta Bachelet.
En efecto, la votación de la idea de legislar se suspendió por un plazo de al menos dos semanas. Y las quejas al interior del oficialismo llegaron inmediatamente. El presidente de la comisión, Juan Luis Castro (PS), se quejó porque a su juicio el Ejecutivo cedió al ultimátum de «un partido» al que no nombró, aunque evidentemente se trata de la DC.
«Me molestó porque me sentí pasado a llevar, sentí que aquí había una fragilidad muy grande en el Gobierno. Yo pensé que La Moneda no iba a aceptar este ultimátum sinceramente», afirmó.
El diputado y médico explicó que durante la tarde recibió llamados desde La Moneda comunicándole la nueva postura del Ejecutivo a pesar del acuerdo hecho hace algunos meses de votar a favor de la iniciativa. «Cuando ayer empiezo a recibir las llamadas del Ministro vocero de gobierno [Marcelo Díaz], de la subsecretaria de la Segpres [Patricia Silva] y escucho las declaraciones del ministro Burgos vi que el escenario cambió radicalmente», explicó.
Castro estimó que «se cedió a esta presión que por la tarde se la representé al ministro Eyzaguirre de manera muy simple, le dije ‘ministro, usted está inaugurando una temporada que creíamos olvidada, donde cualquier partido político podía hacer un chantaje al Gobierno de último minuto'», concluyó.
