Más allá del despliegue para apagar el foco de tensión, con tres de los cuatro ministros del comité político dando explicaciones para despejar dudas, ese mismo esfuerzo prueba que las presiones a Impuestos Internos son un flanco de preocupación para el gobierno.
Aunque están fuera del Servicio de Impuestos Internos (SII), lo cierto es que los movimientos y declaraciones de dos de sus ex autoridades, el otrora director Michel Jorratt y el ex subdirector jurídico Cristián Vargas, siguen complicando a La Moneda, al punto que hoy el comité político casi en pleno salió públicamente a desmentir versiones de posibles presiones a la institución para frenar las investigaciones del caso SQM. Es más, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, había optado por el silencio en este tema, pero la presión permanente sobre el Gobierno es tal, que se vio obligado a tener que despejar las dudas del rol que ha jugado.
Por una parte, hace unos días se ha instalado la información que fuentes cercanas a Jorratt han apuntado al ministro Valdés como uno de los responsables de haber pedido al ex director del SII no realizar acciones en la investigación SQM. A ello se sumó que entre el jueves en la noche y esta mañana, Vargas ha dado sendas entrevistas en CNN Chile y T13 en las que afirmó, en la primera, que “el servicio tiene propósitos fijados por ley, objetivos que son institucionales, cuando todos estas presiones, intentos de injerencia para cambiar ese rumbo institucional, que las decisiones se adopten no en base a consideraciones objetivas técnicas o jurídicas, sino en base a consideraciones políticas, estamos en una situación grave para el SII, una situación atentatoria del Estado de Derecho”, mientras que en la segunda entrevista agregó que «lamentablemente Jorratt estuvo disponible a aceptar presiones y eso lo debilitó como director (…). Él pudo haberse fortalecido cumpliendo a cabalidad sus funciones», añadió.
Pasadas las 10 de la mañana, el ministro de Hacienda dio un punto de prensa en Teatinos 120 para anunciar la designación de Enrique Marshall como vicepresidente de BancoEstado. En esa instancia, se le preguntó al jefe de la billetera fiscal por las eventuales presiones al SII y si él efectivamente había solicitado a Jorratt no realizar acciones en el caso SQM, pero Valdés optó por no responder el tema y se escudó en que solo hablaría de la nominación de Marshall.
Eso dio pie para que se interpretara y entendiera que el ministro no había descartado la información, que había dejado abierto ese tema, lo que con el correr de las horas, lo obligó a salir públicamente a precisar el punto, para no dar cabida a segundas lecturas.
Todos los viernes a la hora de almuerzo se reúne el comité político y hoy se avisó minutos antes que Valdés venía a la cita y que iba a hablar antes en los patios de La Moneda. Incluso, esperó varios minutos a que el Vicepresidente, Jorge Burgos, terminara de dar una declaración sobre el mismo tema, en la que lo respaldó y negó las presiones.
“Yo nunca he presionado ni voy a presionar al SII, soy respetuoso absoluto de la independencia del servicio y no es mi forma de actuar”, precisó Valdés ante las cámaras de televisión y, acto seguido, explicó que él tuvo “una conversación con el director del SII el lunes que asumí (11 de mayo), a media mañana pidiéndole que por favor postergara ese día cualquier decisión de cualquier ámbito porque era el día que yo estaba asumiendo y necesitaba espacio para interiorizarme de todos los temas de la cartera. Volví a hablar con el director cuando fue el día que la Presidenta decidió pedirle la renuncia”.
Varias veces reiteró ese punto, la conversación de ese lunes 11 de mayo. “Llegué esa mañana, juré de ministro, me junté con el equipo de Hacienda y le pedí a todo el mundo ese día que por favor me dieran el espacio para interiorizarme de todo. Eso es todo lo que hice”, reiteró Valdés, mientras fue acompañado unos breves minutos por Burgos en el patio mientras hablaba.
El ministro de Hacienda agregó que él ese día «no sabía de los temas que estaban arriba de la mesa en el servicio, yo le dije hoy día por favor que la noticia sea la instalación del nuevo ministro y nada más” y luego, explicó que “no hablo con el director del SII de ningún tema que no sean de legislaturas y en general, el día a día, es el subsecretario el que lleva la relación con el SII».
Minutos antes, Burgos había salido a caminar relajadamente, manos en los bolsillos, por los patios de La Moneda, gesto habitual del Vicepresidente cuando quiere hablar de algún tema fuera de pauta o su agenda de actividades. “No podemos ser comentaristas de declaraciones de personas que tendrán el derecho a hacerlas, pero lo que yo quiero decir es que lo que ha sostenido él (Vargas) no constituye una novedad, en el sentido de que viene sosteniendo eso e incluso lo advirtió en un proceso”, precisó.
Recalcó que no han existido presiones desde el Ministerio del Interior al SII, que él nunca ha hablado con Vargas, que entiende que «por las declaraciones de los funcionarios de acá, que han dicho que no es así (las acusaciones), entonces hay una palabra contra otra palabra» y que la investigación que realiza la Fiscalía es “una buena oportunidad para determinar si son consistentes las declaraciones, y las personas que él (Vargas) involucra tendrán derecho a guardar silencio o contestarle».
Burgos no fue el único que apuntó a bajarle el perfil a las declaraciones del ex subdirector jurídico de Impuestos Internos y a las versiones del entorno de Jorratt. Pasado el mediodía, el vocero Marcelo Díaz dijo que «llama la atención que unos denuncien presiones cuando se van y no antes”, que él no se hace cargo de eso, porque “al final me convertiría en un comentarista de las declaraciones de cualquier persona sobre cualquier asunto» e insistió que, tras la salida del director del SII La Moneda, a través del sistema de Alta Dirección Pública, inició un proceso de selección para encontrar a la persona más idónea para hacerse cargo del servicio.
Más allá del despliegue que hizo La Moneda para apagar el foco de tensión, con tres de los cuatro ministros del comité político dando explicaciones para despejar dudas, ese mismo esfuerzo prueba que las presiones a Impuestos Internos es un flanco de preocupación para el Gobierno.