De todos modos, el abogado constitucionalista cree que los diálogos ciudadanos servirán para presionar al Parlamento.
El abogado constitucionalista Fernando Atria, si bien valoró el anuncio de la Presidenta Michelle Bachelet respecto del cronograma para el inicio del proceso constituyente, dice estar escéptico frente al quórum de 2/3.
«Es un anuncio que intenta no transformarse en un proceso de reforma constitucional más, a la manera del 2005. No es simplemente que el gobierno va a mandar un proyecto de reforma constitucional. La Presidenta enfatizó que era una nueva Constitución, no reforma constitucional. Es importante que la discusión pública se haga cargo de esa diferencia», reparó.
Agregando que «es una iniciativa que merece ser destacada, aunque soy escéptico que 2/3 del Congreso esté de acuerdo con aprobar esto. Pero parte de lo que supone que tiene que producir este proceso de participación, es la creación de una demanda por nueva Constitución que haga para este Congreso difícil de rechazarla».
En esa línea, Atria explicó a La Tercera que «el proceso tiene dos finalidades, por lo que anunció la Presidenta. Una es que a partir de sus resultados se elaboren las bases de una nueva Constitución y se elabore un texto de nueva Constitución, que es la partida de la discusión. Y la segunda, por cierto, es hacer transparente la demanda ciudadana por una nueva Constitución y hacer difícil al Congreso negar los votos para que discuta esto en el Congreso siguiente».
Frente a la consulta de qué pasará si las fuerzas que quieran cambiar la Constitución en el próximo Congreso no consiguen la mayoría, el abogado constitucionalista recalcó que «así funciona la democracia, no mediante vetos, trampas ni cerrojos. Porque en los hechos, la próxima elección parlamentaria y presidencial va a tener como tema principalísimo la nueva Constitución. Va a ser difícil no leer en los resultados de esa elección un mandato respecto del problema de la nueva Constitución».
