A casi tres años de ocurrido el fatal atropello
El ex senador y presidente de RN insiste en que el hecho que le costó la vida a Hernán Canales fue magnificado por la prensa, como parte de un «aprovechamiento político grosero» y que la opinión pública golpeó a uno de sus hijos, «que está empezando su vida, para pegarme a mí».
En medio de su estadía en la Región de Magallanes, donde posee una estancia ganadera de 96 mil hectáreas, Carlos Larraín, ex senador y también ex presidente de RN, se dio un tiempo para hablar con la prensa, entre otras cosas del tema que según el «me ha tenido golpeado mucho tiempo», dijo a Las Últimas Noticias.
Se trata del accidente protagonizado por su hijo Martín Larraín Hurtado, en septiembre de 2013, junto a dos amigos, en el que resultó muerto Hernán Canales. Aunque Larraín –en un proceso lleno de episodios sospechosos, como la manipulación de la autopsia del fallecido– resultó absuelto. Según la jueza, no hubo pruebas de que manejara en estado de ebriedad ni de que fueran las huellas de su auto las que estaban marcadas en la berma del sector de Conaripe, en la Séptima Región, donde ocurrió el hecho.
Como es obvio, Larraín defiende sin matices a su hijo. «Lo que sufrimos como familia es porque mi hijo cometió un error gravísimo y eso no se disimula, pero no dejó botado al muerto, no lo dejó desangrarse a la orilla del camino. Esa es la verdad judicial definitiva”, aseguró.
Para Larraín, quien dejó la primera línea de la política, este acontecimiento fue parte de un «aprovechamiento político grosero» por parte de la izquierda. «Me machucaron mucho por plantarle la cara a la izquierda, porque les hablaba clarito”, afirmó.
El ex senador repitió los descargos que hizo en los días en que ocurrió el accidente. «Pegarle a un joven que está empezando la vida, para pegarme a mí, fue una cosa muy triste que me ha tenido muy golpeado durante mucho tiempo”, sostuvo.
