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Reforma Laboral: punto muerto entre Gobierno y senadores DC marcan horas cruciales para el proyecto

Reforma Laboral: punto muerto entre Gobierno y senadores DC marcan horas cruciales para el proyecto

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Los senadores Walker, junto a Andrés Zaldívar siguen oponiéndose a las indicaciones que el Ejecutivo presentaría, con lo que podrían propinarle una derrota compleja a la Presidenta Bachelet. Los legisladores también analizan los costos que deberían pagar si en Sala se oponen a uno de los ejes fundamentales del programa de la Mandataria.


La salida anticipada de los legisladores Patricio e Ignacio Walker fue uno de los puntos que marcó una tensa reunión que sostuvieron este martes en el Congreso los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés, de Segpres, Nicolás Eyzaguirre, y de Trabajo, Ximena Rincón, con todos los senadores miembros del comité democratacristiano, en el marco de las últimas negociaciones por la reforma laboral.

El Gobierno se había comprometido a dar a conocer las últimas indicaciones al proyecto, pero estas no dejaron satisfechos a todos. “Estamos en punto muerto”, manifestó un senador respecto a lo que sucedía en ese minuto, tras el encuentro.

La madre del cordero es fundamentalmente el reemplazo interno en huelga. El Gobierno habría optado por desechar esa alternativa, manteniendo el espíritu inicial de la iniciativa legal. La situación no dejó conformes, entre otros, a los hermanos Walker –los más duros en estas negociaciones–, así como al senador Andrés Zaldívar, al tiempo que Manuel Antonio Matta quedó con dudas.

Los Walker insistieron en la necesidad de permitir la libertad sindical e incluso cuestionaron frente a los ministros los ataques que han sufrido por parte de colegas de la Nueva Mayoría. Los representantes del Gobierno insistieron en que no podían responsabilizarse por esto último, pero explicaron su posición.

En el Ejecutivo expusieron que no podían arriesgarse a realizar modificaciones más profundas al proyecto, puesto que esto les generaría un problema con los otros senadores oficialistas que ya han respaldado la iniciativa. Asimismo, apuntaron a que los diputados, fundamentalmente del PC, han advertido que no permitirán modificaciones sustanciales al proyecto que ya fue despachado desde esa instancia, lo que generaría una nueva complicación.

En este estado de las cosas, el Gobierno sigue jugando con los tiempos –hasta este miércoles a las 19 horas hay plazo para las indicaciones– y apostando a que conseguirá los votos cuando la reforma se ponga en Sala, lo que podría ocurrir la próxima semana.

El Ejecutivo necesita mayoría simple para la aprobación de la reforma, es decir, la mitad más uno de los senadores presentes en la Sala. Según explica un senador oficialista, La Moneda espera que alguno de esos cuatro legisladores DC antes mencionados, que no quedaron conformes con la posición gubernamental, pueda dar su brazo a torcer, respaldar el proyecto y así obtener el cuórum necesario para la aprobación. Esto configuraría un escenario de 18 votos a favor, 17 en contra y tres abstenciones, anotándose un triunfo el Ejecutivo.

Con todo, la situación representará una jugada arriesgada para el Gobierno. La Presidenta Michelle Bachelet pone una parte importante de su capital en juego, ya que para muchos este es un tema ideológico en el bloque y la Mandataria habría cometido errores al plantearlocomo el cuarto eje de su administración, luego de las reformas tributaria, educacional y la nueva Constitución.

Por su parte, los senadores de la DC están analizando cuánto se juegan en esta pasada, y qué costo tendrían que pagar por ponerse en contra de la jefa de Estado. Los senadores han manifestado que han sido acorralados en la tramitación de algunos proyectos y que el Ejecutivo ha ido más allá del programa que ellos respaldaron. Para muchos en ese partido esta situación puede ser un punto de inflexión para la relación con el Gobierno en este segundo tiempo.

También en el oficialismo apuntan al rol clave que pueda jugar el propio senador Zaldívar en cuanto a las definiciones de los legisladores DC, que por ahora tienen en una situación compleja a La Moneda y su base de apoyo, que es la Nueva Mayoría.

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