Ambos legisladores enfrentan cuestionamientos a sus campañas
Según los impulsores de la iniciativa que se opone a la legislación, entre quienes se cuenta una asociación de pescadores artesanales, ambos parlamentarios se pronunciaron a favor de artículos clave que permiten la extracción de recursos por 20 años.
Dentro de los hechos que han alimentado la crisis de confianza en las instituciones políticas, está la controvertida manera en que se aprobó la Ley de Pesca, más conocida como «Ley Longueira» por la cuestionada participación del ex ministro de Economía para, supuestamente, favorecer a la industria en desmedro de los pescadores artesanales.
En este caso, que también llegó a los tribunales como SQM y Penta, Pablo Longueira fue citado a declarar en calidad de testigo. Pero el parlamentario más complicado es el ex UDI Jaime Orpis, a quien se acusa de cohecho y fraude al fisco.
En este contexto, los gestores de la campaña Yo Pesco, desde donde se han denunciado las irregularidades de la aprobación de la ley y se impulsa su derogación, recordaron cómo votó Orpis la cláusula que entrega licencias de explotación por 20 años a los industriales. Al igual que Fulvio Rossi.
En el caso del senador socialista, a partir de la declaración de un sindicalista, la PDI investigó el posible financiamiento de propaganda electoral para el parlamentario.
«Es necesario recordar que el ex ministro Pablo Longueira hizo un acuerdo con parte de la Concertación, específicamente con Ignacio Walker y Fulvio Rossi, para que esta corrupta ley tuviese los votos necesarios para destrabarla. En este acuerdo, se pasaron a llevar los intereses de los chilenos y los pescadores artesanales», explicó Yo Pesco a través de un comunicado de prensa.
Los cinco artículos claves consisten en entregar por 20 años, y renovables por otros 20 más, las licencias de pesca a la industria pesquera, oponerse a reservar las 5 millas de protección artesanal en todo Chile, impedir eliminar en 3 años la pesca de arrastre, permitir que buques industriales pesquen en zona artesanal, oponerse a licitaciones industriales abiertas para desconcentrar el mercado de las denominadas «7 familias» y no incluir el reconocimiento de los pueblos indígenas en el cuerpo legal.
«Es interesante analizar la actitud del senador Fulvio Rossi, que negoció el acuerdo con Longueira y que vota a favor de entregar por 20 años renovables las licencias a los industriales, pero que en el resto de los artículos, como la eliminación de la pesca por arrastre o reconocer a los pueblos originarios en la Ley de Pesca, simplemente no está en la Sala. Arrancó para no aparecer apoyando esto», agregan en el comunicado.
Según Hernán Machuca, vocero de Consejo Nacional de Defensa del Patrimonio Pesquero (CONDEPP), «este mito urbano de que el hombre del maletín pasa por el Parlamento, nosotros somos fervientes observadores de que eso es así. Lo hemos dicho entre el 2011 y el 2012. Creemos que aquí hay irregularidades y, mientras la justicia no demuestre lo contrario, insistimos en que la Ley de Pesca no puede ser una ley de la República, porque es el ícono de la corrupción», aseguró.
Los gestores de la campaña Yo Pesco están vinculados, entre otras asociaciones, a Pymepes, que agrupa a 1o plantas procesadoras de pescado y también ,según fuentes de la industria, a Lota Protein, del consorcio noruego danés TripleNine Group.
