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Hijo de Sergio Arellano Stark exculpa a Cheyre y apunta a brazo derecho de Contreras

Hijo de Sergio Arellano Stark exculpa a Cheyre y apunta a brazo derecho de Contreras

El abogado afirmó dijo que el ex jefe del Ejército no tiene responsabilidad en el homicidio calificado de quince prisioneros en el Regimiento Arica de La Serena.


Sergio Arellano Iturriaga, hijo de Sergio Arellano Stark, general de Ejército que falleció en marzo pasado cuando cumplía condena por el episodio San Javier de la Caravana de la Muerte, asegura que el procesamiento del ex Comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, es un «error aberrante».

«El procesamiento de Cheyre es aberrante, no tiene responsabilidad en estos hechos, más aún si se lo considera cómplice», dijo el abogado, autor del libro: «De conspiraciones y justicia».

«El concepto de complicidad está asociado a una colaboración activa para cometer delito (…) y de hecho ni siquiera se le imputa. Hay muchos militares que están presos por estar ahí, aunque no colaboraron. Se están cometiendo injusticias, por supuesto que hay responsables, pero hay personas que no lo son», afirmó respecto de Cheyre y del coronel (r) del Ejército Ariosto Lapostol Orrego, que está encausado como autor.

También tuvo palabras respecto de su padre: «Él sí es responsable de hacer cumplir la sentencia de tres prisioneros (Roberto Guzmán, Manuel Marcarian y Carlos Alcayaga) que habían sido condenados a muerte en Santiago por sublevación de mineros y robo de explosivos. Pero él dijo que había que realizar un consejo de guerra, orden que no se cumplió. Mi padre se fue sin saber que habían sido quince».

Según Arellano Iturriaga, «todo se comenzó a gestar cuando el día antes se subió a la comitiva Sergio Arredondo, brazo derecho y compadre de Contreras, quien como director de la Academia convocó a un grupo selecto para crear la DINA».

De igual modo, afirmó que «el ex agente de la DINA Marcelo Moren Brito conocía a la tropa y Arredondo dio todas las órdenes y fraguó la matanza con un ex compañero de curso de él y Contreras, llamado Tommy Harris Haegen, quien se había retirado del Ejército, reincorporándose en esos días. Harris, actualmente fallecido y a quien nunca habíamos escuchado mencionar, no solo retiró de su lugar de reclusión a los tres que enfrentaban la pena capital, sino a otros doce detenidos, por su propia iniciativa».

Sobre Lapostol, señaló que tampoco es responsable de estos crímenes del 16 de octubre, pero sí «de la muerte de José Rodríguez Torres en el interior de esa unidad militar el 1 de noviembre de 1973, y del homicidio, seis días después, del padre del anterior, José Rodríguez Acosta, también dentro del regimiento. Además, del crimen del ciudadano argentino Bernardo Lejderman y de su cónyuge mexicana María Ávalos, ambos víctimas de personal de dotación del Regimiento Arica. Casos en los que nadie se querelló, yo creo que por un acuerdo de inculpar solo a mi padre».

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