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La resistencia PS-PPD que complica a la candidatura de Lagos  Todos los problemas que enfrenta la apuesta del ex Presidente a un mes de lanzarse

La resistencia PS-PPD que complica a la candidatura de Lagos 

En el PS se aseguró que se está fraguando un “encuentro cumbre” entre el ex Mandatario, Isabel Allende, Guillier e Insulza, el que ha sido solicitado en reserva en más de una ocasión por el propio ex Jefe de Estado, precisamente para ponerse de acuerdo, ordenar el escenario y no pisarse la cola entre ellos, al neutralizarse unos con otros en vez de juntar fuerzas contra la opción de Sebastián Piñera.  


Ya pasó más de un mes desde que el ex Presidente Ricardo Lagos irrumpió en el escenario político al lanzarse como candidato para el 2017, pero desde entonces nada ha resultado ni ha sucedido como se pensó en un principio. No es solo el hecho de que su decisión no ha impactado aún favorablemente en las encuestas, sino que además la timonel del PS, Isabel Allende, y el senador Alejandro Guillier, no dieron un paso al costado de la contienda presidencial, y sus respectivas candidaturas se están transformando en enclaves de rebeldía interna en el eje PS-PPD, que se resisten a la idea de que el ex Mandatario sea la carta única que se jugará la Nueva Mayoría el próximo año para tratar de no perder La Moneda.

Un antecedente no menor, que torna cuesta arriba la candidatura de Lagos Escobar, considerando que transversalmente en la Nueva Mayoría y en el seno del propio laguismo reconocen que si de aquí a diciembre el ex Presidente no tiene amarrado el apoyo total del PS y el PPD, su candidatura simplemente se “desfonda”. Los partidos oficialistas tienen agendados para enero sus juntas nacionales, consejos y comités centrales, respectivamente, para ungir sus definiciones presidenciales, pero en privado en todas las colectividades reconocen que eso es una mera formalidad y que el plazo político real para Lagos es antes de fin de año.

El escenario ideal para el PS-PPD sería un solo candidato que reúna a toda la centroizquierda, con liderazgo y propuestas, pero en ese mismo sector confiesan que Lagos no representa, hasta ahora, a ese mundo. Y ahí radica el problema para el ex Mandatario.

Hasta el cansancio han dicho en el PS que el partido adoptará una definición en materia presidencial después de las municipales, lo que no significa que el tema no esté instalado cotidianamente a todo nivel en la sede de calle París. En el seno de la colectividad confiesan que, a pesar de los cuestionamientos internos a las debilidades del liderazgo que ha mostrado la timonel Isabel Allende como conductora del socialismo y del hecho de que los mismos que la apoyaron el 2015 hoy han preferido fotos con Guillier, se han intensificado las conversaciones los últimos quince días, precisamente para insistir en proclamar a la timonel PS como la abanderada oficial de la colectividad una o dos semanas después de los comicios del 23 de octubre.

Dichas conversaciones las estaría liderando el “tercerismo socialista”, bajo la premisa de que Allende es un “activo político” del partido, por su apellido, por lo que significa, porque es la presidenta de la colectividad, que, más allá de sus falencias, tiene más chance de prender en las encuestas que Lagos, quien no ha tenido sus mejores semanas considerando el desacierto de su frase “los señores políticos”, lo que cayó pésimo tanto en el PS como en el PPD. Y que carga con las pesadas mochilas de ser el padre del CAE, del Transantiago y, hasta ahora, que sus apoyos más entusiastas provengan del partido del orden, las voces más conservadoras de la antigua Concertación y el empresariado.

El partido está dividido, confiesan varios diputados. Hay una desafección hacia Allende por los cuestionamientos a lo que ha sido su presidencia en el PS, pero también hay una resistencia hacia la figura de Lagos, no lo consideran uno de los suyos, un socialista de cepa. Esa división es la que están aprovechando algunos sectores internos, desde donde reconocen que la propuesta de proclamar a la timonel “es un acuerdo que se está conversando”.

Existe un sector laguista declarado, liderado por el vicepresidente Camilo Escalona, en que hay quienes consideran que Allende debió cumplir con lo que siempre dijo el último año en un sinfín de reuniones, de dar un paso al costado si el ex Presidente se lanzaba en carrera, que no hay que dilatar más las cosas y se debe bajar. Que la irrupción de Guillier la dejó sin espacio, pues le copó el electorado de izquierda.

Dicen que Lagos ya eligió a Escalona como su “factótum” en el partido, el encargado de alinear al socialismo tras su candidatura, lo que en el resto de la colectividad se relativiza, porque, si bien el ex senador es una figura importante ante las huestes socialistas, ya no tiene el poder de antes, no le basta solo eso al ex Mandatario para tener al PS. “Lagos es realista y sabe que nos necesita a todos en el PS, sabe que no puede prescindir de Escalona, pero si sustenta todo solo en él, está perdido, nos necesita a todos”, sentenció un influyente parlamentario socialista.

Pero hay otros, reconocen en el socialismo, a quienes “no convence del todo”, que estiman que es necesario llevar la postulación de la timonel hasta unas primarias socialistas, donde –aseguran– le gana a José Miguel Insulza y Fernando Atria, y si después de eso no “prende”, recién ahí bajarla, que esa sería una salida políticamente honrosa para la hija del Presidente Salvador Allende.

La idea ha adquirido adeptos las últimas semanas, luego que internamente, entre dirigentes y parlamentarios, se fustigara la falta de lealtad interna que ha existido con la senadora, lo que ha sido conversado en los almuerzos de la bancada de diputados y en bilaterales, como la que protagonizó el miércoles en la noche el diputado Osvaldo Andrade con la timonel en dependencias del Senado.

No solo eso. En el PS afirman que no quieren una campaña presidencial como la de Michelle Bachelet el 2013, donde el partido fue un mero espectador, sin incidencia ni voz, por eso que la posibilidad de “no abrochar ningún apoyo antes de tiempo” no parece tan descabellada.

Por lo mismo, esta semana, hubo un despliegue no menor para tratar de mostrar a Allende “vivita y coleando”, con respaldos internos públicos, un desayuno mediático con 10 de los 16 diputados del partido y el foro que inauguró este jueves en el que se discute un documento programático con el mundo de la izquierda, desde RD hasta los autónomos. Todo para contrarrestar las versiones que apuntaron a que su opción se estaba “desinflando”, incluso que era inminente la posibilidad de que se bajara de carrera en los próximos días, versiones que han salido desde el laguismo PS.

“Yo diría que mayoritariamente los socialistas nos inclinamos a apoyar la opción de nuestra presidenta, Isabel Allende (…) los socialistas que apoyamos a Allende creemos que ella tiene un potencial, sin duda menos rechazo que el de Ricardo Lagos, tiene mucho más que crecer y, en la medida que ella se lance en una campaña, con un equipo claro, cronogramas, ideas que respalden, esperamos que sea considerada por la ciudadanía”, dijo el diputado socialista Leonardo Soto.

En el PS se aseguró que se está fraguando un “encuentro cumbre” entre Lagos, Allende, Guillier e Insulza, el que ha sido solicitado en reserva en más de una ocasión por el ex Jefe de Estado, precisamente para ponerse de acuerdo, ordenar el escenario y no pisarse la cola entre ellos, al neutralizarse unos con otros en vez de juntar fuerzas con la opción de Sebastián Piñera.

Haciéndose de rogar

El jueves 29 de septiembre, Lagos Escobar lanzó su nuevo libro, En vez del pesimismo, en la Sala del Senado en Santiago. Estaba repleto, lleno de cámaras de televisión y banderas de los partidos de la Nueva Mayoría puestas estratégicamente, se vendieron todas las cajas con los ejemplares que se llevaron y era eterna la cola para obtener una dedicatoria con firma del ex Presidente.

Pero lo que más llamó la atención de todo –aparte de que el acto parecía un déjà vu de 1999– fue la asistencia del senador PPD, Guido Girardi, quien se sentó en primera fila.

El parlamentario y el ex Mandatario nunca han tenido una relación fluida, es más, Girardi nunca ha sido considerado como un laguista dentro de la colectividad, el parlamentario ha cuestionado programáticamente ciertas aristas del “legado” del primer Gobierno del ex Presidente y este no ha desperdiciado la chance de tomar distancia de él. No hay que olvidar que en mayo, hace solo cinco meses, Lagos disparó vía Twitter contra Girardi: “La renuncia de Pepe Auth obliga al PPD a volver a sus principios, como partido plural y transparente. Basta de clientelismo en la política”.

[cita tipo=»destaque»]En la dirigencia del PPD aseguraron que “ese Lagos” no les gusta y que el ex Presidente tiene, sí o sí, que dar “pruebas de blancura al partido” y probar que “realmente cambió en estos 10 años”. “Es verdad, a Lagos le complican y hacen mal adhesiones como las de Barros; por cada Somerville que habla a favor de él, pierde 10 mil votos; tampoco Escalona ni Ravinet; cada vez que Ottone escribe o habla, el que paga el pato es Lagos”, reconoció Vidal, uno de los laguistas más antiguos del PPD.[/cita]

Para muchos de los que estuvieron ese jueves, la presencia de Girardi fue una señal concreta, clara, de que el senador se allanó a alinearse con Lagos y que su resistencia pública pasa más que nada por una estrategia para “presionar” al ex Mandatario a sacar un discurso más progresista. “Girardi está esperando escuchar al Lagos 2018, ver que es verdad lo que ha dicho el propio Lagos, que en diez años todos cambian, y para Lagos es clave Girardi para amarrar a todo el PPD”, sentenció el ex ministro Francisco Vidal.

El senador PPD optó por bajarle el perfil al hecho y se limitó a asegurar que asistió al lanzamiento del libro de Lagos solo porque “me parece importante escuchar todas las visiones”.

En el girardismo, entre sus cercanos, en su círculo precisaron que el problema del poderoso parlamentario con Lagos no es personal, que le reconoce su capacidad intelectual para gobernar, su capacidad de decisión, pero que su cuestionamiento pasa por el desde dónde “se está construyendo la candidatura del ex Presidente”. Girardi considera que tiene problemas de identidad, que no es la campaña que de verdad quiere desplegar, pero que hasta ahora se ha parado erróneamente como “un liderazgo que es el de guaripola de la elite, eso es el 10% de los votos y con eso no se gana”.

Aseguraron que el tema de la edad para Girardi no es un ítem a considerar, que no considera relevante que Lagos esté cerca de los 80 años, que la llave de su apoyo está –agregaron– en que vea “a un viejo progresista que sea el portador de un nuevo proceso cultural”. Pero si eso no sucede, si al ex Mandatario le sigue pesando “la Concertación conservadora”, como muchos en el partido califican al entorno del ex Presidente, si se mantiene como el abanderado del establishment –precisaron en el PPD– y no hace el giro hacia un liderazgo más horizontal, difícilmente contará con el apoyo del influyente senador.

En el partido explicaron que, si bien es un factor de peso que Lagos sea el fundador del PPD, que sea la cuna y espacio natural del “laguismo”, que ya son varios los senadores que se han cuadrado públicamente con su candidatura, confiesan que no solo a Girardi le hacen mucho ruido y generan resistencia algunas performances del ex Presidente. Enumeraron algunas, las que consideraron más complicadas de digerir para el partido: la influencia de su brazo derecho, Ernesto Ottone, de quien sienten una profunda distancia política; la defensa del lucro en la educación; haber comulgado con la idea de aumentar el umbral de jubilación para solucionar el problema de las bajas pensiones en el país; la excesiva presencia cerca de él y hablando por él, de figuras como Edmundo Pérez Yoma, Jaime Ravinet, Escalona, Jorge Burgos; los apoyos públicos de los líderes más conservadores del empresariado, como Hernán Somerville y César Barros, quien dijo que le gusta el ex Presidente porque “mira desde arriba las cosas y no le vienen con pelotudeces”.

En la dirigencia del PPD aseguraron que “ese Lagos” no les gusta y que el ex Presidente tiene, sí o sí, que dar “pruebas de blancura al partido” y probar que “realmente cambió en estos 10 años”

“Es verdad, a Lagos le complican y hacen mal adhesiones como las de Barros; por cada Somerville que habla a favor de él, pierde 10 mil votos; tampoco Escalona ni Ravinet; cada vez que Ottone escribe o habla, el que paga el pato es Lagos”, reconoció Vidal, uno de los laguistas más antiguos del PPD.

Las dudas que despierta el ex Jefe de Estado han llevado a que, muy en reserva, algunos PPD y también en otros partidos de la Nueva Mayoría ya hayan conversado la posibilidad de que Lagos termine efectivamente trabajando para dar sustento y contenido –con infraestructura programática, de capital humano e institucionalidad partidista– a la candidatura de Guillier, que es la que hoy goza de todo el viento a favor

Sin tirar la toalla

“Es cierto, la cosa está cuesta arriba”, reconoció Vidal a El Mostrador, pero junto con eso el ex ministro aseguró que el ex Presidente no se retirará anticipadamente de la carrera y que “llega hasta la primaria”, incluso si los números en las encuestas no lo acompañan, porque “perder no es ningún demérito y no es poco que alguien que ya lo ha hecho todo, esté dispuesto a dar la pelea, de ir hasta el final”.

Si bien Vidal reconoce que sin el apoyo del PS y el PPD el escenario para Lagos es muy complejo, precisó que en la práctica los principales problemas de Lagos hoy  son los jóvenes y la izquierda, esos son sus talones de Aquiles, sectores que lo ven como el símbolo de la Concertación, mientras que “Guillier es la continuidad de la Nueva Mayoría”.

Por eso es que, lejos de tirar la toalla, Vidal apuesta por un repunte de Lagos en las encuestas y para eso ya hay una pauta, una ruta trazada: lo primero es la apuesta por conquistar voto juvenil, pero más allá de la Confech, esa no constituye el único tipo de juventud del país; segundo, hacer el clic de “ser más dialogante, más horizontal, él lo tiene clarito en su cabeza”; y, tercero, acorralar programáticamente al senador por Antofagasta, presionarlo para que se pronuncie y diga lo que piensa más allá de su caballito de batalla que es la descentralización.

“Hay dos cosas programáticas que Lagos debe asumir y con eso marcar una diferencia: matrimonio igualitario y la no reelección indefinida de parlamentarios y alcaldes. Debe decirlo y luego, antes que Guillier”, sentenció Vidal.

El papel que juegue el presidente ejecutivo de Codelco, Óscar Landerretche, tampoco es algo secundario. No solo ha salido públicamente como vocero político del ex Presidente, sino que es la persona con la se apuesta a encarnar la promesa de una renovación generacional real, sub-45, de que, a pesar de estar cerca de los 80 años, Lagos gobernará con un nuevo elenco, con todos aquellos que han estado tras bambalinas en el Gobierno, ese segmento de profesionales bien preparados, capacitados, que no han estado en la primera fila la última década.

Lagos y Landerretche se reúnen una vez a la semana en la Fundación Democracia y Desarrollo, conversan para definir las bases de lo que será el programa de Gobierno que se pondrá sobre la mesa y aseguran que el ex Presidente valora por sobre todo la inteligencia del economista.

Ese es el plan que hay en líneas gruesas para remontar un camino que se puso cuesta arriba y llena de ripios fuera de libreto. No hay que olvidar que, a fines de agosto del 2015, el senador Guillier ofició de presentador de un libro de Lagos, Comunicación, redes y poder, que se realizó en el auditorio de la Universidad Mayor, momento en que no escatimó halagos para el ex Mandatario y que solo en poco más de un año las cosas cambiaron tan radicalmente, que hoy en el laguismo en general reconocen que ha sido un golpe fuerte constatar cómo se ha instalado tan rápido “una sensación ambiente de que gana Guillier”.

En su columna habitual en La Tercera, el analista Max Colodro comentó puntualmente este enfrentamiento entre el ex Jefe de Estado y el senador. “Guillier, un hombre que arribó de súbito a estas lides desde el mundo de las comunicaciones, que no posee trayectoria política, pero que hoy encabeza las encuestas como la opción más competitiva para impedir el retorno de la derecha al poder. Sin propuestas conocidas, recoge, sin embargo, de mejor forma el imaginario de la Nueva Mayoría, genera menos resistencias en su base militante y, sobre todo, posee una empatía y una conexión emocional con la gente de la que Ricardo Lagos simplemente carece (…)  el país observa a un ex presidente fiel a la obra de la Concertación, un político tradicional obsesionado con pensar al Chile del largo plazo, militante no de uno, sino de dos partidos de la Nueva Mayoría, pero distante y tremendamente crítico de la actual administración. Del otro lado, un rostro de la TV cercano y agradable, independiente, que no ha puesto nada sobre la mesa, salvo su personalidad, pero que ha votado en el Senado todos los proyectos del programa de gobierno y ha sido en estos tiempos difíciles leal con la Presidenta”.

Pero ir a la pelea de frente con Guillier, disputarle el apoyo de ese mundo, no es una tarea menor para Lagos, no porque no comulgue con muchas de esas ideas, sino porque debe equilibrar los respaldos políticos que tiene para no desfondarse del otro lado, o sea, desde la DC. En la falange, hace rato que mayoritariamente apoyan a Lagos, que ven en él la mejor opción, incluso aseguran que es el único nombre que inhibe de verdad al partido de llevar un candidato propio hasta una primera vuelta.

Dicen que el apoyo PS-PPD es requisito necesario para Lagos, pero no suficiente, que una vez que los amarre su objetivo tiene que ser, sí o sí, abrochar a la DC tras su candidatura, a su favor juega que en las elites de la falange no apoyarán a Allende y miran con cierto recelo a Guillier, aunque igual algunos parlamentarios ya se han expresado favorables a considerar la opción del senador por el norte.

“La DC lo que espera de Lagos es ver un programa gradualista, de centroizquierda, eficiente y con acuerdos”, sentenció un ex dirigente de la falange.

Mientras Lagos Escobar trata de sortear todos estos flancos, en la vereda de enfrente se frotan las manos. En el entorno del ex Presidente Piñera dicen que competir con el ex Mandatario es un terreno conocido, que si bien la disputa sería muy estrecha, casi 49%-51% con resultado incierto, es terreno conocido, saben lo que tienen que hacer, no así con Guillier.

“Es un misterio, todo es incierto y desconocido con él”, aseguró un importante piñerista, quien reconoció que, si bien no está dicha la última palabra, como resguardo el entorno más estrecho de Piñera está abocado a estudiar a fondo al senador por Antofagasta, para estar preparados.

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