Apoyó el golpe de estado pero cayó en desgracia por su oposición al neoliberalismo de los Chicago Boys. A pesar de eso votó por el Sí y fue candidato UDI. Hoy está en el Frente Amplio junto a agrupaciones de izquierda.
Eduardo Díaz Herrera es una figura política conocida en la Araucanía, región en la que ha vivido la mayor parte de su vida. Político, abogado de la Universidad de Chile y doctor en historia por la Universidad de Salamanca, empresario radial, nacionalista y regionalista, fue de los fundadores del movimiento Patria y Libertad, apoyó el golpe de estado pero luego cayó en desgracia ante la dictadura por su crítica al neoliberalismo, su apoyo a los mapuche y por fundar Viento Sur, una agrupación que se definía como «socialista popular» y que se inspiraba en movimientos como el peronismo de derecha.
«El Gallo» entonces fue «invitado» a irse a Putre y ya de cara al plebiscito fundó el Partido del sur, que a pesar de todo apoyó el Sí. Ha sido candidato en varias ocasiones, tanto al Congreso como a alcalde de distintos municipios, y lo ha hecho militando en varias tiendas: El Partido del sur, la UDI y el PRI. Solo una vez ganó, fue en 1996 cuando fue electo alcalde de Toltén. Su hijo Eduardo Díaz del Río fue diputado, primero por la UDI y después por la DC.
Hoy, uno de los fundadores de Patria y Libertad junto a Roberto Thieme y Pablo Rodríguez Grez, se ha vuelto a cambiar de domicilio político. Ha decidido revivir Viento Sur y se ha integrado al Frente Amplio de Gabriel Boric y Giorgio Jackson. «Me siento muy cómodo en una postura que busque generar una postura distinta al neoliberalismo» dijo en una entrevista a El Desconcierto, en la que también se definió como «el enemigo número uno» de ese modelo en Chile.
Respecto al pensamiento original de Patria y Libertad, y en sintonía con lo que han dicho otros de sus fundadores como Roberto Thieme, dijo que «hablábamos de la revolución nacional pendiente, anti imperialista. La visión ideológica de Patria y Libertad era más cercana al peronismo que al pinochetismo. Planteábamos la alianza entre las Fuerzas Armadas y el pueblo para hacer la revolución nacional pendiente. Nada que ver con el pinochetismo».
Sobre su respaldo al golpe de estado de 1973, Díaz reconoce que «tenemos que asumir la historia de cara. Eduardo Frei Montalva apoyó el golpe, al igual que yo, al igual que Aylwin y al igual que muchos».
Sin embargo, advierte que nunca quiso ingresar al gobierno de la dictadura «ni asumir ningún cargo porque vi clarito desde el principio que la aplicación de un modelo de desarrollo por coerción implicaba necesariamente la violación de los derechos humanos».
Sobre los líderes más conocidos de su ahora nuevo conglomerado -en el que deberá compartir con ex comunistas como Cristián Cuevas- dijo que «Tengo la mejor opinión de Boric y no podría hablar mal de Jackson, pero no lo conozco. A Boric lo sigo desde el principio leyéndolo y cuando habla de ser un fundamentalista magallánico, me cayó muy bien porque yo me siento un fundamentalista de la regionalización».
«No creo en una democracia cautiva en la república de Santiago Oriente. Creo que la democracia debe venir a las geografías y reconocer la existencia de pueblos, comunas y regiones. Esto calza mucho con el discurso ciudadano de las nuevas generaciones».
