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Eduardo Engel critica tasas de respuesta de las encuestas: «Son un motivo para no creerles a los márgenes de errores»

Eduardo Engel critica tasas de respuesta de las encuestas: «Son un motivo para no creerles a los márgenes de errores»

«En general, la tasa de respuesta en las encuestas telefónicas es muy baja, típicamente no llega al 30% y a veces ni siquiera al 10%. Si la mayoría de los encuestados optó por no responder cuando fueron contactados, ¿qué valor tiene la respuesta de quienes sí respondieron? O dicho de otra forma, ¿qué asegura que los que respondieron piensan igual a quienes guardaron silencio? La verdad es que requiere de un optimismo casi irresponsable suponer que quienes responden representan preferencias similares a aquellos de quienes no lo hicieron. Y sin ese supuesto, el margen de error probablemente crece tanto que la mayoría de las encuestas sirve de poco», apunta el Doctor en Economía.


En su habitual columna semanal, Eduardo Engel criticó a las encuestas Adimark, CEP y Cadem, por un factor que las tres comparten: sus tasas de respuesta, muy por debajo del 100%.

«En general, la tasa de respuesta en las encuestas telefónicas es muy baja, típicamente no llega al 30% y a veces ni siquiera al 10%. Si la mayoría de los encuestados optó por no responder cuando fueron contactados, ¿qué valor tiene la respuesta de quienes sí respondieron? O dicho de otra forma, ¿qué asegura que los que respondieron piensan igual a quienes guardaron silencio? La verdad es que requiere de un optimismo casi irresponsable suponer que quienes responden representan preferencias similares a aquellos de quienes no lo hicieron. Y sin ese supuesto, el margen de error probablemente crece tanto que la mayoría de las encuestas sirve de poco», apunta el Doctor en Economía.

Agrega que «la tasa de respuesta en la encuesta CEP publicada el viernes de esta semana fue de un 79%, una tasa mucho más alta que las mencionadas anteriormente, porque no se trata de una encuesta telefónica, sino presencial, y porque no se reemplaza a quienes no se puede contactar, sino que se regresa varias veces a los hogares respectivos. A diferencia de la CEP, la encuesta Adimark no publica la tasa de respuesta, la cual, al tratarse de una encuesta telefónica, presumiblemente sea muy inferior a aquella del CEP», publica La Tercera.

Luego afirma que las tasas de respuesta muy por debajo del 100% «son un motivo para no creerles a los márgenes de error que reportan las encuestas. Un segundo motivo para tener un sano escepticismo es que es bien difícil saber quiénes de los encuestados irán a votar y quiénes no. Y como las preferencias de quienes votan y quienes no votan pueden ser bien distintas, si se calculara el margen de error correctamente -tarea nada de fácil-es probable que este sería varias veces el 3% reportado».

En esa línea, recuerda que «un estudio hecho hace casi dos décadas encontró algún tipo de regulación para encuestas electorales en 30 de los 78 países considerados. Es probable que los países con regulaciones hayan aumentado desde entonces. Una exigencia mínima sería reportar la tasa de respuesta y señalar que los supuestos bajo los cuales se calculan los márgenes de error no se cumplen ni remotamente. Podrían considerarse exigencias adicionales, como auditorías externas que detecten errores en el manejo de la información y requerimientos de transparencia respecto de clientes de las empresas encuestadoras que podrían significar conflictos de intereses».

Y concluye: «seguiremos atentos cada domingo a lo que diga una tercera encuesta política, la Cadem, a pesar de que esta tampoco publica la tasa de respuesta y también es mayoritariamente telefónica. Escucharemos a sesudos analistas explicando fluctuaciones semanales que probablemente no son más que ruido mientras no tenemos cómo detectar posibles errores que subestiman o sobreestiman sistemáticamente las intenciones de votos por candidatos específicos».

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