Ex prisionera política rechazó las declaraciones del ex presidente
Nelly Cárcamo, sobreviviente de secuestro y tortura, a través de una misiva aseguró que los testimonios de las víctimas fueron entregados a la Comisión Valech I «llenos de esperanza de que servirían para terminar con la impunidad (…) Usted con el artículo 15 de la Ley 19.992, buscó proteger a criminales de lesa humanidad, evitando que éstos sean juzgados», le refutó al ex mandatario.
El ex presidente Ricardo Lagos se refirió al «pacto de silencio» en la Comisión Valech I, acusado por el diputado Hugo Gutiérrez (PC), y aseguró que las críticas surgen «porque no han leído» el informe, y las calificó como «una falta de respeto para él y para los integrantes de la instancia», en entrevista con Radio Cooperativa el pasado miércoles.
Asimismo, este viernes reiteró su defensa a la confidencialidad de dicho informe y dijo que “la confidencialidad se consagró desde el primer momento. El proyecto de ley consagra lo que estaba en el decreto, y el decreto es el decreto que crea la comisión. Entonces nadie tiene derecho a decir -porque es una falsedad-, que la reserva se hizo después que los denunciantes habían declarado”.
Sin embargo, estas declaraciones fueron refutadas inmediatamente por la presidenta nacional de UNExPP, Nelly Cárcamo, quien a través de una carta abierta manifestó al ex Jefe de Estado: «Señor Lagos, al enterarme de sus dichos emitidos, no pude evitar indignarme, y sentir la necesidad de decirle un par de verdades. Señor Lagos, no venga con este tipo de patrañas, para justificar lo injustificable, ni use a otras “personas nobles” y otros hechos de la historia, que no son comparables. Basta de querer reírse de la inteligencia de los sobrevivientes de la prisión política y de la tortura y de todos los chilenos. Nos falta gravemente el respeto».
Asimismo la vocera de los sobrevivientes de secuestro y tortura en dictadura, escribió que «si los archivos de la Vicaría, fueron cuidados con tanta valentía era para preservar, la integridad, y la vida, de todos aquellos que los habían entregado. La Dina primero, la CNI después, los querían como parte de su estrategia de exterminio. Si accedían a esos testimonios cada uno, de los que los había entregado, serían secuestrados, torturados, asesinados y hechos desaparecer».
En esa misma línea consignó que «no hay ningún punto de comparación Señor Lagos. Monseñor Valech en ese entonces buscaba proteger y preservarles la vida a miles de chilenos que eran perseguidos. Usted con el artículo 15 de la Ley 19.992, buscó proteger a criminales de lesa humanidad, a los torturadores, evitando que éstos sean juzgados, por los graves delitos cometidos, considerados delitos de lesa humanidad. Monseñor Valech, nunca ha sido acusado, ni mencionado de ser parte del pacto de silencio. No existe razón alguna para que usted siquiera lo mencione».
«Simplemente su Gobierno, se vio obligado a elaborar la Ley Valech, primero por la presión ejercida por las propias víctimas sobrevivientes, que cansados de esperar que los gobiernos pos dictadura hicieran lo que correspondía hacer, pasaron a la ofensiva, se organizaron y comenzaron a exigir sus derechos, y porque la firma de tratados económicos exigían que los países interesados en ser parte de ellos, no debían tener cuentas pendientes en derechos humanos. No fue un ataque de generosidad suya», señaló Cárcamo.
Es por esto que en la misiva rechazó las declaraciones de Lagos, y aseguró que «los miles de ex prisioneros políticos que aún seguimos vivos, sabemos que nunca solicitamos el secreto sobre nuestros antecedentes. Es más, las entregamos llenos de esperanza, de que nuestro testimonio serviría para terminar con la impunidad. Lamentablemente no contamos, con la traición que se estaba maquinando, entre usted y el General (r) Juan Emilio Cheyre, su protegido, hoy acusado por participar en delitos de lesa humanidad».
Finalmente la ex prisionera política expresó: «Basta de mentiras, basta de leyes retorcidas, como la que se acaba de aprobar hoy en la Comisión de Derechos Humanos del Senado, que “levanta el secreto”, pero que no sirve para acabar con la impunidad. Todo queda igual, para suerte de los torturadores, y para vergüenza de Chile (…) Hoy los sobrevivientes de la prisión política y tortura, buscamos terminar con el secreto y exigimos que el Estado de Chile, sea activo en la búsqueda de la justicia», concluyó.
