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Jesuitas critican visa consular exigida por el Gobierno a venezolanos en Chacalluta: «Los DD.HH. no son hasta que me convenga» PAÍS Crédito: Imagen vía Twitter @Chumisj

Jesuitas critican visa consular exigida por el Gobierno a venezolanos en Chacalluta: «Los DD.HH. no son hasta que me convenga»

El pasado sábado, el canciller Teodoro Ribera, anunció que a los extranjeros que lleguen a Chile se les solicitará visa consular «para transparentar» la situación, ya que «los venezolanos no vienen de turistas, sino vienen a quedarse a nuestro país». La decisión justo se enmarca en la situación que viven los migrantes que se encuentran varados en el paso de Chacalluta, en el extremo norte del país, lo que originó preocupación en organismos que trabajan con migrantes, como el Servicio Jesuita a Migrantes, quienes piden evaluar la situación que se vive en Venezuela.


Si ya era difícil la situación de las 200 personas -aunque otras versiones hablan de 300 o 500- que están varadas en el paso de Chacalluta, en el extremo norte del país, quienes, en su mayoría ciudadanos de nacionalidad venezolana, buscan ingresar a Chile para mejorar sus condiciones de vida, durante los últimos días se complicó aún más.

A partir del pasado sábado, tras una reunión entre el canciller chileno Teodoro Ribera y Guarequena Gutiérrez, representante en Chile del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, los venezolanos que quieran ingresar al país, como los que se encuentran en Chacalluta, deberán llevar visa consular, la que será exigida por el gobierno.

En la misma reunión, Gutiérrez le habría expresado la inquietud frente a la medida, a lo que Ribera aseguró que «no hay discriminación», ya que lo único que se pretende, según el canciller, es que se facilite el ingreso de las personas, evitando que ingresen con visa de turista y pasen meses en Chile sin poder obtener residencia definitiva.

«Lo que estamos haciendo es transparentar que los venezolanos no vienen de turistas, sino vienen a quedarse a nuestro país», añadió.

Además de Gutiérrez, la medida generó preocupación en organismos que trabajan con migrantes, como el Servicio Jesuita a Migrantes, donde su director, José Tomás Vicuña, alertó sobre la situación que viven los extranjeros varados y la nueva visa solicitada por Chile.

«Los países pueden establecer los requisitos que estimen conveniente, pero hay dos situaciones. Uno, Venezuela vive una situación muy compleja y la crisis está siendo en toda la región. Y por otro lado, ¿cómo es posible que hayan lactantes cuatro días a la intemperie sin alimentación, ha sido la sociedad civil la que les ha llevado alimentación, y las autoridades sólo se limitan a decir ‘no van a ingresar, no van a ingresar'», indicó en entrevista con el diario El Mercurio.

El director del SJM agregó que «quien tiene que dar la respuesta de refugio no es Mijael Bonito (asesor para temas de migración del ministerio del Interior) o la PDI, hay autoridades y la ley así lo estima, es un proceso. Y la misma ley de Chile señala en su artículo 2 la posibilidad de solicitar refugio a quienes vengan de lugares donde hayan conflictos internos, violaciones a los DD.HH. Bueno, eso es Venezuela. Por qué Mijael Bonito tiene que decidir quién viene y quién no, tienen que ver autoridades competentes», cuestionó.

En ese sentido, cuestionó la imagen que dejó la reunión entre Sebastián Piñera y Juan Guaidó en la frontera con Cúcuta en febrero. «Los DD.HH. no son hasta que me convenga, acá se necesita una respuesta regional y así como viajaron distintos Presidentes (…) a entregar algo de ayuda humanitaria… La respuesta no se tiene que dar sólo en Venezuela, se tiene que dar fuera y ahí falta la respuesta articulada de los Presidentes. Yo me imagino que para Juan Guaidó esto es una puñalada en la espalda», insistió.

«Cuando dejamos a lactantes cuatro días (en la frontera) quiere decir que ya no nos sensibiliza la situación y que realmente ya no nos importa», lamentó. «Es una realidad de Sudamérica y hay que asumir esta situación», sentenció.

 

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