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Crédito: Agencia Uno
“Casi el mismo tercio de funcionarios dice creer que para su futuro desarrollo, eso significa mejor remuneración o asumir mayores responsabilidades, van a necesitar la ayuda de políticos o amigos” dice el director del Servicio Civil, Alejandro Weber, a propósito de los resultados de la Primera Encuesta Nacional de Funcionarios Públicos.
De acuerdo a la Primera Encuesta Nacional de Funcionarios Públicos, un tercio de los trabajadores del Estado admitió que ingresó por “pituto”, gracias a contactos familiares, políticos o amistad.
El sondeo se realizó a un universo de 21,443 funcionarios, de 65 instituciones diferentes. Otro dato que reveló el estudio fue que a mayor antigüedad del trabajador crece el porcentaje de personas que reconocen haber ingresado “con ayuda” a la administración pública.
“De las personas que ingresaron hace 20 o 25 años, cerca del 45% dice que ingresó por ‘pituto’ al Estado. Versus los que ingresaron los últimos cinco años, señalan que entre un 10 o un 15%, ingresaron al Estado gracias a la ayuda de terceros” explica el director del Servicio Civil, Alejandro Weber, a radio Cooperativa.
“Es la primera vez que escuchamos directamente la voz de los funcionarios”, señala el director y agrega que “casi el mismo tercio de funcionarios dice creer que para su futuro desarrollo, eso significa mejor remuneración o asumir mayores responsabilidades, van a necesitar la ayuda de políticos o amigos”.
De igual forma Weber precisa que “solo un 40% de los encuestados dice que recibe la capacitación necesaria para entregar un mejor servicio a la ciudadanía o mejorar su desempeño. Eso es algo que podemos permitir en el Estado”.
Además agrega que cerca del 91% de los funcionarios encuestados dice estar orgulloso del trabajo que realiza y tiene una vocación de servicio público claramente señalada. Ante esto el director afirma que “hay un nivel de compromiso laboral superior a lo que encontramos en otros países de Latinoamérica, incluso en países de la OCDE”.
Si bien admitió que «algo hemos avanzado, las oportunidades de mejora ahí son enormes» e, incluso, sostuvo que «si nos comparamos con el promedio de los países OCDE, que tienen nivel de institucionalidad en materia de personas mucho más desarrollados, estamos muy por detrás de lo que está en el estándar internacional».
