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La suma urgencia implica que el proyecto -que permanece en la Comisión de Defensa de la Cámara Baja- debe ser conocido y despachado en esta Cámara en el plazo de 15 días.
En cuestión de horas, el Gobierno decidió retirar la urgencia al controvertido proyecto de Ley de Inteligencia, que está en su segundo trámite legislativo, y luego aplicarle suma urgencia.
La suma urgencia implica que el proyecto -que permanece en la Comisión de Defensa de la Cámara Baja- debe ser conocido y despachado en esta Cámara en el plazo de 15 días.
La iniciativa crea el Sistema Nacional de Inteligencia, organismo asesor del Presidente de la República, le otorga más atribuciones a la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), y moderniza la estructura y coordinación de inteligencia “ante amenazas a nivel interno y externo”, entre otros.
El proyecto es resistido por la oposición y organismos de derechos humanos, no solo por la jugada del Gobierno de buscar tramitarlo con celeridad en medio de la pandemia, cuando las prioridades legislativas deben ser otras.
También hay controversia porque “le otorga atribuciones a las FF.AA. y se centra en combatir la protesta social, en vez del crimen organizado o el narco”, como ha señalado la diputada comunista Camila Vallejo.
Además, otros reparos a la propuesta gubernamental son que “cambia la definición de contrainteligencia y establece que la amenaza contra la seguridad del Estado no solo puede ser externa, sino que provenir de ‘grupos nacionales”, según advierte la Comisión Chilena de Derechos Humanos.
