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Todos mirando a La Moneda: días cruciales de definiciones presidenciales en la derecha y la oposición PAÍS

Todos mirando a La Moneda: días cruciales de definiciones presidenciales en la derecha y la oposición

Hernán Leighton
Por : Hernán Leighton Periodista de El Mostrador
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La pelea interna en RN no es menor, porque ha sido en este partido donde se ha cristalizado la fractura que ha vivido el oficialismo desde el estallido social, pasando por cómo el Gobierno debió enfrentar la crisis económica, el retiro del 10% de las AFP, hasta la división entre quienes se alinearon con el Apruebo y los que se atrincheraron en el Rechazo a una nueva Constitución. Desbordes, por un lado, y los sectores más conservadores, por el otro, liderados por Larraín y Allamand. En la oposición, el PS y la DC zanjarían sus abanderados.


Con la inscripción de casi 18 mil candidatos para las cuatro elecciones –alcaldes, concejales, gobernadores regionales y constituyentes– del 11 de abril, ahora las miradas de los partidos están de lleno en la elección presidencial de finales de año. Mientras en La Moneda están en la búsqueda de cómo generar una salida lo menos tomentosa posible del titular de la cartera de Hacienda, Ignacio Briones, en medio de una crisis económica, en RN su Consejo General debe decidir entre el exministro Mario Desbordes, el senador Francisco Chahuán o decretar libertad de acción, lo que abre espacio a la carta de los sectores conservadores del partido: Sebastián Sichel.

Si la semana pasada la agenda se centró en el fin del fair play en Chile Vamos, con el espolonazo que la candidata de la UDI, Evelyn Matthei, le propinó al independiente Sebastián Sichel, al advertir que era el abanderado de los empresarios, Libertad y Desarrollo y los que no quieren perder poder, por estos estos días el foco ha estado en el ministro Briones, la nueva opción presidencial de Evópoli, después que el senador Felipe Kast diera un paso al costado.

Una pérdida no menor para La Moneda en el último año de gestión de Sebastián Piñera, en medio de una feroz crisis económica gatillada por la pandemia y de una reforma previsional a mitad de camino. De a poco se ha ido sabiendo que la instalación del nombre de Briones en el tapete de presidenciables lo que menos tuvo fue de sorpresa, ya que tanto desde Evópoli como desde el Gobierno confirmaron que se estaba al tanto de que Kast saldría de carrera.

[cita tipo=»destaque»]El sector conservador de RN ha intentado todo este tiempo impedir que el Consejo General nomine a Desbordes, se ha jugado al 100% para que el sábado se decrete libertad de acción, porque con eso –apuestan– gana tiempo y terreno la opción presidencial de Sichel, quien se ha instalado con el relato de que no proviene de la elite, que estudió en un liceo, que sería representativo de la clase media y habría logrado todo por su cuenta. Una historia de emprendimiento que enamora a varios en el sector, mientras que otros advierten que es solo la vieja estrategia del gatopardismo para que nada cambie.[/cita]

Si bien desde Evópoli esperaban que idealmente la salida de Briones se diera luego del Consejo General del 30 de enero, en La Moneda entendieron que el nivel de incertidumbre que genera la indefinición sobre quién se hará cargo ahora de la billetera fiscal, no se puede dilatar mucho. Es más, se pensaba que durante la próxima semana, una vez que el Presidente Piñera vuelva al trabajo presencial en Palacio, se concretaría la salida, pero en las últimas horas la presión aumentó y no se descarta que el ajuste ministerial se haga antes que termine la semana.

Desde Evópoli han buscado bajarle el perfil a las consecuencias de sembrar la incertidumbre al poner al jefe de Hacienda sobre la mesa. Esto, en el entendido de que tienen la necesidad de instalar ya a su carta para que empiece a correr la presidencial y no quedar rezagados ante la UDI y RN.

En la derecha afirmaron que Piñera mira con buenos ojos la opción de Briones, porque sí o sí su candidatura llevaría el sello de su Gobierno, por lo mismo, en Palacio tratan de no “raspar” la imagen del ministro ni cuestionar lo complicado de quedarse sin jefe de las arcas fiscales en estos momentos, porque precisamente ahora es una carta más en el objetivo del Mandatario de entregarle la banda a uno de los suyos y no a la oposición.

Lo que se juega en RN

Este sábado se llevará a cabo el Consejo General de Renovación Nacional, que debe elegir entre Mario Desbordes y el senador Francisco Chahuán. El extimonel y exministro tiene terreno avanzado, pues el martes inscribió su opción y llegó con 300 patrocinios, más de la mitad del universo de 500 consejeros generales que deben pronunciarse el sábado.

El tema presidencial en RN no ha estado libre de polémicas y duros enfrentamientos entre históricos de la colectividad y la facción que ha buscado llevar a la tienda a crecer hacia el centro, en contra de la lógica instaurada años atrás por el extimonel Carlos Larraín, quien apostaba a un partido más pequeño, más influyente y más conservador.

De esta larga batalla varios salieron de perdedores, como el propio Carlos Larraín, quien perdió todas sus apuestas en sus numerosos intentos por volver a influir. La primera de sus batallas consistió en sacar de su rol de presidente a Desbordes, de quien decía estaba llevando el partido “hacia la izquierda”. Sin embargo, los aplausos y amplio respaldo que recibió el ahora exdiputado en ese entonces, hicieron retroceder un paso a Larraín, que, junto con el exsenador y actual ministro Andrés Allamand y al diputado Tomás Fuentes, entre otros, nunca cedieron en la refriega.

Pero, a pesar de lo anterior, Larraín se jugó anoche su última carta, precisamente con una dura misiva que circuló internamente en la colectividad, en la que no solo pidió suspender el Consejo General, sino que también acusó al sector de Desbordes de querer apoderarse de RN y, de paso, ninguneó abiertamente al exministro: «El señor Leornardo Farkas figura en las encuestas con más puntos, sin tener apoyo partidario».

La pelea interna en RN no es menor, porque ha sido en este partido donde se ha cristalizado la fractura que ha vivido el oficialismo desde el estallido social, pasando por cómo el Gobierno debió enfrentar la crisis económica, el retiro del 10% de las AFP, hasta la división entre quienes se alinearon con el Apruebo y los que se atrincheraron en el Rechazo a una nueva Constitución. Desbordes, por un lado, y los sectores más conservadores, por el otro, liderados por Larraín y Allamand.

El sector conservador de RN ha intentado todo este tiempo impedir que el Consejo General nomine a Desbordes, se ha jugado al 100% para que el sábado se decrete libertad de acción, porque con eso –apuestan– gana tiempo y terreno la opción presidencial de Sichel, quien se ha instalado con el relato de que no proviene de la elite, que estudió en un liceo, que sería representativo de la clase media y habría logrado todo por su cuenta. Una historia de emprendimiento que enamora a varios en el sector, mientras que otros advierten que es solo la vieja estrategia del gatopardismo para que nada cambie.

Si bien varios en RN creen que el ideal sería definir esto luego de la votación del 11 de abril, cercanos a Desbordes entendieron que su nominación como abanderado le permitirá recuperar todo el terreno perdido, cuando pasó de ser una figura de alcance nacional, a tener que “encerrarse” en su rol como ministro de Defensa, y que hoy lo tiene marcando por debajo de sus competidores.

PS y DC definen su camino

Por el lado de la oposición, hoy el Comité Central del PS debiese zanjar la fórmula de definición de candidatos presidenciales, con solo un nombre en competencia: la exministra Paula Narváez, que cuenta con la «venia» de la ex-Presidenta Michelle Bachelet. El domingo, en tanto, la DC realizará sus primarias presidenciales internas, las que para algunos en la tienda debiese implicar –según quien gane, Ximena Rincón o Alberto Undurraga– un cambio en la mirada de cómo gestionar el partido o la continuidad de la lógica implementada por el actual timonel, Fuad Chahin.

El Comité Central del PS parte a las 18:30 horas vía Zoom. Hasta ahora, no se han conocido nombres que se pudieran inscribir para abrir la competencia y llevar a cabo lo que se supone es la aspiración de Narváez: primarias abiertas. Por lo que se espera que se abrirá la instancia para el que quiera poner un nombre sobre la mesa, lo haga, aunque sería una mera formalidad, puesto que la gran mayoría entendió que después de la bajada del senador José Miguel Insulza, ya no quedan más cartas en el partido.

Cabe recordar que en el PS –previo a la irrupción de Narváez– se sondearon varios nombres, como los de Máximo Pacheco o de Óscar Landerretche a principios del Gobierno de Piñera. Por otro lado, hasta hace unos mese se habló mucho del senador Carlos Montes, de su par Isabel Allende, incluso algunos llegaron a plantear internamente alternativas como la de Marco Enríquez-Ominami o el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi.

Y si bien el nombre de Paula Narváez concita un apoyo transversal, llegando incluso a cruzar la barrera de la centroizquierda, como lo ratificó el diputado RD, Miguel Crispi, quien señaló a La Tercera que “es más posible una conversación política de futuro”, también son varios quienes han dicho que lo que pueda pasar con la exministra todavía es “todo un misterio”. Recordaron que tanto en las encuetas Cadem como Criteria, al momento de la mención espontánea, su nombre finalmente no fue medido, pues el porcentaje de menciones estaba por debajo del margen de error.

El único partido que hará primarias es la DC y serán entre el exministro Undurraga y la senadora Rincón. El primero, apoyado por el sector disidente a la gestión de Fuad Chahin, y la segunda, la parlamentaria, apoyada con la venia del timonel.

La DC aspira a que participen unos 20 mil militantes, aunque los más realistas afirmaron que si la votación sobrepasa los 10 mil, sería “más que la de cualquier otro partido político”, considerando que se realizará en medio de una pandemia, en época estival y con el desgaste de varias elecciones pasadas. Con el resultado obtenido en las primarias para gobernadores y alcaldes, saben que quien salga electo peleará palmo a palmo, al menos la primaria dentro de Unidad Constituyente.

Hubo varios intentos por posponerla y esto guardaría relación con que algunos explícitamente plantearon que había que concentrar los esfuerzos en las elecciones de abril, y otros, porque entendían que, de hacerla ahora, cabía la posibilidad de que entrase a competir el senador Francisco Huenchumilla.

Visto desde la interna de la tienda, un eventual triunfo de Undurraga significaría una “potente señal” para la gestión de Chahin, ya que “equilibraría en gran medida” el tipo de manejo del partido. Por el contrario, de ganar Rincón, las críticas a la actual administración se verían “ahogadas y perderían sustento”.

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