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El colapso de Colchane: Servicio Jesuita a Migrantes pide asumir que hay una “crisis humanitaria” y que no basta con el “control de fronteras” PAÍS Crédito: ATON

El colapso de Colchane: Servicio Jesuita a Migrantes pide asumir que hay una “crisis humanitaria” y que no basta con el “control de fronteras”

La Moneda convocó a una reunión con FF.AA. y policías dado el explosivo aumento del flujo de migrantes que ingresan a Chile en forma irregular y que tiene a Colchane como epicentro de la crisis. A la hora de buscar soluciones, desde la extrema derecha José Antonio Kast propuso “cavar una zanja” en la frontera, mientras la Contraloría dio su visto bueno al decreto 265 que permite el despliegue de FF.AA., una medida que causa resquemor en la oposición. En el SJM apelan a una solución integral y una visión similar tiene la organización de inmigrantes Colectivo sin Fronteras de Chile, Patricia Loredo, que sostuvo que “ahora tenemos una crisis humanitaria”. En tanto, la diputada Marcela Hernando acusó que “las fronteras del norte se encuentran abandonadas (…) Estoy segura que si esto pasara más cerca de Santiago, en el Paso Libertadores, sería un escándalo”. Delgado defendió la gestión del Gobierno en la crisis y sostuvo que “aquí nadie le ha bajado el perfil a lo que está ocurriendo en Colchane, pero también hay un contexto (…) esta situación es muy distinta a la de cuatro o cinco años atrás” [ACTUALIZADA]


Mientras esta jornada autoridades de Gobierno encabezadas por el ministerio del Interior Rodrigo Delgado se reunieron con Fuerzas Armadas y las policías en La Moneda debido a la compleja situación de ingreso de migrantes ilegales en el norte del país, desde el Servicio Jesuita a Migrantes pidieron buscar soluciones reconociendo que hay una “crisis humanitaria”.

Colchane, comuna ubicada a dos kilómetros de la frontera con Bolivia, es el epicentro de la crisis y hasta allá se trasladó esta jornada el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Sergio Micco. Según el alcalde, Javier García, la población es de 1.600 habitantes y, actualmente, registran 1.100 extranjeros que han entrado de modo irregular, en un ingreso que ha provocado hechos fatales, como lo sucedido esta semana, con el caso de los dos venezolanos fallecidos en pleno desierto.

A la hora de buscar soluciones, desde sectores de extrema derecha como el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, pusieron en la mesa la idea de “cavar una zanja con máquinas retroexcavadoras” en la frontera para impedir los ingresos irregulares, mientras la Contraloría dio su visto bueno al Decreto 265 que permite el despliegue de Fuerzas Armadas en la frontera para combatir tráfico de migrantes, una medida que causa resquemor en la oposición.

En el Servicio Jesuita a Migrantes apelan, en tanto, a una solución integral. De acuerdo a Waleska Ureta, directora nacional del organismo, «esto no se va a resolver solo mirándolo del punto de vista del control de fronteras. Esto va a seguir ocurriendo”.

A su juicio, las soluciones se deben buscar «reconociendo y asumiendo que hay una crisis humanitaria, que no es un tema netamente migratorio», señaló a Radio Cooperativa.

Para Ureta, “esta situación se viene provocando hace un rato extenso. Se magnificó con la primera ola de la pandemia dado el cierre de fronteras. Tenemos que considerar que Venezuela está en una crisis humanitaria importante, sociopolítica económica, y que las personas como tal la están pasando muy mal -explicó- están sufriendo hambre, persecución, vulneración de derechos y en ese sentido se debe entender que esta es una migración forzada, obligada, dada la imposibilidad de subsistencia en el país de origen».

Una visión similar tiene la representante de la organización de inmigrantes Colectivo sin Fronteras de Chile, Patricia Loredo, quien en declaraciones al medio alemán Deutsche Welle sostuvo que “esta crisis había sido ignorada y ha ido creciendo desde hace cuatro años. Los ingresos por pasos no habilitados se han triplicado y ahora tenemos una crisis humanitaria en el norte del país”.

Para la dirigenta del Colectivo sin Fronteras también es importante no olvidar que el flujo migratorio actual fue alentado no hace muchos años atrás por el propio Presidente Sebastián Piñera: «En Cúcuta aseguraba públicamente que iba a acoger a inmigrantes venezolanos. También publicitaba la visa de ‘responsabilidad democrática’, que en realidad no ha tenido un efecto para canalizar la inmigración y el resultado es el intento de los inmigrantes por ingresar irregularmente”.

A su juicio, “se necesita una fuerte política de relaciones exteriores que convoque a los distintos países de la región, aunada con esfuerzos de organismos internacionales y con la ayuda de la sociedad”, enfatiza Loredo.

Dudas de la oposición

Al finalizar la reunión en La Moneda, el ministro Delgado entregó una declaración a la prensa en la que confirmó que viajará la próxima semana a Colchane, y anunció que se implementará un programa especial para esta colapsada comuna.

“Lo que ocurre en Colchane no es solamente una cantidad de personas cruzando la frontera, sino también el impacto que eso genera a la gente que vive en Colchane. No estamos pensando en un refugio en esa comuna”, señaló.

Delgado defendió la gestión del Gobierno en la crisis y sostuvo que “aquí nadie le ha bajado el perfil a lo que está ocurriendo en Colchane, pero también hay un contexto”.

“La entrada irregular en la zona de Colchane está relacionada con una crisis que va más allá de lo que pudiésemos explicar desde Chile (…) Es una crisis internacional, sanitaria, social, un gran porcentaje son de nacionalidad venezolana y tiene que ver con flujos migratorios que comenzaron hace años. Esos flujos no son nuevos en Chile, lo que pasa es que han ido mutando en virtud de los tiempos», indicó.

En este sentido, Delgado añadió que “cuando se dice que la situación de ingreso irregular está fuera de control, basta mirar los datos para entender que esta situación es muy distinta a lo que ocurría hace cuatro o cinco años atrás”.

Mientras desde el Congreso también han puesto presión sobre el Ejecutivo. En la oposición, algunos dirigentes criticaron el nuevo decreto que permite a las FF.AA colaborar en el control de la migración ilegal por pasos no habilitados prestando apoyo logístico, tecnológico y de transporte. A juicio del senador José Miguel Insulza (PS), «esto no va a ser muy efectivo, porque habría que desplegar a mucha gente y no se vería muy bien que un país desplegara su ejército para impedir el ingreso».

Mientras, la diputada por la Región de Antofagasta Marcela Hernando criticó la lentitud del Gobierno en la crisis migratoria que se vive en las regiones del norte de Chile. “Las fronteras del norte se encuentran abandonadas (…) Estoy segura que si esto pasara más cerca de Santiago, en el Paso Libertadores, sería un escándalo”, dijo la parlamentaria radical.

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