PAÍS
Crédito: Club de Atletismo Gerardo Manzanares
Un grupo de cinco atletas de 16 años y su entrenadora llegaron desde Osorno a Ecuador el miércoles. Desde Quito, la jefa técnica relata cómo han sido las 24 horas que vivieron en la crisis de seguridad que afecta al país, sobrevuelos de helicópteros, cierre de locales y la incertidumbre de la gente.
“Estábamos entrenando cuando se decretó el Estado de Excepción. Nos tocó un viaje agitado, pero estamos bien”. Con estas palabras resume la directora técnica del Club de Atletismo Gerardo Manzanares, de Osorno, Karin Riedel, sus últimas 24 horas, en Ecuador.
La entrenadora y jefa de la delegación de cinco deportistas de alto rendimiento adolescentes, de 16 años, llegó a Quito la semana pasada, junto a los menores, para realizar su pretemporada en altura. Ello con el objetivo de preparar una serie de competencias que se desarrollarán este 2024.
“Hoy martes día estábamos entrenando en la pista cuando se suscitó todo este caos, un guardia se nos acercó y nos dijo que debíamos regresar al hotel. Hubo una gran incertidumbre de la gente y nos pidieron que nos retiráramos más temprano de la Pista Atlética Los Chasquis, que queda en Pichincha, porque habían problemas, pero no eran aquí en Quito, eran en Guayaquil principalmente”, relata la entrenadora Karin Riedel.
Sin embargo, con el correr de las horas una serie de hechos de violencia se registraron en los alrededores de Pichincha. A pocos kilómetros en el sector de Llano 1, un policía fue secuestrado por tres antisociales que lo encañonaron y grabaron. Mientras que en el sur de la ciudad de Quito un automóvil fue hecho explotar con cilindros de gas en su interior. Sin embargo, el equipo chileno en Ecuador está tranquilo.
“Ayer estábamos entrenando cuando se decretó el Estado de Excepción (…) Tampoco salgo con los chicos porque consideramos que es mejor quedarse guardaditos en el hotel que estar arriesgándose. El lunes funcionamos de forma normal. Cuando nos enteramos del Estado de excepción dijimos, bueno vamos a seguir trabajando de forma normal, iremos a la pista, a dar los entrenamientos de 9 a 16 horas. Aquí en Quito nosotros no salimos a la calle prácticamente porque estamos muy cerca de la concentración. Lo único que nos llamó la atención hoy es que a las cuatro de la tarde estaban mandando a toda la gente a su casa. La locomoción estaba funcionando con apuro, mucho taco, la gente caminando por las calles, los negocios bajaban las cortinas temprano, y me recordó mucho al estallido en Chile”, cuenta Karin Riedel a El Mostrador desde Quito.
Y agrega: “En el lugar donde estamos se ve todo tranquilo ahora, se comunicó la Embajada con nosotros, estamos tranquilos, nos dijeron que no saliéramos a la calle y vamos a esperar que se calme todo, pero aquí en Quito, en el lugar que estamos, en el Hotel Fenix, no hemos visto disparos ni explosiones, ni actos de violencia como se ve en la televisión, claro que hay un regimiento al frente del hotel. Sé que el punto neurálgico de todo es Guayaquil, que allá hubo muchos enfrentamientos, pero al menos en esta parte de Quito donde estamos ubicados está tranquilo todavía y esperemos que siga igual. Estamos a salvo”.
Según explica desde Quito, el hotel tomó precauciones, y no saldrán del hospedaje hasta que les confirmen una mejoría en la situación de seguridad.
“No vamos a salir de aquí hasta que nos digan ya, ahora se calmó todo, pero hemos visto pasar varios helicópteros a baja altura. No sé si en otro punto en Quito, en la periferia, hay barrios más conflictivos, pero aquí está tranquilo. Hoy el guardia que se acercó os dijo que todos tenían que volver a sus casas porque estaban solicitando que cierren los colegios, los locales comerciales, en rigor para prevenir, evitar problemas y disturbios. Eran cerca de las 16 horas acá. El tráfico era un caos, era una cosa impresionante. Nosotros salimos de la concentración de la pista de Pichincha y caminamos como diez minutos hasta el hotel. En ese intertanto vimos muchas personas de a pie , todos devueltos a su hogar, y la policía controlando el tráfico”, cuenta Karin.
“Dieciséis años es el promedio de los chicos, son de segundo, tercero y cuarto medio. Estamos aquí en Ecuador desde el miércoles de la semana pasada. Hacemos la pretemporada, se preparan en altura para tener un mejor acondicionamiento en el fondo. Es la tercera vez que vengo. Esta vez fue más agitado, me tocó un poco diferente el asunto. Pero estamos tranquilos, estamos seguros, paciencia para esperar ahora. Me siento tranquila con el apoyo ya del embajador, Y nuestro retorno es el 20 de enero, en Osorno los papás estaban preocupados, pero queremos transmitirles que estamos bien.”, concluye Karin Riedel
