PAÍS
Foto: AgenciaUNO
“Terraplanistas” y querellas: choque Kaiser–FA marcó desembarco del libertario en La Moneda chica
La timonel del Frente Amplio fustigó la posible llegada del libertario al gobierno de José Antonio Kast. “Si dejamos que sea ministro de Salud, no hay vacuna”, dijo. El excandidato, que hoy fue a la oficina del Presidente electo, respondió con una advertencia: “Que tengan cuidado con los insultos”.
Con advertencias judiciales sobre la mesa y en plena negociación política, Johannes Kaiser volvió a instalarse en el centro del debate. “Que tengan cuidado con los insultos”, lanzó el diputado y líder del Partido Nacional Libertario (PNL), advirtiendo que tiene la “mala costumbre” de querellarse por injurias y calumnias.
El destinatario del mensaje fue la presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, quien lo había tratado derechamente de “terraplanista” al cuestionar la posibilidad de que el libertario llegue a un ministerio en un eventual gobierno de José Antonio Kast.
Las declaraciones de Martínez, realizadas en La Tercera, fueron todo menos suaves. A modo de ejemplo, dijo que si Kaiser fuera ministro de Salud “no habría vacunas”; si encabezara Medio Ambiente, “no existiría la crisis climática”, y si llegara a Educación, buscaría eliminar la educación sexual integral. Para la timonel oficialista, el problema es de fondo: acusó al libertario de no basarse en la ciencia y de representar una mirada que pone en riesgo políticas públicas clave, desde la salud hasta los derechos sexuales y reproductivos.
La respuesta no tardó. Desde la llamada “Moneda chica”, hasta donde llegó para reunirse con el equipo del Presidente electo, Kaiser retrucó que nunca ha tratado a Martínez de una forma que le permita calificarlo así y elevó el tono: acusó una “violencia” discursiva propia de sectores que, según él, han respaldado delitos graves. “Un poco más de decencia no le haría mal”, remató.
¿Kaiser ministro?
Mientras el cruce verbal escalaba, puertas adentro el PNL avanzaba en su principal objetivo político: negociar su eventual entrada al gobierno de Kast. Más de dos horas estuvo Kaiser reunido con Claudio Alvarado, coordinador político de la Oficina del Presidente Electo, en un encuentro uno a uno donde entregó un documento de ocho páginas con las llamadas “líneas rojas” del partido. El propio diputado habló de “optimismo” respecto de integrarse a la administración a partir de marzo.
Sobre la mesa quedaron varias exigencias: frenar la continuidad de programas como el PAIG y la Educación Sexual Integral, revisar el financiamiento del Instituto Nacional de Derechos Humanos, evitar alzas de impuestos, no crear nuevos ministerios y empujar con fuerza una reforma al Poder Judicial que quite la influencia política en el nombramiento de jueces. Esa reforma, una de las banderas de su campaña, busca además reestructurar la Fiscalía y fortalecer la independencia del Ministerio Público.
El mensaje del PNL fue claro: están disponibles para sumarse, pero no de manera acrítica. Quieren marcar perfil, sostener su “batalla cultural” y hablarle a un electorado que en primera vuelta les dio casi un 14% de los votos. Para Kast, en tanto, la eventual incorporación de Kaiser y los libertarios permitiría cubrir el flanco derecho y dar mayor amplitud a su coalición.
El tema de fondo, sin embargo, sigue abierto: ¿Kaiser ministro? El propio diputado bromeó cuando le preguntaron por un eventual cargo —“¿ministro de qué iglesia?”— y recordó que quien arma el equipo es el Presidente. Además, persiste la duda por el criterio que impediría nombrar a parientes directos de parlamentarios, lo que lo dejaría fuera del gabinete debido a que su hermana, Vanessa Kaiser, es senadora electa. Aunque desde la OPE han deslizado que podría haber excepciones, el escenario sigue en evaluación.
Por ahora, lo único claro es que las conversaciones continuarán la próxima semana. Con críticas cruzadas, advertencias legales y negociaciones en curso, Kaiser se mueve entre la polémica pública y la construcción de poder, decidido a no diluir sus banderas si finalmente cruza la puerta de La Moneda junto a José Antonio Kast.