Publicidad
Amistades peligrosas: Ruido interno por elección de fiscal Barros para la Metropolitana Sur

Amistades peligrosas: Ruido interno por elección de fiscal Barros para la Metropolitana Sur

Si bien el nuevo persecutor jefe genera anticuerpos entre muchos fiscales a los que no les gusta trabajar con él, por no tener un buen trató con sus pares y subalternos, lo que no pasó inadvertido internamente y generó más ruido en el Ministerio Público es su antiguo y conocido lazo con el ex fiscal Alejandro Peña, a quien en más de una ocasión en estos años se le ha vinculado con la defensa de narcotraficantes.


El Fiscal Nacional, Jorge Abbott, terminó con el misterio. Este lunes se hizo público el anuncio de que Héctor Barros será (a partir del 1 de mayo) el nuevo Fiscal Metropolitano Sur, en reemplazo de Raúl Guzmán, quien dejó el cargo para quedarse con la secretaría general del Senado.

Un nombramiento que inmediatamente generó comentarios. Si bien Barros genera anticuerpos entre muchos persecutores a los que no les gusta trabajar con él, por no tener un buen trato con sus pares y subalternos, lo que no pasó inadvertido internamente y generó más ruido en el Ministerio Público es su antiguo y conocido lazo con el ex fiscal Alejandro Peña, a quien en más de una ocasión en estos años se le ha vinculado con la defensa de narcotraficantes.

De hecho, Barros es conocido como uno de los delfines de Peña cuando este era el jefe de la Fiscalía Metropolitana Sur. Era uno de sus hombres de confianza. Trabajaron juntos en el caso Bombas 1 y su pareja fue la mano derecha de Alejandro Peña durante su paso por el Ministerio del Interior, en el primer Gobierno de Sebastián Piñera.

La Fiscalía Metropolitana Sur tiene jurisdicción en 12 comunas, todas vulnerables y con serios problemas de narcotráfico, como El Bosque, La Legua, Lo Espejo, San Joaquín y Puente Alto. Por esa razón es una de las fiscalías que más incauta droga en el país.

Tras salir del Ministerio del Interior, el ex fiscal Peña se dedicó al ejercicio libre de la profesión de abogados. Desde entonces no ha pasado inadvertido que quien fuera conocido como el “zar antidrogas” en su momento, cruzara la vereda para defender a narcotraficantes.

Uno de sus clientes ha sido Washington Zamora, fornalizado el 2016 por tráfico de drogas, asociación ilícita, homicidio calificado y lavado de dinero. Otro, Marcelo Orellana, un ex integrante de la PDI formalizado en Arica por tráfico, luego de ser sorprendido transportando 499 estampillas de LSD. En noviembre del 2013, también defendió a tres carabineros del OS-7 formalizados por tráfico y asociación ilícita.

El cambio de “giro” del ex fiscal Peña incluso fue tema en la campaña presidencial del 2017 y el propio Piñera –en esa instancia como candidato– lo criticó: “No debería hacerlo”.

La relación de Barros y Peña sigue igual de cercana hasta el día de hoy y, por eso, generó ruido que el ex fiscal tenga esa llegada con uno de los persecutores jefes que más causas de narcotráfico tendrá bajo su responsabilidad.

Publicidad

Tendencias