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Expertos en DD.HH. creen que visita a China «empañó» el legado de Bachelet como Alta Comisionada de la ONU

Expertos en DD.HH. creen que visita a China «empañó» el legado de Bachelet como Alta Comisionada de la ONU

Los expertos creen que la ex Presidenta asumió un rol muy activo en materias como migración, racismo y desigualdad, pero le cuestionan el que no haya sido más decidida en su condena respecto de las masivas violaciones a los derechos humanos en países como China. Sin embargo, y ahora que ha anunciado su salida del organismo, Bachelet podría dar un batacazo ya que aún no hace entrega de su informe sobre su visita al gigante asiático.


De dulce y de agraz es la evaluación que predomina entre diplomáticos, expertos, abogados y activistas respecto de la labor realizada por la ex Presidenta Michelle Bachelet como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Si bien destacaron positivamente su desempeño en materias como migración, racismo, igualdad en el acceso a la vacuna contra el COVID-19 y cambio climático, algunas voces insistieron en que su visita a China ciertamente empañó su legado, aun cuando la exmandataria todavía no libera su informe, uno que bien podría ser explosivo para el gobierno de la potencia asiática.

“Michelle Bachelet llegó al cargo con su perspectiva única como víctima de violaciones de derechos humanos, activista y estadista”, afirmó Jürg Lauber, embajador de Suiza ante la ONU en Ginebra, ciudad que alberga la oficina de derechos humanos. “Mientras destacaba las violaciones de los derechos humanos en todo el mundo, ha tendido puentes, dialogado y ofrecido cooperación”, señaló el diplomático.

“Su oficina fue extremadamente receptiva a la hora de promover un enfoque basado en los derechos humanos para abordar la crisis de la COVID-19 y sus consecuencias”, agregó Lauber, quien, en declaraciones que reproduce SWI swissinfo.ch, sostuvo además que Bachelet también ha sido una “fuerte defensora de abordar el desafío del cambio climático, la pobreza y la desigualdad”.

Menos positiva fue la mirada de Phil Lynch, director de la ONG Servicio Internacional para los Derechos Humanos con sede en Ginebra (ISHR), quien si bien reconoce que la exmandataria jugó un rol clave en muchos aspectos, sí cuestionó su disposición a privilegiar “el diálogo amistoso” con gobiernos reconocidos en el mundo como violadores de los derechos humanos, en especial el caso de China, “donde no ha abordado en absoluto la situación de los derechos humanos en el país, incluidos los crímenes de lesa humanidad en Xinjiang, así como la represión generalizada en el Tíbet y Hong Kong, las desapariciones forzadas y las detenciones arbitrarias.

Asimismo, Lynch criticó -así como lo hicieron otras ONG como Human Rights Watch y Amnistía Internacional- la “marcada falta de solidaridad con las víctimas o los defensores de los derechos humanos y una incapacidad o falta de preparación para pedir cuentas a un gobierno poderoso”.

Sherine Tadros, directora adjunta de Incidencia de Amnistía Internacional y jefa de la oficina de la ONU en Nueva York, destacó el que Bachelet estaba “definitivamente a la vanguardia y muy comprometida” con los derechos económicos, sociales y culturales. Asimismo alabó su informe sobre Venezuela, pero la visita a China “ha empañado su legado, es lo que esencialmente la seguirá y cómo será recordada”. “Creo que si eres un familiar de una de las víctimas, o un sobreviviente de los campos, es muy difícil olvidar sus palabras sentada allí en China y hablando de campos de entrenamiento, adoptando el lenguaje propagandístico del gobierno”, sostuvo.

Lynch está de acuerdo. “Por supuesto, el diálogo, la cooperación y la asistencia técnica son formas importantes y legítimas de promover los derechos humanos donde existe voluntad política, pero donde las violaciones están institucionalizadas, generalizadas o, de hecho, forman parte de la política gubernamental, como es el caso de Xinjiang, entonces, ¿qué es vital es monitorear, informar y rendir cuentas”, dijo a SWI.

Sin embargo, Tadros se declaró expectante sobre el informe de los derechos humanos en China. “Tendremos que ver qué dice el informe y si el aporte del gobierno chino, que ella permitió nuevamente al final, atenuará lo que entendemos como un informe bastante fuerte (…) porque la evidencia sobre el terreno, según lo documentado por Human Rights Watch, Amnistía Internacional y muchos otros, es muy sólida y persuasiva”.

Khalid Ibrahim, director del Centro del Golfo para los Derechos Humanos, dijo por su parte que la ex Presidenta Bachelet no fue lo suficientemente proactiva respecto de las violaciones a los derechos humanos en Arabia Saudita, Baréin y Egipto. “Ella hizo muy poco para mejorar la situación de los derechos humanos en nuestros países”, sostuvo.

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