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Consejos para reconocer un té de calidad Gastronomía

Consejos para reconocer un té de calidad

El té se ha convertido en una de las bebidas más consumidas en el mundo, solo es superada por el agua. Chile no se queda atrás, siendo el mayor consumidoren Latinoamérica y más exigente en cuanto a calidad.


En Chile, el hábito de consumir té está profundamente arraigado en lamsociedad, liderando las tasas de América Latina, con aproximadamente 427 tazas per cápita, según un estudio de Euromonitor. Además, de acuerdo con Statista, se prevé que el consumo mundial de té supere los 7.400 millones de kilogramos para el año 2025.

¿Qué define realmente al té? En su sentido más auténtico, la Organización Internacional de Estandarización lo define como aquel “derivado única y exclusivamente de los brotes tiernos de variedades de la especie Camellia Sinensis”, específicamente destinado para ser consumido como
bebida.

“Un verdadero té se elabora de manera tradicional y ortodoxa. Además, se distingue por su pureza y por no incorporar mezclas, lo cual es crucial ya que una de las características más apreciadas es su terroir, es decir, el sabor de la tierra. La frescura, envasado en el mismo lugar donde se produce, es otro aspecto fundamental que garantiza su calidad, sabor y riqueza”, señala
Cristián Pastene, representante de Dilmah en Latam.

El proceso de elaboración de un té ortodoxo es muy distinto de aquel que tiene un sistema de procesamiento CTC, donde las hojas son cosechadas y procesadas por máquinas que las trituran, produciendo enormes cantidades en muy poco tiempo y dificultando
que enzimas y antioxidantes aparezcan, perdiendo así la sutileza del sabor, el aroma y el carácter.

En contraste, el té auténtico produce una amplia gama de tamaños de hojas, colores, sutilezas de carácter y cuerpo, ofreciendo una experiencia sensorial más rica y variada.

¿Cómo distinguir un té de calidad?

 Apariencia: en el caso del té de hoja, es clave que el tamaño de las hojas sea uniforme. Deben estar enteras, no rotas y no incluir tallos o ramas. Para tés obtenidos con el método ortodoxo, el tamaño no está relacionado a la calidad, pero sí a la intensidad: a
mayor tamaño de la hoja tenemos un té más delicado y menos astringente, mientras que las hojas más pequeñas entregan un sabor más potente.

La infusión (el licor) de un té de alta calidad debe ser traslucida. Si es turbia, es porque incluye troncos y hojas antiguas, lo
que perjudica la calidad del producto.

Aroma: este debe ser fresco e intenso, incluso evocar ciertos aromas frutales. Si la fragancia se mantiene a través del tiempo, estamos frente a un Té de buena calidad. Otra manera de identificar que un té es de calidad es comprobando si el aroma de la hoja seca es consistente con el aroma de las hojas infusionadas. Por su parte, uno de baja calidad tendrá un olor ahumado, ácido, áspero y un tanto amargo que se siente artificial.

Color: cuando hablamos de un té de excelencia, el color debe mantenerse a través de  tiempo, lo mismo que su homogeneidad y brillo. Si éste se desvanece estamos frente a hojas viejas y de baja calidad, que no fueron envasadas en origen. Una vez infusionado, su aspecto debe ser claro, brillante y fresco. Un té de baja calidad tiene colores más opacos,
turbios y poco intensos.

Sabor: un té que se envía a granel para ser mezclado con otras variedades o no es envasado y protegido poco después de la cosecha absorbe la humedad, lo que genera el desarrollo de toxinas que degradan el sabor. Un Té de baja calidad, en general, tiene un sabor amargo que permanece en boca o que no es consistente con el aroma que tenía previo a la infusión. Cuando un té es de calidad y está bien preparado, no requiere que se le adicione azúcar.

Sensación: además de tener sabor, aroma y color, debe hacerte sentir bien y provocar diferentes sensaciones y estados de ánimo. Por ejemplo, si lo que buscas es relajarte y sentirte tranquilo, sin duda un té verde con jazmín te dará esa sensación y si quieres estar más activo, un té negro saborizado con menta y frutilla te dará las energías que necesitas.

Recomendaciones para disfrutar un té de calidad

Para mantener sus propiedades al momento de consumirlo es importante tener en cuenta los siguientes tips:

1. Almacenamiento: guardarlo en un lugar fresco, seco y sin olores, nunca a más de 30 ºC. Si es posible refrigerarlo. Para los tés que no vienen con bolsita foil individual, almacenar dentro de un contenedor hermético. El té es higroscópico y absorbe humedad y olores del aire, bajando su calidad cuando es almacenado incorrectamente.

2. Agua y hervidor: utilizar un hervidor que no tenga cal ni sedimentos y, ojalá, llenarlo con agua filtrada. Hervir el agua a 100°C, y jamás volver a hervirla.

3. Medidas y preparación: para un té normal, utilizar 2,5 gramos de té de hojas o una bolsita por 220 ml. de agua. En el caso de un Té negro, infusionarlo por un mínimo de 3 minutos para obtener los beneficios de salud que aporta, y hasta 5 minutos para un Té más intenso. Es importante revolver al inicio de la infusión y nuevamente al final.

4. Temperatura: la mejor temperatura varía de acuerdo con la variedad del té, pero en promedio debe fluctuar entre 70° y 100°. En el caso de un té negro o de infusiones, se recomienda que luego de hervir el agua, esperar 1 a 2 minutos para que la temperatura baje a 95°-100°. En el caso de un té verde o blanco, esperar 3 minutos para llegar a una temperatura de 70°-80°.

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