El Caso Quemados se tomó la agenda. Desde la conmemoración de los 40 años del Golpe, en 2013, la opinión pública ha construido un nuevo sentido común respecto a lo que fueron los horrores de la dictadura de Pinochet, se ha conmovido y remoralizado al respecto, tensionando la lógica de la cautela, los equilibrios y la medida de lo posible que el conjunto del sistema político mantuvo como eje ordenador de este asunto durante la transición. Esto obliga a los actores institucionales a recalibrarse y cambiar agendas y discursos.