Sustentabilidad
El proyecto de procesamiento y elaboración de productos derivados de la avellana chilena rescata una tradición indígena ancestral y cuenta con el apoyo de Enel Generación Chile.
En julio pasado, la comunidad pehuenche El Avellano, inserta en el corazón del Alto Biobío y ubicada en la precordillera de la Región del Biobío, vivió un nuevo hito que se enmarca dentro del plan de desarrollo económico y social de esa localidad: la creación de la Cooperativa Agrícola El Avellano.
La entidad, formada por 17 integrantes de la comunidad, se encargará de administrar el proyecto comunitario de procesamiento y elaboración de productos derivados de la avellana chilena, así como también decidir sobre el destino que se le dará a las utilidades de la planta.
La primera tarea de los socios consistió en elegir a su presidenta, Rosa Salamanca, quien asumirá el desafío de llevar adelante el sueño de convertir a la cooperativa en un referente del desarrollo agropecuario en la comuna y la región.
“Ahora vamos a poder sacarle mejor provecho a la avellana. Vamos a crear nuestros propios productos, vender todo procesado como harina o pastas de avellana, lo que va a ayudar a tener mejores ingresos”, cuenta Rosa entusiasmada y agrega que este fruto seco ha sido un alimento básico de las familias de la comunidad por cientos de años.
Esta iniciativa se enmarca dentro de un programa de desarrollo económico sostenible diseñado entre Enel Generación Chile y la comunidad El Avellano de acuerdo a su identidad indígena, en la cual se ha dispuesto darle un tratamiento semi-industrial a la avellana tradicionalmente recolectada en la zona y elaborar productos derivados para aumentar la cadena de generación de valor. En el desarrollo de la planta de procesamiento también participa la Fundación para la Innovación Agraria del Ministerio de Agricultura, el Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial de la Universidad de Concepción, la Municipalidad de Alto Biobío y la Fundación Pehuén.
“Para nosotros es un orgullo ver los avances concretos que se han alcanzado en El Avellano y destacamos este proyecto comunitario que no sólo crea fuentes de trabajo para la comunidad, sino que a la vez rescata una actividad ancestral típica de las familias pehuenches, y se realiza con un especial cuidado al medio ambiente”, afirma Antonella Pellegrini, gerente de Sostenibilidad y Relaciones Comunitarias de Enel Chile.
De lo artesanal a lo moderno
Los integrantes de la comunidad han recibido varias capacitaciones en manipulación, elaboración y comercialización de productos alimenticios presentes en el territorio y de productos basados en la avellana por el Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial de la Universidad de Concepción.
También se han realizado capacitaciones en el uso y mantención de las maquinarias que compondrán la planta de procesamiento. Se trata de una sancochadora, una partidora y seleccionadora que rinde cuatro sacos por hora, una tostadora que procesa 100 kilos por hora y una moledora con capacidad para 50 kilos por hora.
“La gente trabajaba la avellana de forma más manual, como se hacía a la antigua… Tostar en una callana, partir a mano las avellanas… Ahora se les va a facilitar harto más y vamos a mejorar la presentación de los productos. ¡Vamos a tener mejores ventas!”, dice Rosa.
