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Pilar Armanet: «No estoy de acuerdo con que la Universidad sea gratis para los que pueden pagar» Rectora UDLA cree que sólo debe apuntar a sectores vulnerables              

Pilar Armanet: «No estoy de acuerdo con que la Universidad sea gratis para los que pueden pagar»

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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La ex jefa de la división de Educación Superior del Mineduc y ex vocera del primer gobierno de Michelle Bachelet considera que la gratuidad universal “perpetúa  desigualdades que no tienen mucho sentido en un país donde hay más necesidades que recursos”. Su posición es relevante, sobre todo después que la Corporación de Universidades Privadas (CUP) la eligiera como su presidenta y vocera frente al Ministerio de Educación.


La Universidad de las Américas vive por estos días un nuevo aire, luego que la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) resolviera hace poco más de un mes devolverle la acreditación por un período de tres años, y después que el Ministerio Público anunciara que no pudo detectar infracciones a la ley en su indagatoria del lucro en las universidades, donde  el plantel era uno de los investigados.

Pero la rectora de la UDLA, Pilar Armanet, sabe que el camino siempre es complejo para instituciones como la suya, que deben ocuparse no sólo de cumplir los requisitos de calidad e infraestructura requeridos para que sus estudiantes tengan acceso al Crédito con Aval del Estado (CAE), sino que también lidiar con la desvalorización de la que son objeto por parte de una elite que se resiste a ceder espacios. Sobre todo, dice, en un contexto donde en la educación superior hay más oferta que demanda y en el que la estrategia es “restringir la competencia a como dé lugar”.

“Eso explica que el Consejo de Rectores (CRUCh), aunque tiene enormes diferencias entre sí, se mantiene muy unido. La puertita para entrar ahí es lo más estrecha posible; entre las universidades privadas las capacidades para articularse son súper bajas, porque hay algunas que no quieren verse mezcladas con otras. Esto es producto de elites y de una competencia muy potente, súper potente”, dice Pilar Armanet en esta entrevista con El Mostrador.

Y agrega: “Las elites se defienden, si por algo son elites. Se justifican a sí mismas y la sociedad chilena es una torta de mil hojas, hay capitas de capitas de capitas, y todos tratando de establecer diferencias con los demás. Por eso esta sociedad es tan poco asociativa. Esta cultura nuestra es la cultura de la diferenciación por excelencia”.

Gratuidad… para los más vulnerables

Pilar Armanet milita en el PPD, es abogada de la Universidad de Chile y profesora titular de la Casa de Bello. Llegó a la UDLA después de haberse desempeñado durante seis años como jefa de la División de Educación Superior del Ministerio de Educación durante el gobierno de Ricardo Lagos y tras ejercer como ministra secretaria general de Gobierno en el último período de la anterior administración de la Presidenta Michelle Bachelet. El viernes último la Corporación de Universidades Privadas (CUP), que reúne a 17 instituciones, la eligió como presidenta y vocera frente a la ministra de Educación, Adriana Delpiano.  Dice que en esta Rectoría ha podido sacar provecho a su vasta experiencia con plena autonomía, ya que asegura que el grupo internacional Laureate, del que depende la casa de estudios, en la práctica no ejerce intervención alguna.

“Yo creo que las Américas representa todas las cosas en las que yo creo: igualdad de oportunidades y  movilidad social. Esta es una universidad súper pluralista, coexistimos gente de todos los colores políticos, religiosos. Este es un mundo súper diverso, hay una tremenda libertad académica, tengo la posibilidad de hacer cosas que en una universidad tradicional demoraría 30 años. Entonces tenía todo que ver con lo que a mí me gusta. Uno paga costos personales mu y altos con esto, pero para mí era una decisión que tenía mucho que ver con ser coherente. Más encima cuando uno se va haciendo más viejo, la obligación de la coherencia es cada vez mayor,  porque si uno empieza a desmentirse a esta edad, francamente más vale jubilar”.

[cita tipo=»destaque»]La libertad de pensamiento, de crítica, de propuesta, o sea la libertad de prensa, la libertad de cátedra y la libertad académica, son componentes de la capacidad crítica de la sociedad, que para mí es un tema fundamental y no veo ninguna justificación para tener superintendencias académicas, es algo que encuentro complicadísimo y en eso estoy completamente de acuerdo con el rector Sánchez.[/cita]

Y uno de los puntos que más destaca es que “el mundo más vulnerable está precisamente en este tipo de universidades, donde se necesita mucha más creatividad, mucho más espacio donde poder hacer cosas significativas”.

Por eso se declara partidaria de la gratuidad en la educación superior y aspira a que los alumnos de la UDLA accedan a ella cuando el plantel consiga cumplir el requisito de cuatro años de acreditación.  Esto porque las propias cifras dan cuenta de que la deserción de jóvenes que estudian con CAE es mucho menor a la de aquellos que estudian sin este aporte, lo que da cuenta de la fragilidad de la situación financiera de sus propias familias.

“La educación es una palanca de igualdad muy importante y hay una frase que a mí me hace mucho sentido: que  un joven que es  primera generación en su familia que estudia una carrera universitaria en promedio gana cuatro veces más que su familia con su primer trabajo; y un joven que entra a la Católica y es hijo de un gran empresario, con suerte gana cinco veces menos de lo que gana su papá. O sea, hay ahí un tema de acercamiento de posibilidades, de expectativas, y  creo que la gratuidad es significativa, porque puede ayudar a muchos jóvenes a tomar la decisión de estudiar”.

Sin embargo aclara que “con lo que no estoy de acuerdo es que sea gratis para los que pueden pagar, porque eso perpetúa  desigualdades que no tienen mucho sentido en un país donde hay más necesidades que recursos. Podríamos pagar la gratuidad si tuviéramos exceso de recursos fiscales, pero son recursos que se restan de otros ámbitos como son salud y vivienda, donde todavía tenemos mucho que avanzar. Por eso en principio soy muy partidaria de la gratuidad para los sectores más vulnerables”.

Ley Corta y autonomía universitaria

Lo que por ahora preocupa a la rectora de la UDLA es la necesidad que la gratuidad quede establecida por ley y no dependa otra vez de una Glosa Presupuestaria. Y también los alcances del proyecto de educación superior que el gobierno presentó a los rectores del CRUCh y que no tardó en ser objeto de reparos por parte del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, quien lo acusó de “extremadamente estatista”, por cuanto crea una Superintendencia de Educación Superior con “atribuciones excesivas” ya que se involucraría en aspectos curriculares y de autonomía universitaria.

“Mi instinto político mínimo me dice que, aunque fuera una ley corta para regular la gratuidad, sería la prioridad uno, porque no me parece presentable ir de nuevo con glosa parlamentaria, porque es de una vulnerabilidad extrema dejar esto bailando en la cuerda floja. Esto es foco uno, no veo que haya que perderse ahí”.

Y sobre la autonomía universitaria advirtió que se trata de un tema central y muy complejo. “Nosotros en la Universidad de Chile vivimos 25 años de intervención militar y fuimos capaces de hacer un movimiento súper profundo por la autonomía, principalmente del gobierno, porque la universidad es la conciencia crítica de la sociedad. La prensa y la universidad, a distintos niveles de profundidad y coyuntura, requieren una enorme libertad que los gobiernos tienden a tratar de limitar por razones comprensibles”.

Y recalcó: “La libertad de pensamiento, de crítica, de propuesta, o sea la libertad de prensa, la libertad de cátedra y la libertad académica, son componentes de la capacidad crítica de la sociedad, que para mí es un tema fundamental y no veo ninguna justificación para tener superintendencias académicas, es algo que encuentro complicadísimo y en eso estoy completamente de acuerdo con el rector Sánchez”.

El Oscar y la UDLA “en volá”

Pilar Armanet no se cansa de resaltar que el buen momento por el que hoy día atraviesa la UDLA quedó refrendado por el Premio Oscar que recibió en febrero pasado el cortometraje animado “Historia de un Oso”, que fue dirigido por Gabriel Osorio y producido por Patricio Escala, dos jóvenes que “nos pidieron un huequito para quedarse, para tener su productora aquí adentro”.

Y es que a su juicio “el Oscar simboliza lo que es la UDLA, así ‘en volá’. El talento es lejos uno de los atributos más democráticamente distribuidos que existen. Hay talento en todas partes, pero lo que no está tan bien distribuido son las oportunidades y la UDLA es un espacio donde talentos y oportunidades se encuentran. El Oscar es el fruto de eso”.

“Es interesante porque hay uno de ellos es hijo de militares y el otro nieto de un secretario de Allende que confluyen en una historia que se cuenta desde el punto de vista de una sociedad completamente reencontrada, plural absolutamente, donde cada uno piensa lo que quiere. Pocos  recursos, mucho talento, entonces ese es el mensaje: oportunidades para el talento, y también para los comunes y corrientes”.

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