El recién asumido ministro de Transporte y Telecomunicaciones, Felipe Morandé, planteó esta tarde la conformación de una mesa de trabajo con las empresas de la industria (comunicaciones), para solventar problemas de seguridad del sistema ante situaciones de emergencia como el terremoto.
A raíz de lo difícil que se tornó la telefonía a nivel nacional tras el mega sismo del 27 de febrero el secretario de Estado afirmó que «no podemos sentirnos satisfechos del modo en que han funcionado las telecomunicaciones después de este fenómeno».
Asimismo agregó que hay que enfrentar los problemas que se generan en cuanto a las redes de teléfonos y medios de comunicación personal, para que «la población no se sienta desamparada en circunstancias como estas por falta de comunicación».
Sin embargo, el jefe de cartera, afirmó que la situación de telecomunicaciones «se ha ido normalizando, conforme han pasado los días, con ciertos grados de inestabilidad, con vulnerabilidades, con algunos problemas en la calidad del servicio pero la cobertura ha ido creciendo sistemáticamente día a día».
Además afirmó que la congestión telefónica se ha ido resolviendo «a medida que la calma vuelve a la población».
Con respecto a la conectividad territorial, y los medios de transportes en las zonas afectadas por el desastre natural, Morandé dijo que «en términos de transporte terrestre es hoy día relativamente normal a las zonas de catástrofe».
«Es ciertamente más dificultosa que antes del terremoto, pero en general todas estas zonas que han sufrido las consecuencias del terremoto, hoy día tienen conectividad», puntualizó.
Según informó el ministro, los puertos de la zona central están funcionando con cerca de un 100% de normalidad, mientras los de la Séptima Región, en cambio, están afectados y solamente está funcionando, a mitad de capacidad, el puerto de Lirquén, que es privado.
Planteó también la posibilidad de transporte vía marítima hacia las ciudades asoladas por la catástrofe, «con empresas que no necesariamente sean de bandera nacional».
Se refirió también a las alzas de tarifas a raíz de la necesidad de la gente de movilizarse en las ciudades cercanas al epicentro del movimiento telúrico y opinó que «hay que apelar a la conciencia de las personas en términos de no aprovecharse de infortunios lamentables como esto. Si se está cobrando una tarifa excesiva, esto puede tener una repercusión en términos de multas o de penas».
Finalmente, el ingeniero no quiso referirse a otros ítemes de su programa para la administración del ministerio y acotó que «estamos 150% dedicados y preocupados del terremoto y sus consecuencias. Esa es nuestra prioridad uno, dos y tres».
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