Lo hizo ayer la presidenta Michelle Bachelet y el presidente de la entidad, el ex ministro italiano Paolo Baratta, junto al curador de la próxima versión, el arquitecto Alejandro Aravena, en La Moneda. “Historias exitosas que merecen ser contadas y casos ejemplares que merecen ser compartidos donde la arquitectura hizo, hace o hará una diferencia para ganar esas batallas y expandir esas fronteras es lo que nos gustaría que la gente viera en la XV Bienal de Arquitectura de Venecia”, explicó Aravena.
El patio de las Camelias del Palacio de La Moneda fue escenario para la primera conferencia de prensa que la Bienal de Venecia organiza en Chile, que tuvo como protagonistas al curador de la XV Bienal de Arquitectura de Venecia, el renombrado arquitecto chileno Alejandro Aravena, y al presidente del evento que se realizará entre el 28 de mayo y el 27 de noviembre en los espacios del Arsenale y el Pabellón Central en Giardini, el italiano Paolo Baratta.
Ambos fueron recibidos por la presidenta de la República, Michelle Bachelet y el ministro de Cultura, Ernesto Ottone. Esta es la sexta conferencia de prensa que se realiza este año, luego de Venecia (22 de febrero), Londres (23), París (24), Berlín (25) y Nueva York (29).
Para el ministro Ottone, “el que una nación sea reconocida por una de las instancias de la arquitectura con mayor prestigio a nivel mundial, es un honor que se lleva con mucha alegría y también, con mucha responsabilidad».
«Por eso, nos sentimos muy honrados de ser partícipes de lo que consideramos una oportunidad de visibilidad inédita para nuestra arquitectura, que ha dado grandes pasos en los últimos años para consolidarse como una disciplina de primera línea. Nunca antes en nuestra historia habíamos estado presentes en un evento cultural de esta envergadura con una participación tan cuantiosa y por sobre todo, de tan alto nivel”, dijo.
En la conferencia de prensa, que comenzó con una audiencia privada entre la presidenta, el ministro de Cultura y las autoridades de la Bienal, Baratta y Aravena explicaron los alcances y contenidos del evento que en su nueva versión convoca bajo el tema “Reporting from the front” (“Reportando desde el frente”), buscando exponer al mundo las batallas que deben ser ganadas y las fronteras que deben ser expandidas para mejorar la calidad del entorno construido y, en consecuencia, la calidad de vida de las personas.
“Historias exitosas que merecen ser contadas y casos ejemplares que merecen ser compartidos donde la arquitectura hizo, hace o hará una diferencia para ganar esas batallas y expandir esas fronteras es lo que nos gustaría que la gente viera en la XV Bienal de Arquitectura de Venecia”, explicó Aravena en el contexto de la presentación de la temática propuesta en septiembre del 2015.
Aravena agradeció al gobierno la posibilidad de realizar el evento en La Moneda. «No pretendemos hacer otra cosa que abrir un debate en el que la arquitectura y la ciudad pueden mejorar calidad de vida, y los arquitectos pueden compartir conocimiento para que eso sea así», dijo. «No es lo mismo decirlo desde los lugares normales donde hablamos que desde el palacio presidencial. De alguna forma transmite el mensaje de que estos temas importan».
Más adelante, el arquitecto aseveró que hay que «ampliar el espectro de los problemas de los cuales los arquitectos debemos ocuparnos, y entender que hay que ir también a esos nuevos frentes que pueden estar en el ámbito económico, político, social, ambiental, además de aquel artístico y cultural».
Entre otros, Aravena invitó a enfrentar, desde su campo, temas como «la inequidad, la sustentabilidad, el tráfico, la basura, el crimen y la inseguridad, la polución, las comunidades, las migraciones, la segregación, los desastres naturales, la informalidad, el acceso a servicios básicos, las periferias, la vivienda masiva de calidad, con la calidad de vida, en general».
«De alguna manera queremos acordar que estas son las preguntas a cuyas respuestas la arquitectura podría eventualmente hacer una contribución», añadió. «Queremos invitar a gente que de alguna manera ha tratado de hacerse cargo de esto y compartir ese conocimiento de tal manera que si uno entrar a la exposición, salga de ella con más herramientas, con más instrumentos, con más claves para saber cómo hacerlo mejor».
Entre otros, Aravena destacó que «parte de la calidad de la arquitectura está en que alguien exija calidad, y no es evidente, y eso eventualmente también hay que educarlo. Saber qué es lo que hay que pedirle a esta profesión para que pueda entregar esa calidad de vida que estamos buscando. Que el ciudadano sepa qué es lo que tiene que pedirle a los profesionales y a los que toman las decisiones».
Estos últimos «deben entender que los problemas que tenemos en el entorno construido no son sectoriales, sino transversales. El recurso verdaderamente escaso no es tanto el dinero, sino la coordinación y la síntesis. (Deben) entender que tenemos problemas de segunda generación. No es que hay cosas que hay que suplir, sino que son problemas cualitativos, complejos. Uno quisiera que, de mirar ejemplo, quienes toman decisiones puedan ver que pueden usar el entorno construido como un atajo hacia la equidad».
La Bienal de Arquitectura de Venecia es una instancia de la Bienal de Venecia que busca exhibir y desarrollar propuestas como una herramienta práctica de innovación en el contexto urbano mundial. Es una exposición donde conviven profesionales consagrados y emergentes que este año contará con un importante número de representantes nacionales.
El arquitecto Juan Román será el encargado de curar el pabellón chileno titulado “A contracorriente”, que expondrá 15 maquetas de obras construidas en el territorio rural del centro sur de nuestro país luego de obtener el primer lugar en el proceso de selección organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, a través de un concurso de ideas en un llamado público y abierto a arquitectos durante 2015.
Hasta Italia también llegarán los profesionales invitados por Aravena: Cecilia Puga, con la muestra «Mirar hacia adonde»; GrupoTalca, con la muestra «Mirador Pinohuacho»; Felipe Vera, con «Bamboo pavilion»; Pezo von Ellrichshausen, con «Brick pavilion; y Tere Moller, con la muestra «Catch the landscape». La Universidad Católica también viajará con una delegación de 150 estudiantes y 20 profesores.
Éste será el tercer Pabellón de Chile en la Bienal de Arquitectura de Venecia liderado desde el Consejo de la Cultura, luego de las muestras “Monolith Controversies” (curadores Pedro Alonso y Hugo Palmarola) como representación chilena el 2014, ganador del León de Plata a la representación nacional, y “Cancha: paisajes del suelo de Chile” (curadores Pilar Pinchart y Bernardo Valdés), el año 2012.
Ya en 2008 Aravena obtuvo el León de Plata en la misma instancia y este 2016 se convirtió en el 41° ganador del premio Pritzker, el «Nobel» de la arquitectura, transformándose en el primer chileno en obtener el máximo galardón de la arquitectura a nivel mundial.
Durante toda la Bienal de Arquitectura de Venecia se llevará a cabo un programa de conversaciones en el que se discutirán los temas y fenómenos presentes en la exposición. Además, por séptimo año consecutivo se realizarán las “Sesiones de Bienal”, dedicadas a instituciones universitarias que desarrollan investigación y enseñanza de la arquitectura, las artes y campos relacionados, que ofrece la posibilidad de organizar seminarios de forma gratuita en las sedes de la exposición, y en la que ya 58 instituciones de 13 países diferentes han firmado el protocolo de entendimiento.
La exposición también incluirá a Filipinas, Kazajstán, Nigeria, Seychelles y Yemen, países que estarán por primera vez e incluirá 88 participantes procedentes de 37 países diferentes.
