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Dagmara Wyskiel, directora de SACO5: “Ser emigrante no se traduce en ser minusválido” La emigración es el concepto central de la edición actual de la feria

Dagmara Wyskiel, directora de SACO5: “Ser emigrante no se traduce en ser minusválido”

En pleno funcionamiento se encuentra La Semana del Arte Contemporáneo de Antofagasta, que ha sido visitada por numerosos colegios y que cuentan con visitas guiadas. Dagmara Wyskiel, directora de la Semana, nos comenta su diagnóstico sobre la emigración en Chile y cuál ha sido el objetivo del encuentro cultural y artístico que, entre otras novedades, cuenta con la extrema experiencia del artista Bogdam Achimescu en el desierto de Atacama.


One way Ticket ha sido el lema de la quinta versión de la Semana del Arte Contemporáneo de Antofagasta SACO5, donde seis artistas expresan sus experiencias como inmigrantes en diversas obras que entrecruzan relatos y preguntas en torno a ¿quién eres para ti mismo y para tu entorno?, ¿Qué significa hoy tu identidad, en el mundo globalizado?

Que la Semana se realice en Antofagasta no es casualidad: dicha ciudad alberga a un 10% de los emigrantes a nivel nacional, lo cual la transforma en un lugar idóneo para profundizar y explorar la idiosincrasia y las vivencias de personas que, en un momento determinado, tuvieron que abandonar el mundo que les era conocido.

“Mucha gente emigra porque no pueden satisfacer sus necesidades básicas, porque sufren censura o tensión política. Sin embargo, han estado siempre ahí, esos lugares son sus hogares, de modo que dejar lo más cercano, lo conocido, lo domesticado, para emigrar hacia el otro lado es una decisión que conlleva mucho miedo e inseguridad, y esas son las temáticas que nos interesa trabajar en SACO”, expresa Dagmara Wyskiel, directora de SACO5.

La Semana, que ha congregado a miles de personas, se ha presentado como un espacio donde, a partir de las expresiones artísticas y culturales, se medite sobre la situación de los emigrantes a través de la reflexión, la contemplación y el diálogo. “No nos interesa hacer esto desde una obra hermética, desde una galería, sino invitar a la comunidad de Antofagasta a repensar la situación de los emigrantes y a no caer en un paternalismo exagerado, sino mostrar a través de las obras el testimonio de que ser emigrante no se traduce en ser un minusválido”, enfatiza Wyskiel.

Agrega: “En muchos casos, cuando la readaptación a la nueva sociedad funciona, eso puede llevar a los emigrantes a un camino bastante exitoso”.

Con respecto a la cobertura que los medios de comunicación hacen sobre la emigración, la directora critica el hecho de que sea el factor estadístico lo que tenga prioridad por sobre otras cosas. “Estamos convencidos que los medios se concentran en el tema número, estadístico y económico, y en el fondo esa forma de tratar el tema no ayuda a desarrollar una postura empática en la sociedad. Hay excepciones: algunos periodistas sí enfatizan el problema humano, pero mayormente, cuando vemos titulares, son sobre los números, entonces nuestra meta es poner en la discusión el tema más trascendental, lo que realmente importa para las comunidades de emigrantes”.

La Semana, que este año tiene un especial interés por atraer al público joven, también tiene interés por ser “un punto que brilla de color rojo”, algo que llame la atención, según las palabras de su directora. “Nosotros, si bien no buscamos que nos escuchen desde el gobierno, creemos que es natural que una instancia como esta pueda generar que nos tomen en cuenta y si eso llega a lograr que, eventualmente, se desarrollen cuestionamientos y eso finalmente se transforma en un cambio institucional, sería ideal”, expresa. 

Una extrema experiencia 

Bodgan Achimescu es uno de los seis artistas que han presentado sus obras en SACO5. Aprovechando la residencia artística que realizó en Quillagua, decidió hacer caminatas extremas por el desierto, experimentando sus límites físicos y también lo que le sucede al cerebro tras exponerse a una total soledad.

Dos días, caminando 11 horas al día. Su actitud, según Dagmara, era propia de un “retiro artístico, espiritual, experiencias en que haces enfrentar tu cuerpo y te hacen entender tanto a ti mismo como a los procesos que te están pasando. Vuelvas a pensar tu obra”, dice.

Cementerios y momias. Vestigios de culturas precolombinas. Patrimonio desprotegido. Esas fueron algunas de las cosas que encontró Bogdan en su peregrinaje por el desierto. Los mismos habitantes de Quillagua reconocen que, en algún momento histórico, intercambiaban momias por tarros de leche.

“Hay que entender que en la pampa había una mortalidad muy alta, especialmente en los niños, por el hecho de que no había lácteos. El juicio ético pasa por quienes hicieron ese terrible negocio, por quienes llevaron leche a la pampa y obligaron a la gente a desenterrar esas tumbas, sabiendo lo que estaba de por medio”, expresa Dagmara.

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