«Este concierto realmente será muy completo, Carlos ha preparado especialmente instrumentos de viento para la parte del blues, un cello para hacer la parte acústica y de la psicodelia, un órgano hammond para darle un aire especial de época.», adelanta en esta entrevista la vocalista Denise.
Un espectáculo inolvidable promete ser el concierto que este sábado brindará en el Teatro Nescafé de las Artes la mítica banda Aguaturbia, que nació a fines de los 60, desapareció con la dictadura militar y volvió a los escenarios tras el cambio de siglo.
La cantante brasileña Climene Solís Puleghini, más conocida como Denise, y su esposo, el guitarrista Carlos Corales, fundaron la mítica banda de rock el año 1969, junto al bajista Ricardo Briones y el fallecido baterista Willy Cavada, en una época efervescente de cambios sociales y de experimentación psicodélica.
Por aquellos tiempos publicaron dos álbumes, Aguaturbia (1970) y Aguaturbia volumen 2 (1970), con temas que mezclaban el rock en español y en ingles, y que los llevó a alcanzar la categoría de banda “culto” entre los fanáticos del blues y la sicodelia, con seguidores no sólo en Latinoamérica, sino también en Europa y Estados Unidos.
Ahora, 47 años después, la banda vuelve con su sonido eléctrico y su actitud rockera de siempre, que no se ha modificado en absoluto con el transcurso de los años, para estrenar su nuevo disco, “Fe, amor y libertad”.
El Mostrador Cultura+Ciudad conversó con Denise sobre este nuevo disco, que los trae nuevamente al mismo lugar donde por primera vez se presentaron en concierto hace ya más de 50 años.
– De los años 70 hasta hoy con un silencio de 47 años, mucho tiempo pasó, con sus procesos, vivencias y cambios. ¿Cuál fue la motivación para la creación y animarse a presentar oficialmente un nuevo trabajo discográfico?
-Siempre en la vida hemos estado tocando y cantando, sólo que tuvimos que parar con Aguaturbia durante un tiempo. Era época de la dictadura, y nuestra música era muy desafiante y no podíamos ser desafiantes en ese minuto, entramos en distintos estilos para alimentarnos, pero en realidad nunca hemos parado. El año 2000 vino nuestro baterista histórico desde Alemania y decidimos dar un concierto. Fue tan exitoso y extraordinaria la cantidad de público que entonces tuvimos que seguir tocando con una gran felicidad.
-¿Entonces este trabajo tiene que ver con la gran recepción que han tenido del público?
-El disco nuevo es por las giras que hemos hecho por Chile. Ha sido por el público que hemos ganado, sobre todo en el sur, y que ha encontrado en nosotros alguien que los representa y nos pedía más música. Yo quería hacer un disco en español, le pedí a Carlos para que él lo trabajara y lo hemos logrado.
-¿Es un disco de rock en español?
-Es difícil entrar en el concepto de “rock en español” porque siempre suena un poco más a pop. Yo diría que está más cerca del estilo de los americanos, pero sonamos a rock’n roll.
-¿Cuál es la diferencia entre los 70 y ahora?
-Nosotros nos iniciamos en la cuna de este estilo, en el momento éramos muy jóvenes y éramos una esponja, absorbiendo todo lo que estábamos viendo y aprendiendo. Pero nunca hemos estado fuera de training, jamás, estamos continuando, pero estamos en el 2017, nunca va a ser lo mismo que en 1970, tenemos otras escuelas, diferentes estudios. En ese momento era inocencia, era talento, inocencia, y además éramos marginales, entonces teníamos la onda apropiada para ser un poco más descarados. Y ahora somos mil por ciento profesionales pero con el mismo espíritu y energía.
-¿Cómo fue la transición para ustedes a lo que está hoy estamos viviendo en cuanto a materia creativa y con las múltiples influencias de hoy?
– Aguaturbia llega y asume todos los cambios: la revolución en Francia, la píldora anticonceptiva, las drogas duras, mil quinientas cosas que se estaban usando en el mundo y nos llegaba toda esa información. Pero nosotros absorbimos la música, que de alguna y otra manera, es algo que te renueva y se te mete en la sangre y te hace sentir que lo puedes todo. Así entramos. Como esencia es psicodelia, según lo que han encontrado los coleccionistas ingleses, que son como una cofradía y nos han distinguido como grupo de esencia psicodélica para Iberoamérica en la música popular.
-¿Cómo es ese vínculo con la psicodelia?
-La psicodelia duró solamente tres años en el mundo y fue un efecto de ciertas drogas y los que trataron con ellas y crearon, en su mayoría se murieron -Jim Morrison, Jimmy Hendrix, Janis Joplin- porque era algo que no podía ser. Aguaturbia nunca estuvo en eso, chilenos éramos nosotros y queríamos el talento. Nos movía el espíritu, eso mágico que uno toma como propio y se hace responsable de eso.
-Eran muy jóvenes.
-Éramos cuatro cabros chicos con ganas y con mucho training artístico. Willy (Cavada) desde los nueve años que tocaba batería con los hermanitos Cavada, Carlos venía componiendo con su grupo Los Ticket cuando hizo su gran tema “Te quiero”, yo era una cabra chica revelación que había grabado varios singles y el bajista, Ricardo Briones, era el sobrino de uno de los Twisters y ahora gran jazzista. Teníamos todo para estar sobre el escenario con seguridad y por eso lo pudimos hacer.
–Se dice que el rock además de la música en sí, es una «cuestión de actitud». ¿Cómo poder seguir siendo un rockero en los tiempos de hoy?
-Efectivamente el rock es una cuestión de actitud, la haces tuya y la quieres mantener aunque te pongas una corbata o un terno azul marino con pantalones beige y botones dorados, no importa, probablemente dentro de ti haya un rockero. Depende de nuestra energía, de cómo nos estamos moviendo en la vida. El rock, de alguna manera te hace seguir adelante con un “yo puedo, yo puedo”. Eso es lo que yo siento. Una cosa propia, interna, que se siente.
-Tiene que ver con los instrumentos también.
-El rock´n roll comenzó cuando se enchufó la guitarra, vino la guitarra eléctrica, entonces el sonido de esta guitarra se sentía como vibración propia. Y esto fue el rock´n roll que antes de venir de la guitarra eléctrica también se usó en el rythm´n blues y del blues afroamericano. Y todo ello es una cuestión de actitud, de cómo se vivencia la música acorde a la vida.
-¿Cuál es el aporte del rock en los tiempos de hoy, donde la industria musical con las categorías y sus circuitos estereotipados define lo que se escucha y lo que no conforme a las leyes del mercado?
-Ahora hay un mercado, es más que el showbusiness que uno usa sobre el escenario y es normal, son los tiempos de ahora. En los tiempos en que comenzó el rock´n roll, si vas a la historia de los países nativos del estilo, la radio era sagrada, los periodistas eran especializados, eran disckjockey y había que entregarle el disco para que lo escuchara y cada uno programaba lo que sentía en sí. Era una época romántica.
-¿Y hoy?
-Hoy en día está automatizado, está la tecnología en los instrumentos, en los sonidos, antes había que iniciar los sonidos. Jimmy Hendrix, el usaba sus manos y su talento y nada más. Carlos Corales se hizo su primera guitarra. En general la música nueva está muy metida en la tecnología en lo prefabricado. De ahí pareciera que cualquiera pudiera tocar un instrumento, pero el público no es tonto, y sabe bien distinguir a los artistas que lo hacen sentir, que lo representa en su energía y lo que se está viviendo en ese momento que interpreta. Por eso que ahora, algunos artistas, y en general todo, es tan desechable, salen un día haciendo un tremendo disco y al otro día desaparecen.
-Esta fecha en el Teatro Nescafé de las Artes es especial para ustedes, no sólo por lanzar un nuevo disco, sino también porque hay una historia allí que marca su primer concierto oficial en un teatro. ¿Qué hay de esa historia?
-En 1970, me recuerdo perfectamente, el joven Alfredo Saint Jean comenzó con uno ciclos de rock en el antiguo Teatro Marconi, los domingos a las doce del día. Nosotros fuimos la primera banda. Con ello, se comenzó todo un movimiento, conciertos de vanguardia donde iban otros grupos, de rock, fusión latinoamericana, instrumentales, todos enchufados.
-¿Cómo se han preparado para el recital del sábado?
-Este concierto realmente será muy completo, Carlos ha preparado especialmente instrumentos de viento para la parte del blues, un cello para hacer la parte acústica y de la psicodelia, un órgano hammond para darle un aire especial de época. Y nosotros allí insertos en este disco en español “Fe, Amor y Libertad” y en el 2017, para ustedes, hijos del rock´n roll.
Ficha artística:
Denise: Voz, Carlos Corales: Guitarra, Francisco Arancibia: Bajo, Pablo Reitter: Batería. Magdalena Rust: Cello, Gustavo Alburquerque: Organo hammond y piano, Brass Trío.
Aguaturbia: Fe, amor y libertad
Fecha: Sábado 1 de julio.
Horario: 21:00 horas.
Ventas: En boleterías del teatro y por Ticketek.
Consultas: Al 2236 3333, anexo 109.
