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El libro de fotografía que registra emblemáticos sitios en que se ejerció violencia política

«La memoria», de 330 páginas, incluye un mapa con la ubicación geográfica de cada lugar, su historia represiva y judicial así como imágenes de recortes periodísticos de la época sobre 22 recintos protegidos como monumentos nacionales. También se puede consultar una versión online.


Un libro de fotografía con información completa y documentada sobre 22 sitios de memoria -lugares emblemáticos donde la dictadura militar violó los derechos humanos entre 1973 y 1990- presentó recientemente el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).

Se trata de «La memoria», que incluye un mapa con la ubicación geográfica de cada lugar, su historia represiva y judicial, las razones de la declaratoria así como imágenes de recortes periodísticos de la época.

Según datos oficiales, hubo 1.168 centros de tortura y asesinato en todo Chile, usados por los distintos organismos de seguridad por días, meses o años.

La Comisión Valech propuso en su momento declrara monumento nacional los principales para  «el propósito de reconocimiento de lo sucedido y compromiso con el respeto de la dignidad de las personas». Sólo una minoría de estos lugares ha sido preservado, según un reciente documental.

“Las violaciones a los derechos humanos constituyen un dolor irreparable y una herida permanente en toda sociedad. Chile vivió tal horror. Su recuerdo está vivo en muchos de nosotros que vivimos es triste momento de nuestra historia”, dijo Ángel Cabeza, director nacional de Bibliotecas Archivos y Museos y vicepresidente del CMN al presentar la publicación, que además tiene una versión online.

Los lugares elegidos

El libro, que abarca lugares declarados entre 1996 y 2016, incluye Hornos de Lonquén, José Domingo Cañas, Estadio Nacional, Villa Grimaldi, Londres 38, Nido 20, Casa Presidencial Tomás Moro, Patio 29, Pisagua y el Estadio Víctor Jara.

Además están Isla Dawson, Tres y Cuatro Álamos, Balneario Rocas de Santo Domingo, Cárcel de Mujeres Buen Pastor, Lo Espejo (lugar de hallazgo de Víctor Jara), Casa de Derechos Humanos de Punta Arenas, Clínica Santa Lucía, Casa de André Jarlan y Pierre Dubois, Colonia Dignidad, la «Venda Sexy», el Sitio de Detención Providencia y el Archivo de Colonia Dignidad.

La protección patrimonial de sitios de memoria comenzó en 1996 con Hornos de Lonquén, a instancias entonces de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) y surgió ante la amenaza que se cernía en el lugar debido a un proyecto de intervención, lo que amenazaba con borrar su historia y memoria, señala información oficial del CMN.

El CMN además ha realizado una serie de videos sobre algunos de los sitios de memoria incluidos en el libro, como Pisagua, el Patio 29 y el Estadio Nacional.

Reparación simbólica

Los «Sitios de Memoria» que registran las violaciones sistemáticas a los derechos humanos han debido transitar un accidentado paso, puesto que han estado sometidos continua e interesadamente a un desmantelamiento.

Es el caso de los ex cuarteles de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Villa Grimaldi, José Domingo Cañas, Hornos de Lonquén y Rocas de Santo Domingo, en que solamente se conservó el predio.

No obstante, la declaratoria de Monumento Nacional ha posibilitado que se convirtieran en espacios de reparación simbólica, en tanto reivindican la memoria de quienes fueron víctimas de violaciones a los derechos humanos y son espacios de educación en el Nunca Más, para futuras generaciones.

Casa de André Jarlan.

Valoración de la sociedad civil

“Entendemos la preservación de los sitios de memoria como un parte indisoluble de un proceso de reconocimiento a las víctimas de violaciones a los derechos humanos pero también como un necesario proceso de educación para la sociedad y sus futuras generaciones, de modo de construir aquella sociedad más justa y libre, a la que aspiraban miles de chilenas y chilenos cuyo sacrificio no olvidamos”, dijo en la presentación Ana Paz Cárdenas, secretaria técnica del Consejo.

Por parte a nombre de las agrupaciones, Carlos Maureira, coordinador de la Red de Sitios de Memoria y vicepresidente Corporación Memoria Lonquén, valoró el trabajo del Consejo de Monumentos que en los últimos dos años ha duplicado los sitios de memoria con protección como Monumento Nacional.

“El Consejo de Monumentos ha realizado un gran trabajo esperamos que los demás organismos del Estado sigan este ejemplo”, señaló.

Para que no se repita

En la ocasión, el director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Francisco Estévez, recordó que el deber del Estado que las violaciones a los derechos esenciales no sean olvidados.

“Creo que en la medida que somos ciudadanos de la memoria y los derechos humanos, podremos construir una sociedad donde estos hechos no se puedan volver a repetir”, dijo Estévez.

El texto además incluye textos de Cabeza, el arquitecto Miguel Lawner y el sociólogo Pablo Seguel.

Para éste último, «el trabajo en torno a los sitios de memoria es una oportunidad para poder hacer frente a diversas dificultades evidenciadas en materia judicial, educativa y de promoción de las graves violaciones a los derechos humanos acontecidas en el país».

Colonia Dignidad

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