Publicidad
Investigación de físicos chilenos con neomateriales de luz darían pie a una nueva generación de supercomputadoras CULTURA

Investigación de físicos chilenos con neomateriales de luz darían pie a una nueva generación de supercomputadoras

El descubrimiento podría permitir el desarrollo de computadoras de menor tamaño, más veloces y de colosal eficiencia energética. El descubrimiento, realizado íntegramente en Chile, apareció este lunes en la revista especializada Scientific Report. En términos generales, la investigación se fundamenta en la proposición de un modelo matemático donde se describe la formación de patrones en una celda de cristales líquidos inducidos por la luz, basándose en un modelo del renombrado científico y padre de la informática Alan Turing, sobre la formación de estructuras en la naturaleza.


Un grupo de físicos chilenos logró manipular neomateriales con la luz, una investigación que podría permitir el desarrollo de computadoras de menor tamaño, más veloces y de colosal eficiencia energética. El descubrimiento, realizado íntegramente en Chile, apareció este lunes en la revista especializada Scientific Report, de la familia editorial Nature.

“Mostramos que, mezclando cristales líquidos con colorantes bajo la radiación de luz, se forman estructuras espaciales manipulables, es decir, conseguimos que dicho material organice sus moléculas alternando zonas más y menos ordenadas”, explicó Marcel Clerc, académico del Departamento de Física de la Universidad de Chile e investigador del Instituto Milenio de Óptica Miro.

El rol de Clerc fue proponer el modelo matemático donde se describe la formación de patrones en una celda de cristales líquidos inducidos por la luz, basándose en un modelo del renombrado científico y padre de la informática Alan Turing, sobre la formación de estructuras en la naturaleza.

[cita tipo=»destaque»] La segunda novedad del hallazgo radica en que los patrones observados pueden ser utilizados para manejar y analizar la cantidad de luz que se deja pasar, creando unas especies de persianas, lo que implica un enorme potencial de aplicaciones, si se considera que los cristales líquidos son materiales que se utilizan en pantallas de teléfonos, televisores y displays electrónicos. El trabajo podría influir en la creación de la futura computación óptica, basada en fotónica y no electrónicas, que serían computadores más pequeños, veloces y de gran eficiencia energética. Por tanto, la siguiente etapa será caracterizar nuevos fenómenos donde la luz genere estructuras como laberintos, espumas y splash. [/cita]

“Esto permitió explicar complejas estructuras observadas en relaciones químicas, como por ejemplo la razón por la cual tenemos cinco dedos en las manos”, dice Clerc.

Una idea loca y unas persianas

La primera novedad de este estudio es que no había sido observado en sistemas ópticos con la luz irradiando un material. Y el modelo surgido, tras estudiar el fenómeno, hizo que se acordaran de una frase del profesor y Premio Nacional de Ciencias Igor Saavedra: «Es una idea loca, pero lo relevante es cuán loca es”.

La segunda novedad del hallazgo radica en que los patrones observados pueden ser utilizados para manejar y analizar la cantidad de luz que se deja pasar, creando unas especies de persianas, lo que implica un enorme potencial de aplicaciones, si se considera que los cristales líquidos son materiales que se utilizan en pantallas de teléfonos, televisores y displays electrónicos.

El trabajo podría influir en la creación de la futura computación óptica, basada en fotónica y no electrónicas, que serían computadores más pequeños, veloces y de gran eficiencia energética. Por tanto, la siguiente etapa será caracterizar nuevos fenómenos donde la luz genere estructuras como laberintos, espumas y splash.

Además del profesor Clerc, participaron en esta investigación Gregorio González Cortés, estudiante del Doctorado en Ciencias mención Física (U. de Chile), quien realizó el descubrimiento, e Ignacio Andrade Silva, egresado del programa Magíster en Ciencias mención Física (U. de Chile), quien actualmente realiza un doctorado en Física en la Universidad de Lyon.

Junto a ellos participaron Umberto Bortolozzo y Stefania Residori, investigadores de la Universidad de Niza, y Mario Wilson, investigador CONACYT – CICESE (México).

Publicidad

Tendencias