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Piden mayor fiscalización en nueva etapa de ley de etiquetado PAÍS

Piden mayor fiscalización en nueva etapa de ley de etiquetado

El senador Guido Girardi, junto al Premio Nacional de Ciencia, Ricardo Uauy y el presidente de Conadecus, Hernán Calderón, llamaron al Gobierno a fiscalizar el cumplimiento de la segunda etapa de la Ley de Etiquetado y pidieron a la industria del ramo respetar los nuevos estándares.


A pocas horas de implementarse una nueva etapa de la Ley de Etiquetado Nutricional, el senador Guido Girardi, presidente de la Comisión de Salud del Senado y autor de la iniciativa; junto al doctor Ricardo Uauy, Premio Nacional de Ciencia y coautor de la normativa; y a Hernán Calderón, presidente de la Corporación Nacional de Consumidores (Conadecus) llamaron al Gobierno a fiscalizar su cumplimiento y pidieron a la industria alimentaria a respetar los nuevos estándares.

A partir de este martes 27 de junio, al cumplirse dos años desde que se comenzó a implementar la Ley de Etiquetado, los límites de nutrientes críticos por cada 100 gramos de producto deben disminuir de 22,5 a 15 gr de azúcar, de 350 a 300 las calorías, de 800 a 500 mg de sal y de 6 a 5 gr las grasas saturadas para evitar tener que usar los sellos de Altos en…

El próximo año se debe alcanzar los límites definitivos establecidos como saludables que son 10 gr de azúcar, 400 mg de sal, y 4 gr de grasa saturada por cada 100 gramos de producto.

El senador Girardi afirmó que la Ley de Etiquetado fue elaborada “por la comunidad científica nacional e internacional y ha sido sindicada por la OMS, la FAO y otros importantes organismos como el instrumento más efectivo para combatir uno de los principales desafíos que en materia de salud enfrenta la humanidad como es la obesidad y todas sus enfermedades derivadas”.

Girardi señaló que la iniciativa es estudiada en diversos países “y algunos como Perú y Uruguay han decidido implementar leyes exactamente igual a la nuestra”.

El parlamentario felicitó a empresas como “Soprole o Coca Cola, que han reformulado sus productos y no tienen que usar sellos ni cumplir restricciones como no poder venderse en colegios, tener publicidad en televisión e internet y ofrecer juguetes y otros ganchos”.

Consultado por las voces que piden modificaciones a la ley, el senador Girardi recordó que “durante su tramitación, producto del lobby de las empresas, el Presidente Piñera la veto. Tuvimos que instalarnos frente a La Moneda con carteles que decían que habían vendido la salud de los niños. Espero que no ocurra eso porque deberíamos hacerlo de nuevo, tendría que renunciar a la Comisión de Salud Presidencial y sería muy contradictorio con el programa Elige Vivir Sano que impulsa la primera dama”.

IMPUESTOS A LOS SELLOS

Girardi reveló que “estamos pidiendo una reunión al ministro de Hacienda para pedirle que implemente el estudio realizado por la misma cartera en la administración anterior, donde expertos tributarios y de salud pública de distintas universidades concluyeron si se aplican impuestos a los alimentos con sellos habría una gran reducción de diabetes, infartos y accidentes vasculares. Y se podría recaudar hasta cerca de 500 millones de dólares y evitar gastar otros mil millones de dólares que es el costo en salud por dolencias que se podrían evitar”.

Por su parte el doctor Ricardo Uauy señaló que “introducir azúcar y sal a los alimentos es una novedad de los tiempos modernos, porque lo que se busca es el efecto adictivo que estos elementos producen y con ello poder vender más productos y obtener ganancias más rápido. Las empresas que se oponen a la ley son aquellas que quieren seguir obteniendo altas utilidades sin importar la salud de los consumidores, especialmente de los niños”.

En tanto, Hernán Calderón, presidente de Conadecus señaló que “esta es una ley pro consumidor y pro ciudadano que revolucionó el mercado de los alimentos porque pone coto a las pandemias que tiene el consumo de alimentos con altos nutrientes críticos”.

Por ello agregó que la aplicación de la ley “debe ser estricta y rigurosa y que nadie la pueda evadir mediante campañas del terror sólo con el objetivo de obtener mayores ganancias vendiendo comida chatarra”.

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