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Manuel Ahumada, presidente de CTC: “Hoy Codelco trata de pasar de victimario a víctima”

Manuel Ahumada, presidente de CTC: “Hoy Codelco trata de pasar de victimario a víctima”

La posición del dirigente sindical es llevar a la minera estatal a una mesa diálogo para renegociar el Acuerdo Marco, cosa que la administración rechazó de plano. Ese es el gallito en que están. Ayer en la tarde, el dirigente histórico de Codelco, Raimundo Espinoza, acusó a la organización de trabajadores contratistas de haber conseguido US$ 5 millones gracias a los pactos.


Una camioneta roja de Codelco incendiándose en Calama. Esa es una de las imágenes que quedó de ayer martes y que da cuenta de que el conflicto con los sindicatos de contratistas podría extenderse a otras divisiones de la minera estatal. La otra imagen se graficó el domingo durante el funeral del trabajador Nelson Quichillao, afiliado al sindicato Geovita, quien resultó baleado durante una manifestación en El Salvador que –según la administración de Codelco– es a esta altura “un campamento capturado”.

El 6 de julio pasado, la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) envió al presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, una carta donde le solicitaban fijar “día y hora para la instalación” de una mesa de negociación con el fin de mejorar y ampliar el Acuerdo Marco que firmaron en 2013 la Asociación Gremial de Empresas para la Minería y Rubros Asociados (Agema) y la CTC, que tenía a Codelco como “facilitador”.

La respuesta de Codelco vino el 13 de julio a través de Patricio Chávez, vicepresidente ejecutivo de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad, quien les señaló que, por tratarse de relaciones laborales, debían dirigirse a sus respectivas empresas empleadoras, por lo que “hemos reenviado su carta a la Agema con la cual vuestra organización sindical ha suscrito acuerdos –estando el último de ellos aún vigente- con la finalidad de que como contraparte de estos acuerdos puedan dar respuesta a sus demandas”. A continuación, reiteraba la voluntad de Codelco como empresa mandante de promover el diálogo para que las partes logren puntos de consenso.

¿Qué dijo Agema? Dos días después, el 15 de julio, Agema se hizo parte del intercambio epistolar diciendo que el Acuerdo Marco firmado en mayo de 2013 se encuentra plenamente vigente y que se está cumpliendo en cada uno de los alcances. Asimismo, sostuvo que en el anexo de adhesión, que es parte integrante del acuerdo, se establece que los beneficios pactados rigen hasta el 2016 inclusive y los convocó a utilizar el tiempo de vigencia que le resta al acuerdo para buscar herramientas que permitan financiar y asegurar los beneficios que se entregan a los trabajadores. En este orden de cosas, les llamó a integrar una Comisión de Productividad y Costos.

El 21 de julio los trabajadores contratistas se tomaron las rutas de acceso a todas las divisiones de Codelco, pero únicamente lograron mantener la ocupación en El Salvador, el yacimiento de menor importancia productiva. Tres días después, murió Nelson Quichillao por un impacto de bala proveniente de Carabineros. El martes 28 amaneció la división Norte con problemas para iniciar las faenas en sus yacimientos. En Chuquicamata se reportó que entre 200 o 300 manifestantes impidieron el ingreso a 1.500 trabajadores, pero luego la situación se regularizó.

El origen de todo

Para quienes están fuera de la órbita minera resulta difícil entender la dinámica de las relaciones entre trabajadores contratistas, trabajadores de planta, minera y empresas contratistas. A inicios de 2000, las empresas mineras optaron por tercerizar servicios como una vía para contener costos.

Con el boom de los commodities y la escasez de mano de obra, los trabajadores de las empresas contratistas se fueron organizando y coordinando porque la dispersión les imposibilitaba tener capacidad de negociación. La expresión de la nueva fuerza que alcanzaron se concretó en el Acuerdo Marco que se suscribió en 2007, donde se fijó una serie de condiciones mínimas que Codelco iba a solicitar en cada licitación de contrato que hiciera a las empresas contratistas. De este modo, podía cambiar el ganador de cada contrato, pero las condiciones de trabajo se mantenían. El objetivo declarado era resguardar que quien se adjudicaba una licitación de Codelco, lo hacía porque era el más eficiente y no porque sometía a peores condiciones de trabajo a sus trabajadores.

De allí en adelante, los acuerdos marcos se volvieron a renovar y el último se concretó en 2013. Este rige para todos los trabajadores que ganan menos de $2,5 millones brutos y contempla una serie de puntos entre los que se encuentran: un seguro complementario de salud, un seguro por muerte accidental e incapacidad; y fondos de becas de educación superior, vivienda, capacitación y trabajo pesado.

La minera asume que el Acuerdo Marco ha incrementado el costo de los contratos civiles con empresas contratistas en más de US$ 125 millones anuales. Entre 2003 y 2013, el costo de las huelgas de los contratistas ha sumado US$ 880 millones con 180 días. “Acceder a las demandas adicionales que ya ha planteado la CTC, significaría un costo mayor a los mil millones de dólares en el largo plazo, recursos que Codelco no dispone”, afirman tajantes en la empresa.

La CTC vs. Espinoza

¿Quién lidera la CTC? Actualmente Manuel Ahumada es el presidente de la CTC. Un dirigente comunista, duro, que reemplazó a Cristián Cuevas en esa organización. A diferencia de Cuevas –quien renunció el lunes a la agregaduría laboral en España–, no tiene ambiciones políticas nacionales, sino que se enfoca en organizar sindicatos en el área minera. Uno de sus mayores logros fue cuando pudo aplicar el esquema de Codelco a la minería privada, específicamente a AngloAmerican.

Ahumada representa hoy a la mayor organización sindical de contratistas con cerca de 15 mil a 20 mil asociados, que dice que representa a 260 sindicatos agrupados en más de 10 federaciones que se reúnen en esta Confederación, con cerca de 700 dirigentes. “Se ha instalado la idea de que los contratistas de Codelco somos los que servimos el café y no es así. Nosotros servimos el café, hacemos el aseo, mantenemos los equipos, estamos en desarrollo, en construcción… nos hallamos en toda la línea productiva. De 100 trabajadores en la minería, 71 trabajadores son contratistas. En Codelco, los trabajadores contratistas suman 40 mil”, describe Ahumada.

Y si hay que enredar un poco más las cosas, habría que agregar que las relaciones de la CTC con la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), que lidera Raimundo Espinoza y que agrupa a los trabajadores de planta de Codelco, son –en el mejor de los casos– distantes o derechamente malas.

Ayer en la tarde, mientras se redactaba esta nota, Espinoza dio una entrevista a Radio Duna donde señaló –refiriéndose sin nombrarla a CTC– que “hay organizaciones que se han llenado sus arcas sindicales de 2011 a 2014 de 5 millones de dólares otorgados por los acuerdos pasados. Lo voy a decir cara de palo”. Añadió que, a su juicio, no corresponde que cuando han recibido el bono de los acuerdos anteriores, el sindicato les descuenta a los trabajadores una parte para la organización y fue enfático en señalar que Codelco debía terminar con esta práctica.

La posición de Ahumada

Las declaraciones anteriores no pudieron ser contestadas por Manuel Ahumada, pues no pudo ser contactado en la noche de ayer. El dirigente sí había hablado con El Mostrador Mercados a mediodía, para referirse a los planteamientos de la CTC.

-El escenario que usted enfrenta hoy son imágenes de camionetas quemadas, con un precio del cobre a la baja y con un Codelco que dice que tiene proyectos estructurales desafiantes y que no puede seguir gastando el dinero que no tiene.
-Hoy Codelco trata de pasar de victimario a víctima, cuando nada de esto estaría pasando si efectivamente hubiera convocado a la mesa que llamó en 2013, 2011, 2009 y 2007.

-En condiciones económicas distintas.
-Es fácil decir que los trabajadores contratistas son brutales y dejan a Codelco en una situación crítica, cuando el principal responsable de que Codelco esté en este estado es Nelson Pizarro, por no sentarse a conversar. Es impresentable que pidamos diálogo, se asesine a un trabajador, continúe el conflicto y él no se siente a conversar. Es injustificable. Ahora tratan de instalar el supuesto de que esto pasa por un tema de lucas, y claro que sí porque ¡el instrumento colectivo es cuantificable! Pero hasta aquí no hemos hablado de un peso más ni un peso menos, sino que hemos hablado de revisar, mejorar y ampliar el Acuerdo Marco en una mesa.

-¿A qué se refiere cuando habla de mejorar y ampliar el instrumento colectivo?
-Este instrumento colectivo se compone de distintas partes, entre ellas, beneficios sociales, laborales y condiciones de cierre de negociación. Entonces la idea es ir revisando cada uno de esos elementos y ver cómo los mejoramos y ampliamos.

-Pero eso no está en la carta que ustedes enviaron a Nelson Pizarro el 6 de julio, donde hablan de principios generales y de gestión.
-Pero eso es lo que compone el instrumento colectivo. No vamos a imponer los puntos, es parte de la discusión de la mesa. Lo que queremos es sentarnos y conversar. Lo que nosotros queremos plantear es “mire, estos son los problemas que tenemos en el complementario de salud, ¿cómo lo mejoramos?, ¿cómo lo ampliamos?”. Quizás la solución pase por un cambio de prima o de compañía…, no lo sé. Eso no lo vamos a poner por escrito porque es ponerse en su puesto.

A lo mejor, lo que sucede es que no tienen argumentos para rebatir los planteamientos de fondo que nosotros hacemos. Hace poco Pizarro decía que los trabajadores mineros chilenos, y el Consejo Minero también lo hizo, éramos lo más improductivos del mundo…

-Eso no lo planteó Pizarro, fue Diego Hernández quien hizo una comparación de ese tenor.
-Diego Hernández, Joaquín Villarino… Pizarro ha planteado esta lógica de discutamos productividad y de bajar los costos, pero la falta de productividad viene de la gestión y no de los trabajadores. Que el 15% del PIB minero que generamos los trabajadores mineros de este país se vaya a remuneraciones y que el resto sean excedentes, nos dice algo.

-¿Por qué la Fetracom –que forma parta de la CTC– logró llegar a un acuerdo marco con ENAP sin movilizaciones y ustedes no han podido lograr ese diálogo?
-Eso hay que preguntárselo a Pizarro. ¿Por qué logramos acuerdo en 2013 sin necesidad de conflicto de envergadura? ¿Por qué logramos acuerdo en 2011 sin llegar a conflicto de envergadura? Lo mismo en 2009. Nosotros no lo entendemos. Hay una tozudez por parte de Codelco de no sentarse en la mesa para dialogar, que es la forma de resolver los conflictos laborales.

-Pero Codelco les está diciendo que se sienten con Agema tal como lo hicieron en 2013.
-Pero quien garantiza la negociación y que se dé cumplimiento es el mandante. La figura como facilitador y mandante nos da lo mismo. Quien debe convocar es Codelco y no lo han hecho.

-Llama la atención que CTC les otorgue una nula intervención a las empresas contratistas que son los empleadores directos.
-Es que Codelco como empresa mandante pone todas las reglas del juego en las bases de licitación. Todo lo que tiene que ver entre las empresas contratistas y los trabajadores está contemplado en las bases de licitación que son elaboradas por Codelco. Esa es la práctica. Por lo tanto, cuando dicen que los empleadores reales son las empresas contratistas, en el día a día eso es falso. Por eso, tal como indica la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Codelco es parte signataria de los acuerdos y es responsable de dar cumplimiento a estos. Las reglas del juego en términos de beneficios sociales, higiene y seguridad, por nombrar algunos aspectos, las pone Codelco.

-¿Qué pasa si Codelco se sienta a dialogar, pero no hay dinero encima de la mesa?
-Tendrá que demostrármelo, es parte de la negociación. Cómo puede decir que se acabó la plata si dice que el instrumento cuesta US$ 120 millones al año y han llevado el conflicto a un nivel que le cuesta diariamente US$ 27 millones. Con 4 días de conflicto, ellos podrían haber doblado el actual instrumento colectivo. ¡Doblado!

-Usted sabe que ese mayor costo que se introduce no es por una sola vez, sino que se traduce a mayores costos futuros que se llevan a la planilla de cálculo.
-Este instrumento viene desde el 2007…

-Ustedes mismos han usado este acuerdo marco como modelo para otras negociaciones como con AngloAmerican, por lo tanto, ha tenido beneficios para los trabajadores también.
-Sin duda.

-¿Le interesa negociar con alguien en particular?
-Me interesa que se siente Codelco. Yo no voy a pautear a Codelco, que se siente quien sea con toda la representación y potestad. Estamos en una situación grave. Que se siente alguien que resuelva el conflicto y no que esté pidiendo autorizaciones.

-¿Qué es lo que le gustaría lograr hoy?
-Una mesa para discutir, ampliar y mejorar el instrumento colectivo que tenemos.

-Pizarro señala que bajo presión no negocia y usted señala que no deja la presión mientras no se abra una mesa de diálogo…
-Tendremos que conversar, ceder y generar las condiciones apropiadas para negociar. Esas condiciones apropiadas se conversan en la mesa. No las podemos conversar a través de la prensa.

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