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La crisis de Masvida y el turbulento renacer de isapre Optima

La crisis de Masvida y el turbulento renacer de isapre Optima

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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Desde la absorción de la cartera de afiliados de la fallida isapre Masvida, la aseguradora ya acumula multas de la Dirección del Trabajo por denuncias que apuntan al incumplimiento de compromisos asumidos por Nexus. A estas se suman acusaciones por apropiación indebida, producto de maniobras que le habrían permitido aumentar sus ingresos en perjuicio de sus trabajadores. La Superintendencia de Salud, a finales del año pasado, ya había formulado cargos por otras irregularidades a una isapre que hoy aparece renovada.


La Nueva Masvida supone el glorioso renacer de la isapre Optima, la aseguradora más pequeña del mercado y que hasta hace solo unos meses no preveía en el horizonte el salto que hoy la tiene como uno de los actores más grandes del sistema, precisamente gracias a la caída de la hoy extinta isapre de médicos.

La mutación, sin embargo, no ha sido del todo fácil. Si bien la compra de la cartera de la antigua Masvida por $8 mil millones no parece haber sido una dificultad mayor para los controladores de la ex Optima, sí lo ha sido en otros ámbitos.

Hasta la fecha, producto de denuncias de trabajadores de la empresa, acumula multas por $132.017.165 de la Dirección del Trabajo solo en fiscalizaciones hechas este año. Esto, en el marco de denuncias que se suman a otras que ya revisó la Superintendencia de Salud y que develan una serie de malas prácticas de la renovada isapre.

En general, la Nueva Masvida ha tenido que lidiar con acusaciones que apuntan a incumplimientos de compromisos, ya sea por parte del directorio del alicaído holding Masvida, dirigido por David Medina, así como por trabajadores que han visto en la fusión de cartera de afiliados un perjuicio para sí mismos.

La hoja de vida de Optima

El presente de Nueva Masvida no es tan diferente de cuando era Optima, isapre que ya lidiaba con varios frentes, aunque principalmente el económico.

Como ya se ha publicado, la situación financiera de dicha aseguradora era complicada, razón que llevó a sus socios a hacer una serie de disminuciones de capital y a vender inmuebles a precios menores de lo que esperaban. Todo ello con Victoriano Cerda con una doble militancia compleja, siendo estrecho colaborador del holding Masvida a través de su sociedad Hema, y al mismo tiempo representando a NRG Inversiones, dueña de Optima y de la cual posee un tercio de su propiedad. En definitiva, según documentos que revisó este medio, fue testigo privilegiado de la caída de esa isapre, al tiempo que estaba directamente relacionado con la misma firma que absorbería la cartera de más de 500 mil beneficiarios, el activo más importante del conglomerado de médicos.

El año pasado, la Superintendencia de Salud había sido advertida de ciertas irregularidades por parte de Optima, todos procesos que incluso gatillaron, en marzo de este año –previo al cambio con Nueva Masvida–, formulaciones de cargos a miembros de su fuerza de ventas por falsificaciones de firmas y venta de planes con información falsa.

Muchas de estas denuncias han visto la luz por la comisión investigadora que armó la Cámara de Diputados, aún en vigencia.

Una de las acusaciones más espinudas apunta a presuntos mecanismos que habría iniciado Optima para aumentar sus ingresos en perjuicio de la rentabilidad de sus trabajadores, denuncias que ante la Dirección del Trabajo han tomado la forma del delito de apropiación indebida.

Documentos a los que accedió este medio revelan que su oficina de afiliaciones notificaba a los empleadores de afiliados recién ingresados una fecha rezagada para el pago de la primera cotización. Esto le habría permitido a la empresa beneficiarse directamente de comisiones de cobranza que pagaba el empleador, en circunstancias que dicho beneficio iba dirigido a los ejecutivos de su fuerza de ventas.

Optima beneficiaba a los empleados que en un mes vendían planes por más de UF30, con el 90% de dicho monto; sin embargo, el solo hecho de no existir la cotización correspondiente al primer mes derivaba en que la tabla de bonificaciones se reducía o bien se anulaba.

Esto, porque así se establecía en el contrato con sus trabajadores: “No corresponde ni se pagará comisión de cobranza, por ningún pago de cotización que no corresponda a la primera, así por ejemplo si el primer pago de cotizaciones recibido por la ‘isapre’, corresponde a la segunda cotización que debe pagar el afiliado o a cualquier otra posterior, no corresponderá comisión de cobranza por estos pagos”.

Según Isabel Noches, ejecutiva y presidenta del sindicato de Optima, “el delito está en que la empresa manda cartas al empleador solicitando que no pague la primera cotización. Hay un dolo generalizado”, dice.

Cabe recordar que a la extinta Masvida, con Claudio Santander a la cabeza del holding, también se le acusó por haber robustecido sus ingresos por medio de otros mecanismos, en esa ocasión subestimando el costo médico. Esta denuncia la hizo el fondo Southern Cross y los hechos derivaron en una reciente multa de $40 millones por parte de la Superintendencia de Salud.

Las fiscalizaciones de la Superintendencia de Salud

La Superintendencia de Salud también fue depositaria de denuncias en contra de Optima.

La más grave dice relación con la venta de planes grupales que obligaban al afiliado a renunciar a sus excedentes, en circunstancias que se trataba de planes individuales.

Al respecto, el regulador fiscalizó a la institución los días 14 y 15 de noviembre. Se efectuó una revisión de los planes grupales informados por esa isapre en el Archivo Maestro de Planes Complementarios de Salud, comercializados entre los años 2014 y 2016, y una muestra de formatos físicos de los referidos planes de salud.

Tras ello llegó a la conclusión de que, por lo menos hasta agosto pasado, Optima tenía un total de 1.122 planes de salud, de los cuales 976 correspondían a planes grupales, es decir, el 87% del total, los que a su vez concentraban el 94,4% de la cartera de cotizantes. Del total, 50 planes grupales tenían solo 1 cotizante vigente y que se mantenía desde el inicio de tal vigencia. La empresa respondió que se trataba de grupos de cotizantes que pertenecían a una empresa determinada o un grupo de dos o más trabajadores, pero también a trabajadores de determinados sectores de la actividad económica. “No existe definición alguna de que un plan pueda ser ofrecido a un único cotizante”, señalaba la isapre.

La superintendencia llegó a la convicción de que dichos planes no cumplían los requisitos necesarios para ser considerados como grupales, instruyendo a Optima a reclasificarlos conforme a su naturaleza, lo cual debía ocurrir hasta el 20 de febrero. La empresa presentó un recurso en contra de la resolución del regulador, lo que se ha traducido en que la situación no ha sido subsanada aún, aseguran fuentes al tanto del caso.

Durante la misma fiscalización de la Superintendencia de Salud, esta formuló cargos en contra de Optima por no haber cumplido con la obligación de capacitar a sus agentes de venta.

El mismo regulador, en marzo de este año, también realizó formulación de cargos contra una ejecutiva por falsificación de firmas y ventas de planes que supuestamente tenían cobertura nacional, pero que solo eran para Santiago. Es que Optima era una isapre que no tenía sucursales y solamente poseía dos centros de atención para sus afiliados, el Hospital Clínico de la Universidad de Chile y Plus Médica, centro ligado a la familia Tamm, también dueña de la isapre.

La compleja fusión con Masvida

Uno de los compromisos asumidos por Nexus, tras comprar la cartera de afiliados de Masvida, era mantener los beneficios y respetar la antigüedad de los trabajadores de esta última, sin embargo, dicho proceso ya le ha significado a la Nueva Masvida multas de la Dirección del Trabajo (DT), hechos que –como se señaló anteriormente– han visto la luz en la mencionada comisión de la Cámara Baja.

Según la DT, de las 240 denuncias que ha recibido, 54 corresponden a isapre Masvida y 186 a Optima. De las fiscalizaciones practicadas durante 2017, hasta la fecha, se han aplicado multas por $33.497.128 a Masvida y $132.017.165 a Nueva Masvida. Esto, principalmente por el “no otorgamiento del trabajo convenido”.

El mismo organismo informó que también existen juicios pendientes. Así, según la Dirección del Trabajo, se han detectado 29 demandas sobre la materia en análisis en contra de isapre Masvida, Isapre Optima y Nexus Chile Health SpA, involucrando a un total de 128 trabajadores, correspondientes a 15 juicios ordinarios, 12 denuncias por vulneración de derechos fundamentales y 2 denuncias por prácticas antisindicales.

Uno de los problemas que ha generado este último caso es la imposibilidad de notificar a Nexus de estas denuncias, toda vez que su domicilio no sería el que habría informado en su constitución.

Tal como lo sugieren las distintas aristas que ha generado la estrepitosa caída de Masvida, este último capítulo también sigue en desarrollo.

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