Reportaje de Reuters
Hace unas semanas Citi-Banchile advirtió sobre un efecto «devastador» si Sebastián Piñera no gana las elecciones de noviembre.
Y no es el único banco de inversión o corredora que lo ha hecho. JP Morgan, Credit Suisse y BTG Pactual también han advertido que una eventual derrota de Piñera golpearía la bolsa.
Credit Suisse y JP Morgan bajaron sus recomendaciones para Chile y han asegurado que el auge de las acciones por el “efecto Piñera” ya pasó, por lo que sería momento de tomar ganancias o esperar los resultados de los comicios.
La bolsa chilena lleva 18 meses subiendo y este año ha registrado nuevos máximos históricos. El IPSA acumula en lo que va del año un alza del 27 por ciento, de las mayores entre las bolsas emergentes, y se encamina a su mejor registro desde 2010. La apuesta es que Piñera será un Presidente pro mercado y eso daría un impulso a la economía y a las acciones chilenas.
Las encuestas lo dan como ganador casi bajo cualquier escenario.
Pero un reportaje de Reuters publicado ayer pone paños fríos a la euforia.
Según la influyente agencia de noticias británica (ahora controlada por capitales canadienses), hay señales de que los candidatos presidenciales de centroizquierda estarían apuntando a un pacto en un probable balotaje contra el favorito Piñera, un escenario que podría complicarlo y aguar la fiesta a los inversores que han apostado por su regreso.
De acuerdo a la última encuesta de Adimark, el ex Mandatario se mantiene primero en las preferencias con un 34 por ciento.
Sin embargo, la suma de las intenciones de voto de Alejandro Guillier (16 por ciento) y Carolina Goic (5 por ciento), más las de la postulante del Frente Amplio, Beatriz Sánchez (15 por ciento), muestran que la carrera no está asegurada para el ex gobernante.
“La mayoría está a la izquierda del centro”, dijo a Reuters Kenneth Bunker, académico y director del Programa Electoral de la Universidad Central de Santiago.
“Una victoria de Piñera solo depende de la división dentro de la centroizquierda”, aludiendo a las fisuras que arrastra el desgastado bloque oficialista, el que por primera vez concurre a unos comicios con dos candidatos presidenciales.
“Dentro del progresismo hay diferencias, hay movimientos nuevos. Eso es parte del progreso, pero que no le quepa duda a nadie que en segunda vuelta vamos a estar todos juntos”, dijo Guillier durante un acto de campaña.
Reuters señala que si bien la unión de las fuerzas de centroizquierda sería algo previsible, su éxito tendrá relación con el número de electores que acuda a las urnas en la primera vuelta del 19 de noviembre, un dato que resultará clave.
Y agrega que un acuerdo electoral, «que puede aumentar las posibilidades de la centroizquierda en una segunda vuelta en diciembre, no es una amenaza que tengan todos en cuenta todavía, aseguran los analistas».
“Es un riesgo que el mercado no parece tener presente en este momento, ya que una victoria de Piñera está mayormente incorporada a los precios”, dijo Edward Glossop, economista de mercados emergentes de Capital Economics en Londres.
