Las protestas en contra de supuestas irregularidades en las últimas elecciones realizadas en Rusia han sido limitadas por el Gobierno, por lo que decidieron manifestarse con osos de peluche y soldaditos, los que también serán investigados.
Un grupo de ciudadanos rusos ha tenido que recurrir a la imaginación para protestar. Ante los riesgos de manifestarse sin la autorización de las autoridades tuvieron una llamativa idea: poner a unos muñequitos de juguete con pancartas que critican al gobierno.
Las protestas surgidas a raíz de sospechas de irregularidades en las últimas elecciones rusas tuvieron un curioso capítulo en la ciudad de Barnaul, en el sur de Siberia. Los manifestantes, ante las limitaciones impuestas por el gobierno, decidieron que fuesen unos pequeños muñecos los que se manifestaran.
Pero lo más curioso es que estas protestas en las que los juguetes son los protagonistas también activaron los resortes del control estatal.
Tuvieron lugar días atrás y ahora la policía decidió solicitar a la Fiscalía que investigue si los dueños de los muñecos son responsables de algún delito relacionado con la organización de la protesta.
Figuras de Lego, ositos de peluche, personajes de South Park, sostenían las pancartas en las que se pedían elecciones justas. Y esto no le causó mucha gracia a la policía. «Alguien trajo estos muñecos y de esa forma se expresó», explicó el subjefe de la policía de Barnaul, Andrei Mulintsev, en declaraciones a la prensa rusa.
«Hay algo de publicidad en esto», añadió Mulintsev, quien calificó la marcha de muñecos como un «evento público» no autorizado.
Los organizadores de las manifestaciones de juguete de Barnaul no sólo no tienen miedo, sino que dan gracias a la policía por la publicidad que les dan a sus manifestaciones.
«Mientras las autoridades restringen nuestro derecho constitucional a la libertad de reunirnos pacíficamente, los derechos de los juguetes no han sido afectados», escribía Tsalenko en Vkontakt, la red social más popular de Rusia, mostrando cierta ironía.
Lo cierto es que se enfrentan a posibles multas. Aunque, habrá que ver que sucede si la Fiscalía da paso a la intervención judicial.
«Hablamos de lo que debe hacer durante las vacaciones, cuando la gente no está muy interesado en la política», explica uno de los activistas, Andrei Teslenko, a BBC Rusia.
Su idea era llamar la atención de los medios sobre las dificultades que existen en Rusia para manifestarse en lugares públicos. Y lo lograron.
