Publicidad

La sustentabilidad económica, un desafío para un Chile más democrático

Abel Piñones y César Orellana
Por : Abel Piñones y César Orellana César Orellana es Alcalde de Freirina y Abel Piñones es estudiante de Derecho U de Chile. Militantes Socialistas
Ver Más

Necesitamos que el Estado tome un rol activo, que mire a largo plazo en materia energética. Que deje de buscar que los privados hagan inversiones para aumentar el empleo. Es hora de comenzar a crear empresas nacionales. Que incorpore las fuentes solares, eólicas, geotérmicas y nucleares. Esto respetando a la población y la naturaleza.


Nuestra realidad política recoge en muchos aspecto la contradicción entre Democracia vs Neoliberalismo, como aquella que se encuentra en disputa en el actual periodo de nuestra historia; Neoliberalismo entendido como la libertad de acción a través del individualismo, y por su parte, Democracia, como la creación colectiva y participativa de los diversos intereses sociales. La primera da relaciones en un espacio de mercado competitivo y la segunda en un colectivo democrático. De este modo, el neoliberalismo entiende que la democracia es un obstáculo para alcanzar sus distintas finalidades, como por ejemplo mantener un alto crecimiento en su aspecto macroeconómico. En este sentido el principal obstáculo para el neoliberalismo es que en una democracia sea la voluntad de las mayorías las que decidan, siendo esto justamente el principal objetivo de la democracia en su sentido resolutivo.

Por otro lado, es patente que hoy en día existe un proceso de desprestigio institucional y de descontento hacia lo político, justamente por el carácter antidemocrático de nuestra institucionalidad (y de nuestra Constitución). Esto adquiere diversas expresiones en lo social, político, cultural y económico, siendo este último punto el que trataremos con mayor detención.

Hace unos días el comité de ministros aprobó y ratifico la termoeléctrica Punta Alcalde, propiedad de Endesa-Enersis a construirse en la región de atacama particularmente en la ya «saturada» provincia del Huasco.
Esto a consecuencia de un fallo de la corte suprema que detuvo el proyecto proveniente de un recurso presentado por el alcalde de Huasco y comunidades de la zona.

[cita]Necesitamos que el Estado tome un rol activo, que mire a largo plazo en materia energética. Que deje de buscar que los privados hagan inversiones para aumentar el empleo. Es hora de comenzar a crear empresas nacionales. Que incorpore las fuentes solares, eólicas, geotérmicas y nucleares. Esto respetando a la población y la naturaleza.[/cita]

Se trata de la termoeléctrica más grande construida en Chile con una inversión de U$1.400 millones que generaría aproximadamente 740 MW. Utiliza carbón y pet-coke dos de los combustibles más contaminantes para la producción de energía en el mundo. El daño ecológico que se estima, por parte de los movimientos contrarios a este proyecto, es que acabaría con parte importante de la flora y fauna de la zona (particularmente de la zona caleta de los bronces), como sabemos, ya contaminada.
A esto se debe agregar que la zona del valle del Huasco fue declarada zona de latencia en el año 2012 por poseer altos índices de contaminación y material particulado respirable.

De sustentabilidad a Democracia

Teniendo estos antecedentes podemos analizar desde la contradicción del periodo que mencionamos anteriormente (Democracia vs neoliberalismo) una nueva contradicción que se desprende de esta «Sustentabilidad vs Crecimiento Económico».

Como mencionamos la democracia entiende la sociedad como un colectivo y el neoliberalismo como una individualización. La sustentabilidad se describe como la habilidad de las actuales generaciones para satisfacer sus necesidades sin perjudicar a las futuras generaciones. Podemos encontrar tres vertientes importantes la económica, medioambiental y social, la primera es buscar un bienestar duradero y solido, el segundo se refiere a la eficiencia en el uso de los recursos y el ámbito social, por su parte, es que las comunidades sean equitativas, conectadas y participes. En general que tengan una buena calidad de vida. Estos conceptos son parte del desarrollo económico, pero no del crecimiento económico que es el principal bastión utilizado y al cual apelan las clases acomodadas y el actuar político de derecha y neoliberales para manifestar logros tildándolos de nacionales, cuando se sabe que son meramente logros personales de los más ricos de Chile.
El crecimiento económico es el incremento de ciertos indicadores como el PIB o una balanza comercial favorable. Pe­­ro estos índices son promedios numéricos, no son indicadores reales del contexto chileno. Por ejemplo el Per Capita en Chile es de $13.838.112 y basta solo con mirar a nuestro alrededor y observar que estamos lejos de recibir esa cifra por cada uno de los chilenos. Pero como en Chile la riqueza ha sido (y es) dominante, los titulares de la prensa y los organismos sobre análisis económico solo hablan de crecimiento y no de desarrollo.

Otra critica al actual sistema neoliberal que tenemos, es que cuando anda bien la economía se pide la menor intervención estatal, para que así fluya la iniciativa privada y sigan ganando unos pocos. Pero en dificultades y crisis económicas los estados son los que deben remontar y solventar estas complicaciones por ejemplo nacionalizando o estatizando bancos, estableciendo mecanismos de control sobre el valor de la fuerza de trabajo, la limitación y la contracción de los derechos sociales.

Es por esto que avanzar en transformaciones democráticas no solo tiene que ver con más votaciones o con mesas de participación, sino que se debe avanzar en una forma de incidencia real en distintos ejes sociales, como educación, salud, vivienda, medioambiente, etc. Cuando todos nos hagamos parte de la agenda pública, Chile será un país más democrático.

Avanzar en un Sistema Estatal que brinde seguridad a largo plazo

En Chile contamos con una matriz energética muy poco diversificada, dependiente principalmente de los combustibles fósiles y concentrada en pequeños grupos de capitales particulares. Esto debido a que se ha dejado solo en manos de privados el desarrollo y conducción del sector energético mientras que el estado solo ha sido subsidiario y fiscalizador permitiendo que los privados sigan su lógica de mercado decidiendo según éste, donde, cuando y como realizar sus inversiones, en beneficio de su capital y no de la comunidad.

Debemos mencionar que «Energía» hoy trae consigo la Minería, Transportes y todos los sectores productivos, que faltando y escaseando ésta, se incrementan los costos de mercado, los cuales afectan directamente a los consumidores y no a los productores, ya que estos últimos solventan sus indicadores bajos, incrementando el valor hacía los compradores.

Necesitamos que el Estado tome un rol activo, que mire a largo plazo en materia energética. Que deje de buscar que los privados hagan inversiones para aumentar el empleo. Es hora de comenzar a crear empresas nacionales. Que incorpore las fuentes solares, eólicas, geotérmicas y nucleares. Esto respetando a la población y la naturaleza.

Para que Chile de verdad avance en ser una economía desarrollada se debe realizar una estrategia económica institucional y estatal para la subsistencia e independencia nacional. El cambio en el sistema neoliberal se consigue superando la dependencia y resolviendo las necesidades que la mayoría exige.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias