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Cobertura en educación parvularia: el gran desafío del próximo gobierno

Por: Danilo Olivares Vera


Señor Director:

Durante los últimos días, diversas voces se han alzado para destacar la necesidad de que el próximo Gobierno dé prioridad a la educación parvularia, principalmente a través de reformas enfocadas en aumentar la cobertura. Actualmente, existen más de 50 mil niños y niñas que no pueden acceder a un centro educativo en este nivel por falta de cupos, por lo que urge contar con más y mejores espacios de atención.

Desde Educación 2020, hemos presentado propuestas para avanzar en calidad, cobertura y flexibilidad en la educación parvularia. Una de ellas es la creación de mil Centros de Atención Familiar (CAF), que son establecimientos que apuntan a potenciar el trabajo con las familias y mejorar la eficiencia de los recursos. ¿Cómo funcionan? Las familias permanecen en los CAF mientras hacen uso de su beneficio, aprendiendo modalidades de trabajo, metodologías de enseñanza, juegos y actividades que también pueden replicar en sus hogares, para potenciar el desarrollo de los niños y niñas.

Al contar con el apoyo de integrantes del núcleo familiar, los CAF también requieren de una menor cantidad de profesionales que en un establecimiento convencional, lo que permite optimizar los recursos. De hecho, la creación de mil centros nos permitiría reducir la lista de espera a cero a un costo que no supera los US$ 103 millones de dólares al 2030.

Por otro lado, proponemos flexibilizar la atención del sistema, estableciendo beneficios por horario y no por jornada (medio-completa). Con esta medida, las familias podrán asistir al centro según sus necesidades, lo que potenciará el vínculo afectivo que en ocasiones es impedido por las extensas jornadas laborales y la rigidez del sistema educativo.

Los CAF se han desarrollado en otras latitudes del mundo. Experiencias como la australiana, canadiense y polaca podrían fortalecer una propuesta local, con el fin de ampliar las modalidades de enseñanza a través de la flexibilidad y un mayor involucramiento familiar.

Durante el último gobierno, la educación parvularia fue uno de los pilares en la Reforma Educacional. Así lo refleja la creación de la Subsecretaría de Educación Parvularia y de la Intendencia de Educación Parvularia, además de la aprobación de las nuevas bases curriculares para el nivel y el aumento de la cobertura en más de 800 salas cunas y jardines infantiles construidos con estándares internacionales. No obstante, es fundamental seguir fortaleciendo y priorizando este nivel educativo como una política de Estado.

Es urgentemente necesario mejorar los “coeficientes técnicos”, o número de adultos por niño, a niveles internacionales. Para esto se requieren más de 18 mil nuevos educadores de párvulos y 23 mil técnicos, que además deben ingresar al Sistema de Desarrollo Profesional Docente. También, tenemos una deuda financiera con los establecimientos Vía Transferencia de Fondos, que urge solucionar a la brevedad. Pongamos las prioridades del debate educativo donde más necesitamos invertir: tomemos la educación parvularia como un “caballito de batalla”, que nos permita generar consensos y construir un sistema educativo que logre eliminar la segregación desde la cuna.

Danilo Olivares Vera
Investigador de Política Educativa Educación 2020

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