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El todopoderoso círculo Vásquez en la Iglesia Evángelica

Aunque la partida del obispo presidente de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile fue llorada por unos 15 mil fieles el domingo pasado, para muchos el deceso de su máximo líder religioso fue un momento de «liberación» que, ahora, les permite dar a conocer una serie de acontecimientos poco claros de una gestión que se prolongó por cuarenta años.


Aunque al interior de la iglesia los fieles se caracterizaron por una defensa a pies juntillas de la labor del obispo Javier Vásquez, hoy ya no se sienten tan comprometidos como para no dar rienda a numerosas críticas en torno a la que era, hasta hace unos días, una figura intocable.



Una de esas críticas, por ejemplo, menciona la administración autoritaria que habría ejercido el octogenario líder espiritual, o cómo sus hijos y nietos-particularmente Jorge Vásquez- tomaron "decisiones en la sombra" al interior de la institución. El Mostrador.cl habló sobre estos temas con algunos feligreses destacados que formaron parte del círculo más cercano a la administración de la Iglesia Metodista Pentecostal.



Para muchos, uno de los mayores episodios «non sanctos» de Javier Vásquez fue el destino que dio a los 121 millones de pesos de subvención que el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle le entregó a la Iglesia Metodista Pentecostal.



La donación, gestionada por cercanos al difunto obispo, se vio como una señal concreta de los gobiernos de la Concertación para el desarrollo de programas sociales en la Corporación. Este subsidio generó satisfacción entre la comunidad evangélica por cuanto la equiparó con el trato -en lo que a aportes financieros se refiere- que se le da a la Iglesia Católica. Para el Gobierno fue, según dicen algunos feligreses, una cooperación enfocada a congraciarse con un grupo cautivo de votantes.



El traspaso de esos dineros se hizo a través del ministerio de Hacienda a la tesorería provincial de la iglesia de Santiago en tres pagos: 21 millones de pesos en 1995, 50 millones de pesos al año siguiente, y la misma cifra en 1997. Según los críticos de Vásquez, la comunidad nunca vio el dinero ni cosas concretas en las que pudo haberse empleado.



Ante el misterio del destino de esas platas, los presbíteros de las comunidades de la capital exigieron una explicación en las conferencias anuales de la Corporación presidida por Vásquez. Ahora, la iglesia ha confirmado que esos recursos fueron entregados como aporte a la construcción del templo evangélico de Maipú, encabezado por Jorge Vásquez Daza, hijo del octogenario líder.



Según explican detractores de la gestión del pastor, el monto entregado por el Gobierno, si bien era necesario para ejecutar obras en los sectores más pobres, no eran indispensables para una institución que factura millones de pesos anualmente por concepto de diezmos de los cerca de seis mil fieles de la Catedral. Además, la Corporación obtiene recursos a nivel nacional por concepto de diezmos que entregan las iglesias comunales, a su vez, a partir de los aportes individuales de la feligresía.



La iglesia también percibe recursos por la vía de ofrendas o regalos que hacen empresarios del credo y de los denominados "cuerpos" o grupos integrados por profesionales o universitarios que emprenden diversas actividades para recabar fondos frescos.



Todopoderoso



Las facultades de la máxima autoridad protestante fueron ratificadas a partir de un traspaso de poderes que le renovó el directorio de la Corporación en 1997, a través de un documento al que tuvo acceso El Mostrador.



Mediante ese traspaso, solicitado por el propio Javier Vásquez, los pastores del directorio le confirieron la facultad de comprar, vender o arrendar propiedades de la Corporación en el país en las condiciones que él dispusiera, así como se le autorizó a aceptar donaciones de entidades publicas y privadas. Entre otras atribuciones, también se le facultó para contratar cuentas corrientes en bancos e instituciones financieras de las que podía girar e incluso "sobregirarse".



Al clan Vásquez se le critica también por la forma en que se vendía la publicidad de la revista evangélica ECL Mundo, propiedad del nieto del obispo, Javier Vásquez Argomedo. Vásquez nieto aseguraba en su publicación que ésta contaba con el apoyo de la cúpula de la iglesia.



Según denuncia una fuente, la carta que se enviaba a las empresas daba cuenta de que "el mejor capital de la revista son los 2,5 millones de fieles que tiene la iglesia". Algo así como decir que el público evangélico es una "masa poco pensante, sin la capacidad de decidir", según dice la fuente.



El entonces candidato a diputado Osvaldo Silva denunció en su tiempo que en la comuna de Huechuraba se ofreció -a través de del Periódico Evangélico, también propiedad de Vásquez nieto- arrendar a los candidatos a parlamentarios el derecho a usar el púlpito de la iglesia para dirigirse a los fieles. Por la posibilidad de contar con esa audiencia se les cobraba 500 mil pesos.



Pese a la denuncia formal de Silva a las autoridades de su comunidad religiosa, jamás recibió respuesta oficial y el propietario de la publicación le aseguró que la suya era una "mala interpretación" de lo que el impreso decía.



A la familia del pastor se le involucra también en hechos como las denominadas "violentas tomas" de templos con matones para el desalojo de personas destituidas por la iglesia. De hecho, uno de los afectados por estas disputas es dueño de Joyerías Barón, Enrique Vilches, quien se declaró público opositor a la administración del obispo Vásquez y su familia.



¿Avances?



Otro de los puntos en juicio, es la cercana relación que el obispo estableció con el general (R) Augusto Pinochet durante la dictadura, amistad que fue cuestionada por el mundo cercano a los Derechos Humanos. De hecho, alguna propiedades fueron donadas a la iglesia, y no fue visto con buenos ojos por los evangélicos no pinochetistas.



Sin embargo, no todo son críticas respecto al legado de Vásquez. Entre sus logros se destaca haber establecido como una tradición nacional un Te Deum ecuménico en septiembre que aglutina todos las religiones del país. Además, se le reconoce sus esfuerzos por conseguir la promulgación de la Ley de Culto durante su época como directivo.



El vocero de la junta de diáconos de la Iglesia, Roberto López, fue contactado por El Mostrador.cl para conversar sobre las críticas a su la gestión del fallecido pastor. En cuanto a las publicaciones que vendían publicidad en nombre de la iglesia, López aseguró que "no tenemos idea del tema de la revista, no hemos recibido denuncias alguna sobre ese punto".



En cuanto a los 121 millones de pesos, precisó que "el destino está claro: durante las Conferencias realizadas en esa época se dijo que fueron para obras como la construcción de templos, entre éstos el de Maipú".



Respecto a los manejos de recursos al interior de la iglesia, declinó precisar una cifra. "No hay estimación en términos de cuánto se gana a nivel nacional. Cada iglesia es autónoma respecto a los recursos que percibe. En la Catedral, en tanto, se recepciona el 10 por ciento de los ingresos de cada fiel. Además estarían las ofrendas, las que son recibidas por la tesorería y dispuestas para gastos, aunque no es mucho", dijo.



Consultado sobre qué obra concreta se realizó bajo la labor del obispo Vásquez, aclaró que "sin duda, su mayor aporte fue el incremento sel número de fieles, lo que se ve en la expansión territorial de la iglesia".





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