Todos los viernes a las 8:30 de la mañana un transversal grupo de hombres públicos, políticos y operadores de alto nivel se reúne a “tomar cafecito” en el Hotel Hyatt con los mandamases del matutino de Vicuña Mackenna, el mismo que marca la pauta de la cosa pública en Chile. Todos tienen extensas redes y todos están informados de cosas que no aparecen en las páginas de la prensa. Sepa quiénes son y qué hacen allí.
No es la única pero si de las más conspicuas instancias donde se cruzan el mundo político y el de la prensa. Es el Consejo Editorial del diario La Tercera, que se ha convertido en un verdadero mito, ya que poco se sabe públicamente de sus integrantes, lugar de reunión o cuál es su objetivo. Parte de la fábula es que es allí donde se toman las decisiones editoriales que podrían definir el rumbo del país. Eso tal vez se debe a que este órgano, creado por Álvaro Saieh hace mucho tiempo, está compuesto por una muy variopinta gama de figuras políticas de todos los sectores y operadores del más alto nivel.
Cada viernes, a partir de las 08:30 de la mañana, reconocidas figuras políticas comienzan a llegar hasta el Hotel Hyatt, también de propiedad de Saieh, en el barrio alto de Santiago. Y en un cómodo salón, acompañado de cafecito y galletas, son recibidos por el director de La Tercera, Cristián Bofill. La conversa comienza apenas llega el primero del grupo y el resto sólo se va sumando. “Es una reunión más bien social y muy entretenida”, comenta uno de los asistentes, que asegura no explicarse “por qué se le da tanta importancia a estos encuentros”, aceptando que incluso podrían calificarse como un “club de Tobi”.
EN OFF. Los encuentros de Cristián Bofill y el Comité Editorial son reservados.
Entre quienes comparten cada viernes con Bofill figuran personajes de todo el espectro político, como el ex Mapu y columnista habitué de La Segunda, Óscar Guillermo Garretón (PS), el ex canciller Juan Gabriel Valdés (PS), el senador y secretario general de la UDI, Víctor Pérez, además de los diputados Jorge Burgos (DC) y Alberto Cardemil (RN), y el candidato a parlamentario progresista y ex sheriff de La Moneda, Felipe Harboe (PPD). A estos se suma el abogado Darío Calderón, articulador del traspaso del diario desde la familia Picó Cañas a destacados miembros de la colonia árabe a fines de los 80’.
Del otro lado del río Jordán está el coordinador general de la campaña de Sebastián Piñera y abogado top de empresas, Rodrigo Hinzpeter. Además, por su puesto clave de hombre fuerte de la sección de negocios del diario, concurre a los cafecitos el economista Álvaro Donoso, amigo personal de Saieh desde su época de estudios en la Universidad de Chile. A ello se puede deber la ausencia en estos encuentros de quien ha llegado a ser conocido como el “zar” de las comunicaciones, ya que se dice que Donoso es uno de sus más cercanos asesores y hombre de confianza en el periódico que marca la agenda política.
Los elegidos para llegar a integrar este exclusivo club han recibido una escueta llamada de Bofill, invitándolos a tomar un café. Allí les cuenta de qué se trata el Consejo Editorial, nada muy rebuscado, y eso sí les pide reserva de su participación en el mismo y de lo que en estos encuentros se trata. Sin embargo, algunos de los miembros del grupo le restan importancia y lo asumen sólo como una reunión social. En ese contexto, varios de ellos coinciden en que “es una conversación de temas contingentes, nada muy rebuscado, van surgiendo en la conversación, sin nada preparado”, pero que sí “es Bofill el que va poniendo los temas sobre la mesa”.
[cita]En el mundo político se especula que si un sector no está representado en el Consejo Editorial de La Tercera, está fuera del ámbito de la influencia.[/cita]
En estos años, en el mundo político se especula que si un sector no está representado en el Consejo Editorial de La Tercera, está fuera del ámbito de la influencia. Sin embargo, quienes han sido invitados a integrarlo descartan que el poder que se le atribuye a esta instancia sea así de real. Uno de los participantes asegura que “no se puede ejercer ningún tipo de influencia sobre algún tema”, ya que “en caso de que alguno de los integrantes manifieste algún reclamo por un artículo, cosa que no ocurre casi nunca, Bofill se limita a responder ‘mira, nosotros hemos chequeado mucho el tema y esa es la información que tenemos’ y allí queda la conversación y se pasa a otra cosa”.
Otra fuente destaca “lo bien informados que están todos” por lo que “siempre es interesante escuchar y opinar”. Desde el punto de vista de otro integrante se genera un “feed back” entre los políticos y Bofill, “en el que todos se nutren del conocimiento de todos”.
Aunque no se pasa lista, se notan las ausencias. Por ejemplo, Jorge Burgos “no va como desde septiembre”, dice una fuente tratando de hacer memoria, lo que se atribuye a que ha estado imbuido de la campaña presidencial y parlamentaria. También se destacan las características de cada uno. De Cardemil se dice que “habla poco”, de Juan Gabriel Valdés que “es muy entretenido, porque siempre tiene una anécdota que contar sobre los temas”; Darío Calderón “tiene una personalidad muy atractiva” y con Hinzpeter “es fácil conversar socialmente”; y así reunión tras reunión.
Por este consejo, al que la mayoría de los políticos informados quisiera ser invitado, han pasado figuras tales como Jovino Novoa, quien según una fuente de la instancia “se fue cuando asumió la presidencia del Senado y lo reemplazó Víctor Pérez”. No poco polémico fue el hecho de que Novoa integrara dicha instancia en medio del Caso Spiniak, donde La Tercera empujó con fuerza la tesis de la inocencia del parlamentario; también pasó por allí el senador Carlos Ominami, el timonel de la UDI Juan Antonio Coloma; el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Álvarez, Alejandro Foxley –quien hace más de dos años y medio fue reemplazado por Jorge Burgos-; y Jorge Schaulsohn, a quien se le habría “insinuado que se fuera”, dice una fuente, debido “a los problemas que tuvo cuando apareció involucrado con el Clan Mazza”.
