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Piñera insta a la Concertación que entiendan por qué perdieron el poder

A una semana de su victoria en la segunda vuelta de las presidenciales, el electo Presidente define lo que será su conducción del país, el que califica de “unidad nacional”. Además, cree que ninguno de los líderes tradicionales de la coalición de gobierno estarán al mando de sus adversarios, pero estima que están las reservas morales como Lagos, Aylwin, Frei y Bachelet a la que se agrega las nuevas generaciones que están buscando espacios.


Sebastián Piñera, el electo Mandatario del Bicentenario, espera que la Concertación haya escuchado la voz del pueblo en las pasadas elecciones y “entiendan por qué perdieron”, por lo que está esperanzado en que la oposición que realicen estos cuatro años sea constructiva, leal e inteligente.

“Ahora, estoy de acuerdo que después de 20 años de gobierno y su primera derrota electoral están viviendo una profunda revisión, mea culpa, críticas cruzadas, cuyo resultado nadie es capaz de predecir”, afirma en una entrevista a La Tercera.

Además, estima que el conglomerado oficialista no será la misma después del 17 de enero, “va a cambiar. ¿Hacia dónde? Puedo tener ideas, hipótesis, pero no certezas”.

Respecto al líder que tendrá la Concertación durante el periodo de oposición, Piñera dice que “no lo sé. Por una parte están los líderes tradicionales, como los presidentes de los partidos, Escalona, Latorre, Gómez y hasta hace unas semanas, Auth. Creo que ninguno de ellos va a ser. Por otra, están las reservas históricas y morales, como Lagos, Aylwin, Frei y Bachelet. También está la generación que está buscando abrirse espacios y está lo que pueda hacer Marco Enríquez… Es demasiado temprano para decirlo”.

El electo Mandatario espera contar con una oposición acorde a los tiempos, “en todo lo que tenga que ver con recuperar la capacidad de crecimiento y creación de empleos, combatir con mayor eficacia la delincuencia y el narcotráfico y sentar las bases para cambios profundos que mejoren la calidad de la salud y la educación”.

Una democracia de los acuerdos

Piñera recuerda que al asumir Patricio Aylwin la transición, junto a RN propusieron una nueva forma de relación entre la oposición y el gobierno, la cual fue bautizada como “democracia de los acuerdos”. “Hoy 20 años después, estamos iniciando una nueva transición, desde un país subdesarrollado hacia un país que se quiere integrar a la primera división mundial, necesitamos y es indispensable iniciar una democracia  de los acuerdos de segunda generación”.

Por tal motivo, cree que es necesario seguir con los diálogos y acuerdo, y no duda que el oficialismo tenga una actitud opositora firme, pero “también patriótica y constructiva”.

Nueva forma de gobierno y la protección social

Asimismo, el empresario dice admirar las cualidades de muchos gobernantes como Nicolas Sarkozy o de Barack Obama, pero aclara que su estilo será el de la “unidad nacional, de buena voluntad, buena leche, todo terreno, 24/7, con sentido de urgencia, que no va a calentar asientos y va a tratar de dejar una huella profunda. Ese es el sello”.

También cree que es necesario mantener la red de protección social que han impulsado los gobiernos concertacionistas, pero “hay que agregarle la red de oportunidades; el mérito, el trabajo bien hecho, el esfuerzo y la excelencia, que se ha ido debilitando”.

“Me he comprometido a fortalecer y ampliar la red de protección social. Pero me alegraré mucho más cuando un chileno deje esa red, porque habrá logrado con su propio esfuerzo y dedicación ser autosustentable”, menciona.

Codelco seguirá siendo estatal

El electo Presidente estima, además, que la empresa cuprífera Codelco continuará siendo estatal, lo cual está considerado a nivel constitucional, por tanto, cualquier reforma que permita el ingreso de capitales privados requiere amplio quórum, que son cuatro séptimos.

“Codelco va a seguir siendo una empresa pública y cualquier reforma en esa materia va a ser fruto de un amplio acuerdo nacional. Durante muchos años Codelco viene perdiendo productividad, eficiencia y aumentando los costos, más allá de lo que se justifica; está retrasada en materia tecnológica, de medioambiente y con niveles de inversión suficientes. Tanto es así que Minera Escondida produce más que Condelco y con mucho menos recursos”, afirma.

La promesa del millón de empleos

Respecto a las promesas de campaña y en especial la creación de un millón de empleos, el inversionista señala que esta posición está basada en estimaciones o proyecciones de los que va a ocurrir con la economía mundial.

“Espero que durante los próximos dos años la economía mundial crezca entre 3 y 4%, que los términos de intercambio sigan siendo favorables para Chile, que haya un período de cierta abundancia en materia de capitales y créditos externos, y un clima muy favorable a la innovación, al emprendimiento, a la integración”, sostiene.

Agrega que en forma simultánea habrá “un cambio muy profundo, porque después de Copenhague, en la próxima ronda, que entiendo es en México, los países más grandes del mundo se van a poner de acuerdo y de ahí van a surgir nuevas demandas hacia países como el nuestro. Si Chile quiere integrarse a ese primer mundo va a tener que adoptar una conducta en materia medioambiental, calentamiento global y emisión de carbono mucho más exigente que la actual. Van a empezar a pedirnos la huella de carbono de nuestros principales productos de exportación, como el cobre, y eso va a requerir cambios importantes”.

Dentro de las críticas que recibió en el periodo de campaña está el hecho que su gobierno será el de los empresarios, situación que niega rotundamente.

“Voy a ser muy independiente en el sentido de que nuestro gobierno no es el gobierno de los empresarios, sin perjuicio de que necesitamos el esfuerzo, el espíritu emprendedor de nuestros empresarios y vamos a motivar y promover esa capacidad de innovar, emprender e invertir las riquezas. Pero nuestros compromisos son aún más fuertes con los sectores de la sociedad que están postergados, los más pobres y la clase media. Y cuando esos intereses no coincidan, vamos a privilegiar siempre el interés de las grandes mayorías”, señala.

“En general, tengo una buena opinión del mundo empresarial chileno y mientras más recorro América Latina más me convenzo de ello. Son personas comprometidas con el país, trabajadoras, honestas, emprendedoras y, como se los he dicho tantas veces, valoro y aprecio su labor. Pero les vamos a exigir también a los empresarios que sean capaces de compartir con mayor justicia los frutos de las empresas, que respeten a sus trabajadores y los derechos de sus trabajadores, que sean más respetuosos con el medioambiente y la naturaleza, que tengan una responsabilidad social que vamos a redefinir en términos mucho más amplios que hasta ahora. El problema de Chile no son los empresarios, salvo los malos empresarios, el problema de Chile es la falta de empresarios, y la falta de emprendimiento. Hoy, tenemos cien mil emprendedores menos que hace 10 años, y por eso nuestro proyecto no es sólo crear un millón de nuevos empleos. También es crear cien mil nuevos emprendedores”, sostiene.

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